28 de junio de 2014

LA RESPONSABILIDAD DE LOS MÉDICOS


  @octaviodiazg

 


       No se había visto un movimiento de médicos  tan importante como el que ocurrió el pasado 22 de junio en las principales ciudades del país desde el movimiento que tuvo lugar entre  noviembre de 1964 y septiembre de 1965 de los médicos al servicio del estado. El movimiento de hace cincuenta años tuvo  que ver con reclamos de carácter laboral tales como la obtención de plazas, pagos de aguinaldo y mejoras salariales; el tratamiento que le dio el gobierno del presidente Díaz Ordaz a este movimiento fue el primer indicio de la dureza de su gobierno ya  que no aceptó las demandas y tomó medidas fuertes contra líderes y participantes. Esto fue un presagio de lo que ocurrió con el  movimiento estudiantil de 1968.  

 

       A diferencia del movimiento del 65, las protestas del 22 de junio se iniciaron contra acciones del Poder Judicial por la emisión de órdenes de aprehensión a 16 médicos en Jalisco acusados de homicidio por negligencia médica debido a la muerte de un menor que después de 50 días en terapia intensiva falleció. Por cierto, los médicos que se manifestaron en Guadalajara fueron a pedir ante la delegación de la PGR que se despenalice la negligencia médica, en lugar de acudir ante su Congreso que es quien puede modificar las leyes locales dado que son delitos del fuero común y no es competencia de la PGR. Pero confusiones aparte, la marcha del 22 de junio también se dirigió hacia el gobierno federal y los gobiernos estatales por las malas condiciones de trabajo que existen en muchos de los hospitales y clínicas del sector público (Salud, IMSS, ISSSTE)   reflejando una problemática  más de fondo.  

 

      La queja de los médicos va en el sentido de que el equipamiento, capacidad de los hospitales, disponibilidad de los insumos, su calidad, y otras limitaciones importantes en instalaciones y materiales no permiten tener las condiciones óptimas para tratar a los enfermos. Podemos deducir entonces que las muertes evitables en esos hospitales son más frecuentes de lo que nadie quisiera admitir. Es entendible entonces de que si ocurren estas muertes evitables, los médicos estén preocupados de que la culpa se les atribuya a ellos cuando existen otros factores que contribuyen.

 

      Debería entonces haber una corresponsabilidad del Congreso por no dar los recursos suficientes, o de los administradores de los sistemas de salud pública por no procurar esas condiciones óptimas, o de los organismos de fiscalización que no son capaces de parar la corrupción en las adquisiciones de medicamentos y otros insumos que los encarecen o que no tienen la calidad necesaria. Tampoco exime a hospitales del sector privado la existencia de muertes evitables ya que al  operar bajo una lógica de lucro le dan prioridad a las ganancias sobre la salud de los pacientes. Por eso se debe ver de manera integral todo el tema de atención a la salud.

 

      Pero, ¿es válida la petición de los médicos para pedir que se despenalice el homicidio por negligencia médica? ¿Qué protección tienen entonces los pacientes? Existe la Comisión Nacional de Arbitraje Médico (CONAMED), órgano desconcentrado de la Secretaría de Salud cuyo objetivo es “contribuir a resolver los conflictos suscitados entre los usuarios de servicios médicos y los prestadores de dichos servicios.” En el caso de la muerte del menor en Jalisco la CONAMED eximió de responsabilidad a los inculpados pero  el juez que giró las órdenes de aprehensión no opinó igual.  

 

      Creo que no se puede eximir a los médicos ni a ningún otro profesionista de las responsabilidades penales, civiles y administrativas en que incurran por negligencia, dolo u omisión. Pero en el caso de los médicos hay que ver en el contexto en el que operan para mejorarlo de manera urgente ya que ellos luchan todos los días contra la enfermedad y la muerte. El médico está obligado a dar todos los medios a su alcance para la cura de una enfermedad pero no puede ser responsable de si se  cura o no el paciente  ya que esto depende más de como reaccione el  organismo del enfermo. 

