15 de enero de 2011
UN MUNDO DESPOBLADO
La población del mundo se cuadruplicó en el siglo XX gracias en parte a que la esperanza de vida pasó de 30 a 65 años. Sin embargo en las últimas dos décadas cada vez son más los países cuya tasa de fertilidad está por debajo de los niveles de reposición de la población. En países como Japón y Rusia, hay más muertes que nacimientos por lo que, a falta de inmigración, estos países se irán despoblando. El caso más dramático lo será China con su política de sólo un niño por familia. De continuar la tendencia que se está observando, el mundo se empezará a despoblar y cada vez será mayor la proporción de personas mayores de 65 años. Algunas consecuencias podrían ser:
1. La economía dejaría de crecer. Ante mercados locales e internacionales cada vez más pequeños la capacidad de producción actual resultaría excesiva lo que provocaría el cierre de fábricas y establecimientos comerciales. Las personas tendrían que buscar otro tipo de trabajos.
2. Habría exceso de infraestructura urbana. Las ciudades tendrían casas deshabitadas y deteriorándose. Al despoblarse las ciudades probablemente la gente regresaría a vivir en lo que hoy son los centros históricos ya que todo está más cerca y se podrían reconstruir. Las ciudades al estar menos congestionadas podrían estar más limpias, con un transporte más cómodo. Esto llevaría también a una reducción en el número de automóviles ya que al estar todo más cerca las necesidades de transportación se resolverían de otra forma. Regresarían viejas formas de movilizarse como la bicicleta y prevalecerían opciones modernas como los carros eléctricos y un transporte público más pequeño y eficaz.
3. Se cerrarían escuelas y ya no sería necesaria la infraestructura asociada tal como aulas e instalaciones y por lo tanto se requerirían menos maestros. También habría exceso de hospitales, hoteles, cines, tiendas y centros comerciales y dejaría de requerirse el personal que hoy en día los atiende. Todas las profesiones y trabajos enfocados a la atención de personas se verían afectadas.
4. Posiblemente el campo sufriría más el proceso de despoblación y comunidades y pueblos se volverían lugares fantasmas. Al disminuir la demanda de alimentos habría mayores superficies antaño agrícolas y ganaderas que podrían reforestarse.
5. Al reducirse el tamaño de la población, quizá disminuiría también el tamaño de las casas habitación al requerirse menor espacio por familia. Con la tecnología disponible para entonces probablemente las casas serían autosustentables en materia de energía y agua lo que disminuiría de la misma forma la demanda de estos servicios y quizá ya no serían necesarios drenajes al poderse reprocesar las aguas.
6. El tamaño del gobierno sería menor y al ser las comunidades más pequeñas se podría tener esquemas de autogestión, desplazando la necesidad de servicios gubernamentales. Con ello las cargas fiscales serían menores y habría mayor disponibilidad de gasto para la población.
7. La producción en gran escala ya no sería viable y se regresaría a formas de producción tipo artesanal pero altamente tecnificadas que produjeran a la medida de las necesidades de los individuos y no de las masas Las fábricas podrían ser caseras con robots, computadoras y máquinas herramientas pequeñas para fabricar en pequeñas cantidades para el autoconsumo y pequeños lotes para venderse en los vecindarios cercanos.
8. Los flujos de población harían cambiar la composición racial de los países. Los países que tardaran más en reducir sus tasas de crecimiento, principalmente ubicados en África, tendrían un exceso de población que podrían exportar al resto de los países en donde tendrían gran demanda. Si los países africanos y en menor medida los latinoamericanos son quienes hoy en día están creciendo más que el resto de los países, el número de personas de raza negra e hispánicos tendría una mayor representación en el mundo. Este fenómeno seguramente afectará a México ya que al haberse iniciado la despoblación en Estados Unidos, Canadá y Europa, antes que en nuestro país, se aceleraría el proceso de despoblación de México, no solo por la reducción en la tasa de natalidad sino porque la población más joven encontraría más y mejores oportunidades en esos países.
Este podría ser un mundo más feliz pero especialmente difícil para los viejos ya que al haber menos jóvenes habría menos posibilidades de que les cuidaran y sostuvieran económicamente. Bien aprovechada la despoblación, el mundo sería más amable con la naturaleza. La desaglomeración podría facilitar una mayor calidad de vida. No estamos acostumbrados a pensar en un mundo con población y mercados decrecientes, pero todo parece indicar que hacia allá vamos así que es tiempo de imaginarnos como sería ese mundo.
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