19 de diciembre de 2021

SPINOZA: LIBERTAD Y RACIONALISMO

 


Por: Octavio Díaz García de León


   La idea: Baruch de Spinoza fue un pensador que abrió brecha para que la humanidad transitara hacia una sociedad secular, democrática, tolerante y basada en la razón. Trescientos cincuenta años después,  los temas que él abordó siguen teniendo vigencia porque gran parte de lo que intentó combatir sigue siendo una amenaza.

   Baruch o Bento de Spinoza nació en Ámsterdam en 1632 en el seno de una familia de prominentes mercaderes de origen portugués sefardita. Inicialmente se dedicó al comercio y luego se dedicó a estudiar los textos sagrados hebreos, ganándose la admiración de su comunidad por su inteligencia.

   Pero pronto su pensamiento evolucionó influenciado por el racionalismo de Descartes, entre otros, de quien se volvió un gran estudioso y empezó a manifestar opiniones contrarias a la ortodoxia judía, que hicieron que, a los 23 años, sin aún haber publicado nada, fuera excomulgado y expulsado de la comunidad sefardita de Ámsterdam, en los términos más duros pronunciados contra un miembro de esa comunidad (Herem).  

   Sus ideas se apartaban no solo de la ortodoxia judía, sino que atacaban a las religiones organizadas,  por lo que años después sus libros fueron incluidos en el índice de libros prohibidos por la Iglesia Católica. Al ser expulsado de su comunidad, abandonó Ámsterdam y vivió en pueblos cercanos a Leiden y La Haya subsistiendo modestamente de dar lecciones y pulir cristales ópticos.

   El Prof. Steven Nadler en su libro “Un Libro Forjado en el Infierno “ estudia y explica las principales ideas,  no del mas conocido libro de Spinoza, la “Ética”, sino de su muy controvertido “Tratado Teológico - Político”  que causó escándalo  entre sus contemporáneos y en el que plasmaba sus ideas revolucionarias.

   ¿Por qué causó tanta controversia el Tratado? Dice el Prof. Nadler que no era para menos pues en el se niega el origen divino de la Biblia, descarta la posibilidad de que existan los milagros, identifica la providencia de Dios con las leyes de la naturaleza, desestima las revelaciones de los profetas y reduce la religión a un simple código moral. De las religiones organizadas dice que son supersticiones organizadas no enraizadas en la razón sino en la ignorancia y las emociones y quienes más ganan de esa situación son los ministros que las presiden.

  Es también un ataque a la interferencia de las iglesias en los asuntos de gobierno, aspecto en el que apoyaba al gran estadista holandés  Johan de Witt quien fue un político prominente en la “Edad de Oro Holandesa” y quien fue asesinado y canibalizado por una turba pro-monárquica.

   Spinoza menciona que el culto religioso ha sido reemplazado por la adulación a Dios; la búsqueda de conocimiento con servidumbre hacia dogmas falsos; y la libertad de pensamiento y acción con la persecución de heterodoxos y no creyentes.

   ¿Por qué es importante hoy en día recordar a Spinoza? Según el Prof. Nadler, históricamente Spinoza es sin duda uno de los proponentes más elocuentes de una sociedad secular, democrática y el más fuerte defensor de la libertad y la tolerancia en los albores de la era moderna.

   Algunos de estos principios por los que se ha luchado a lo largo de casi cuatro siglos, siguen estando en peligro. El fundamentalismo religioso y su interferencia en las libertades individuales lo podemos observar en los países musulmanes, algunos de los cuales son gobernados por teocracias donde no existe separación entre Iglesia y Estado y se imponen en los individuos ritos y supersticiones que afectan a la libertad. En dichos países tampoco existe tolerancia ni otro tipo de libertades que parecía que en pleno Siglo XXI dábamos por hecho.

  También el crecimiento del fundamentalismo religioso en Estados Unidos por encima de la razón y la tolerancia, han puesto en peligro las libertades y la democracia en ese país. Esa influencia de los fundamentalismos religiosos en otros países también envenena el clima de libertades.

   Por otra parte, si bien se ha avanzado mucho en el conocimiento de la Biblia y sus orígenes, aún gran parte de la humanidad piensa que la Biblia tiene un origen divino y se debe hacer caso al pie de la letra a lo que dice.

   Existen países donde se viven fundamentalismos no religiosos, ideologías que coartan las libertades y limitan el desarrollo de las personas tales como el comunismo o el populismo. Este último ha surgido con fuerza en el mundo y el cual solo intenta preservar en el poder a dictadores autoritarios mediante la represión y la manipulación de las masas.

   En estos tiempos en que pensábamos que el uso de la razón, la ciencia y la tecnología nos pondrían por encima de supersticiones, mentiras, intolerancia y otros comportamientos que atentan contra la libertad de las personas, es tiempo de no olvidar a grandes pensadores como Spinoza que nos señalaron el camino de la razón para disfrutar de libertad y tolerancia, permanentemente en peligro. 

 Les deseo felices fiestas de fin de año y un mejor año 2022. Ante la nueva ola de SARS-COV-2 en su variante Ómicron que está por llegar como un tsunami, les pido que tomen todas las precauciones que puedan para protegerse,  porque nadie más lo hará por nosotros.

