4 de enero de 2011

ÉTICA GLOBAL


La sociedad globalizada requiere un consenso ético mundial. Esto se hace necesario ante la diversidad de naciones, culturas y religiones y a la cada vez mayor interacción y convivencia entre las personas de todo el mundo que se da vía el internet, las telecomunicaciones o con la facilidad de los viajes. Si bien en el pasado el consenso ético se alcanzaba con facilidad dentro de sociedades nacionales que compartían idioma, cultura y religión, hoy en día esta homogeneidad y aislamiento se ha ido perdiendo. Vivimos en un mundo caracterizado por personas de una diversidad de culturas, lenguas, religiones, etnias, educación, nivel de vida y costumbres, que conviven cotidianamente. Sin duda en nuestro país, aunque predominantemente católico, se da también cada vez más esta diversidad y por ello también se requiere un acuerdo ético que permita la convivencia de los mexicanos, ante la diversidad de formas de pensar.

La Fundación Ética Mundial con sede en Berlín y dirigida por el teólogo alemán Hans Küng, se ha planteado la necesidad de que haya una ética que cruce por la diversidad de creencias, naciones y costumbres estableciendo un consenso en aquellos principios que pueda compartir toda la humanidad.

En nuestra época nos enfrentamos a un debilitamiento de las religiones y a una falta de congruencia entre las creencias y las acciones de las personas, lo que conlleva a un debilitamiento del comportamiento ético. El debilitamiento de las religiones viene dado entre otros factores por la expansión del racionalismo iniciado poco antes de la Revolución Francesa y por los espectaculares avances de la ciencia. También contribuye a este relajamiento ético el que se haya logrado un nivel de vida mas alto en las sociedades, el énfasis en el individualismo, los avances del consumismo, el aumento de la capacidad humana por transformar la naturaleza sin medir consecuencias, caracterizado por ejemplo con los avances en la genética que le han permitido al hombre jugar un papel que antes se suponía reservado sólo a Dios.

Ante este debilitamiento del apego de las personas al marco ético, es necesario encontrar nuevos consensos que permitan la convivencia y el avance de la sociedad hacia un mundo mas digno.

El Dr. Küng a través de la Fundación Ética Mundial intenta la búsqueda de esos consensos tomando los puntos en que coinciden la mayoría de las religiones. Para ello propone dos principios de carácter universal:

Humanidad. El principio ético general de que toda persona posee una dignidad intransferible e inviolable. Por ello tanto los individuos como los estados tienen la obligación de respetar esta dignidad y de garantizar su protección efectiva.

Reciprocidad. Es un principio que se encuentra desde hace milenios en muchas tradiciones religiosas y éticas de la humanidad: no hagas a los demás lo que no quieras que te hagan a ti. O en positivo: haz a los demás lo que quieras que te hagan a ti. Esta norma debería aplicarse en todos los ámbitos de la vida, para la familia y la sociedad, para las razas, naciones y religiones.

Adicionalmente el Dr. Küng propone los siguientes valores esenciales:

Respeto por la vida. Todas las personas tienen derecho a la vida, a la integridad corporal, y al libre desarrollo de la personalidad, mientras no vulneren los derechos de los demás.
Rechazo de la violencia. Los conflictos deben solucionarse sin violencia y en el marco de un orden jurídico. Esto rige tanto para los individuos como para los estados.
Solidaridad. Ninguna persona tiene derecho a usar sus propiedades sin tener en cuenta las necesidades de la sociedad y de la tierra. La propiedad también debe servir para el bien de la comunidad.
Justicia. Las estructuras de la economía mundial deben organizarse de forma mas justa.
Tolerancia. Ningún pueblo, ningún estado ninguna raza, ninguna religión tiene derecho a discriminar. Las minorías necesitan de nuestra protección y apoyo.
Veracidad. Cada persona debe poner gran interés en la veracidad de su pensamiento, discurso y obra. Cada persona tiene derecho a la información necesaria para poder tomar las decisiones fundamentales de su vida.
Igualdad de derechos. La relación entre hombre y mujer no debe basarse en la tutela o la explotación sino en el amor, el compañerismo y la confianza.
Cooperación. Se expresa como comprensión y atención recíprocas, consideración, tolerancia, espíritu de conciliación y amor recíprocos.

Si bien en México aún no somos tan diversos, nos hace falta renovar este compromiso por la ética que nos permita vivir mejor a todos. No solo el acuerdo en lo que es aceptable o no, sino el llevar verdaderamente a la práctica estas ideas. Nos hace falta tener más congruencia entre lo que creemos éticamente y lo que hacemos. Con ello podremos combatir la corrupción, perfeccionar la democracia, mejorar el nivel de vida de todos los mexicanos y ser más felices con una vida basada en la convivencia respetuosa y solidaria.
En un artículo reciente de donde extraje las ideas anteriores, Küng cita a Mahatma Gandhi. Termino con esta cita de Gandhi quien dijo que los siete pecados sociales del mundo actual son:

“Riqueza sin trabajo
Placer sin conciencia
Conocimiento sin carácter
Negocio sin moral
Ciencia sin humanidad
Religión sin sacrificio
Política sin principios.”

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