Entre los muchos postulados polémicos que propone el Dr. Macario Schettino en su nuevo libro “Cien años de Confusión. México en el Siglo XX”, el asunto medular es que la llamada “Revolución Mexicana”, como se nos enseñó en incontables libros de historia empezando por los de texto gratuito, simplemente no existió. Fue una construcción y tergiversación de la historia para servir al régimen de la llamada Revolución.
Este régimen fue una creación política, económica y cultural del presidente Lázaro Cárdenas a partir de 1934 y que sobrevivió prácticamente hasta 1997. Si bien desde los años ochenta, el profesor Felipe González del IPADE, entre otros, echaba abajo los mitos de la Revolución en sus clases, es hasta ahora que el Dr. Schettino hace una revisión a fondo de estos mitos en un trabajo académico riguroso. Mediante una revisión iconoclasta de la historia y usando un lenguaje accesible con un toque irónico, derriba uno tras otro diversos mitos que gracias al régimen de la “Revolución” se arraigaron en las mentes de la mayoría de los mexicanos. Enumeraré algunos de los planteamientos del libro para darles una idea de a que me refiero:
1. La Revolución como evento con un propósito unificador, no existió. En ese período se dieron una serie de luchas armadas entre caudillos que se diputaban el poder y en el que al final ganaron los sonorenses. Por cierto, ellos también como Don Porfirio, querían perpetuarse en el poder.
2. El régimen de los sonorenses no resultó en un cambio de modelo económico sino en una continuación del liberalismo y capitalismo que tan fuertemente impulsó Don Porfirio.
3. En esa lucha armada casi no hubo reivindicaciones campesinas, salvo en el caso de Zapata y nula participación obrera.
4. En las haciendas de la época porfirista no existió un régimen de tipo feudal sino un incipiente capitalismo. Las tiendas de raya, tan vituperadas, en realidad favorecían a los trabajadores de las haciendas.
5. Las huelgas de Cananea y Río Blanco no fueron precursoras del derrocamiento de Díaz. Los obreros de dichos lugares nunca participaron en la lucha armada posterior.
6. La caída de Díaz no fue por motivos militares sino políticos y quizá personales. Díaz prefirió irse del país pero nunca fue derrotado militarmente.
7. Lázaro Cárdenas es el creador del régimen de la Revolución Mexicana y de la construcción del mito cultural que sostuvo a ese régimen por más de 60 años. No sólo crea el andamiaje político basado en los regímenes de Mussolini y Stalin, creando una presidencia con poder absoluto que utiliza un estado corporativo, autoritario, sin democracia, sino que también crea mitos culturales elaborados por artistas e intelectuales al servicio del régimen. Entre ellos los muralistas y otros artistas “revolucionarios”. Cárdenas también crea un panteón de héroes con Madero, Villa, Zapata y Carranza a la cabeza y hasta los entierra juntos en un Monumento a la Revolución. Esto a pesar de que en su momento estos próceres fueron enemigos y lucharon entre sí.
8. El régimen que Cárdenas construyó se asemeja al que existió bajo el reinado de los Habsburgo en los tiempos de la Colonia. Un fósil político en pleno siglo XX que fue un freno importante al desarrollo de México dado que la gran mayoría de sus habitantes no salieron de la miseria y se siguió beneficiando tan solo a unos pocos empresarios y políticos tal y como sucedía durante la Colonia, antes que los Borbones intentaran modernizar a la Nueva España.
9. El supuesto milagro económico del periodo llamado “Desarrollo Estabilizador” que va entre los años 1952 y 1970 nunca existió. El crecimiento de la economía mexicana se dio porque la economía del mundo crecía a ritmos acelerados. Como dice el Dr. Schettino, el “milagro mexicano” fue que el país creciera a ritmos parecidos al resto de Latinoamérica y el mundo. Por cierto, hace unos pocos días lo mas granado de la comunidad financiera mexicana, que se formó dentro del régimen de la Revolución y cree en este mito, rendía homenaje a Don Antonio Ortiz Mena por ser el impulsor de dicho “milagro”.
10. Hablando de Don Antonio que fue el primer director del IMSS, Schettino, menciona que el IMSS nació quebrado, como lo reconoce el propio Ortiz Mena, al no haberse calculado adecuadamente el gasto en servicios médicos, déficit que fue cubierto usando las reservas para pensiones y que hoy en día tienen al borde de la crisis a este Instituto. Don Antonio al decirle el problema al Presidente Ruiz Cortines, este le contesta que “el que venga atrás, que arree”. Y en esto del IMSS como en tantos otros errores de los regímenes de la Revolución, ha tocado arrear desde el año 2000 y seguramente tomará una o dos generaciones para corregir el desastre heredado.
Finalmente Schettino describe las catástrofes económicas propiciadas por los últimos regímenes de la “Revolución” debidas a la incompetencia del presidente en turno o de los funcionarios de la Secretaría de Hacienda que provocan crisis económica tras crisis hasta llegar a la de 1994, la última gran crisis de Salinas y Zedillo.
Un libro polémico sin duda pero que hacía mucha falta para evitar caer en los errores del pasado. Desafortunadamente hoy en México existen políticos, y personas que votan por ellos, que desean regresar a las supuestas glorias del régimen de la Revolución. Glorias y Revolución que por supuesto no existieron. Por lo menos no para la gran mayoría de los mexicanos.
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