6 de diciembre de 2021

EXTRATERRESTRE

 


Por: Octavio Díaz García de León


    La idea: Ha ido cobrando fuerza en la comunidad científica la creencia de que puede existir vida inteligente en otras partes de nuestro universo. Recientemente surgió una polémica al pasar por nuestro sistema solar un inusual objeto interestelar que algunos atribuyeron a una civilización ajena a la Tierra. Existe gran resistencia por parte de los científicos a admitir la posibilidad de vida extraterrestre pero quizás es tiempo de dedicarle esfuerzo y recursos para averiguar si deveras existe.

    Al conocerse mejor la estructura de nuestro universo, se ha fortalecido la idea de que los seres humanos no son la única vida inteligente que existe. Esto se ha alimentado, además, de la imaginación de autores de libros, películas y juegos de ciencia ficción que han imaginado que sí la hay. También por el avistamiento de objetos voladores no identificados (Ovnis) y supuestos secuestros por alienígenas.

    Pero no existen a la fecha pruebas contundentes que demuestren la existencia de vida extraterrestre y por eso la comunidad científica es muy renuente a aceptar esa posibilidad y tienden a verla con mucho escepticismo y desconfianza cuando se le menciona.

     Recientemente se volvió a alimentar la polémica cuando un objeto interestelar, el primero en ser detectado, procedente de la dirección de la estrella Vega, a solo 25 años luz de la Tierra, cruzó el Sistema Solar entre septiembre y octubre de 2017. Las extrañas características de dicho objeto, al que bautizaron Oumuamua, llevaron a que científicos serios dijeran que se trataba de un objeto fabricado por una civilización extraterrestre.

    De todo ello da cuenta el profesor de astronomía de Harvard, Avi Loeb en su libro   “Extraterrestre. La Primera Señal de Vida Inteligente Más Allá de la Tierra” quien defiende con muy buenos argumentos la posibilidad de que se trató de un objeto producido por otra civilización.

   Lo importante de la discusión no es tanto si este objeto lo produjo una civilización extraterrestre, sino que lo que propone el Prof. Loeb es que se le dediquen muchos mas recursos a la búsqueda de vida en otras partes del universo.

   Existen ya iniciativas como SETI que tienen años explorando el espectro radioeléctrico en busca de señales emitidas por otras civilizaciones. Pero quizás es tiempo de ir más allá del esfuerzo realizado por esta organización sin fines de lucro, para que se le dediquen más recursos por parte de gobiernos y academia y estudiar este fenómeno con más contundencia.

   Las dimensiones del universo visible hacen suponer que las probabilidades de que haya vida inteligente en otras partes son muy altas. Para ello hay que ver los números.  Según el Prof. Loeb, tan solo en nuestra galaxia, la Vía Láctea, existen 50 mil millones de estrellas que cuentan con planetas habitables del mismo modo que la Tierra. En todo el universo se estima que podría haber 1021  (Un uno con 21 ceros) planetas habitables. Ese número es mayor que el número de granos de arena que existen en todas las playas de la Tierra.

    Dice el Prof. Loeb que gracias a Copérnico descubrimos el principio de que la ni la Tierra ni la humanidad ocupan un lugar especial en el universo y que, de hecho, el universo no tiene lugares” especiales”. El Sol y la Tierra son cuerpos insignificantes ubicados en un brazo externo de la Vía Láctea y nuestra galaxia tampoco es especial pues existen dos billones de galaxias, cada una con alrededor de 200 mil millones de estrellas.

    Nada podría justificar el pensar que estamos solos en el Universo.  El hecho de que no hayamos descubierto pruebas de vida inteligente en otras partes se puede atribuir a lo limitado de nuestros instrumentos y a la escasez de recursos que hemos dedicado para descubrirla.

    ¿Cuál sería la utilidad de conocer si existe inteligencia en otras partes del universo? Quizá con ello salgamos de nuestro provincialismo terrestre y empecemos a pensar cual es el lugar y destino de nuestra civilización en este universo multi habitado. Analizar, por ejemplo, si vale la pena contactar a otras civilizaciones o por el contrario debemos ocultarnos de ellas. El novelista chino Liu Cixin ha escrito una trilogía muy interesante sobre esta posibilidad.

    El explorar el universo en busca de vida inteligente no se debe ver como un escapismo cuando tenemos enormes problemas que resolver en la Tierra, sino como una oportunidad para abrir nuestro pensamiento a otras posibilidades,  salir de nuestro antropocentrismo e integrarnos a una visión cósmica.

    Quizá debemos pensar en la Tierra como una nave espacial que nos lleva en su deambular galáctico a la cual hay que cuidar de que no la destruyan pandemias o se autodestruya con guerras nucleares o cataclismos climáticos, pues en ella vamos los humanos y todos los seres vivos de este planeta,  en un mismo destino.

    Los hallazgos de Copérnico cambiaron la teología y la visión del mundo al quitarnos del centro del universo. Ahora toca saber cuál será el destino de la Tierra y la humanidad ante otras civilizaciones.