 

     Quizá para dirimir los casos de prácticas y abusos por parte de los malos médicos, que los hay, aparte de la CONAMED  al gremio también le hace falta un comité de ética formado solo por miembros de la profesión al que puedan ser llevados casos de conductas inadecuadas y con ello el gremio ejerza  la autocorrección. El comité deberá poder impedir que ejerzan la medicina en cualquier institución de salud aquellos médicos que incurran en  faltas graves. Este  comité para ser eficaz, deberá funcionar con honestidad y no para encubrir. También serviría para que hubiera otra instancia a la que pudieran acudir los pacientes además de la CONAMED.

 

      En paralelo y de manera urgente es necesario que el Estado Mexicano  otorgue mejores condiciones de trabajo entre salarios, insumos e instalaciones a los médicos para que puedan dar una buena atención al público. Para ello quizá sea necesaria una reorientación en el gasto público. En lugar de gastar más en carreteras, trenes rápidos y otras obras de primer mundo, sería mejor invertir en  educación y  salud. Los buenos médicos y trabajadores de la salud requieren todo el apoyo de la sociedad pero ellos también tendrán que hacer lo suyo para expulsar a los malos practicantes de su profesión.

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14 de junio de 2014

LO BUENO Y LO MALO DEL FÚTBOL


 
@octaviodiazg
 
 
     En estas semanas la mitad del mundo estará  viendo los partidos del mundial de fútbol. Y digo la mitad porque según la revista The Economist,  a la otra mitad no le interesa. En los tres países más poblados del mundo no es el fútbol el deporte predominante: China, Estados Unidos e India. Pero eso no quiere decir que no haya ganado adeptos por todo el mundo. Según la misma revista,  la Federación Internacional de Futbol Asociación (FIFA) tiene más países miembros que la ONU.

 

     Que bueno que los deportes sean populares. En un mundo donde la obesidad se ha vuelto ya una epidemia y pone en riesgo la salud de millones de personas, especialmente en México, lo más importante es que las personas hagan algún deporte y abandonen sus vidas sedentarias y sus malos hábitos de alimentación. El fútbol es de esos deportes que no requieren más que una pelota y se juega prácticamente en cualquier lugar. La revista estima que 300 millones de personas en el mundo practican el  fútbol.  

 

     Pero también los deportes generan sedentarismo y propician malos hábitos cuando en lugar de practicarlos nos sentamos enfrente de una televisión o acudimos a un estadio como espectadores y bebemos una cerveza, un refresco lleno de azúcar o una bebida alcohólica más fuerte y consumimos todo tipo de alimentos chatarra.

 

     El fútbol no es solo deporte. Es una gran oportunidad para negocios lícitos e ilícitos. Para darnos una idea del tamaño del negocio, según la revista Forbes, los ingresos que el mundial de Brasil le podría generar a la Federación Mexicana de Fútbol oscilan entre 250 y 600 millones de dólares. Eso era lo que estaba en riesgo cuando la selección mexicana  estuvo a punto de quedar fuera del mundial  y que fue salvada gracias a  que Estados Unidos ganara un partido clave y a que el sistema de repechaje le puso a la selección a un rival aún más débil que los de CONCACAF. Podemos apreciar como el fútbol se ha vuelto muy rentable en México y las franquicias de primera división una oportunidad. Claro siempre y cuando sea bien manejada y no como ocurrió con el Necaxa aquí en Aguascalientes. Por ello las dos televisoras mexicanas y más recientemente el Grupo Carso del Ing. Slim han entrado de lleno al negocio del fútbol. El negocio está compuesto por los ingresos en taquilla, las ventas de cerveza, refrescos y botanas en los estadios, la venta de camisetas y otras ropas, los patrocinios que pagan grandes marcas por  aparecer  en la ropa deportiva y usar a la selección y sus jugadores en sus comerciales y el pago de los derechos de transmisión por radio y televisión. Pero además la compraventa de jugadores se ha vuelto un negocio muy importante. El sitio especializado transfermarkt.com presenta el valor de mercado de los jugadores (Sí, como mercancía) y los clubes más importantes del mundo. Por ejemplo los mexicanos más caros son Javier Hernández con $283.7 Millones de pesos (MDP) y Giovanni Dos Santos $177 MDP.  En el mundo los más caros son Lionel Messi con valor de $2,114 MDP y Cristiano Ronaldo $1,762 MDP.  Asimismo los equipos más caros del mundo son el Barcelona con valor de $10,362 MDP y el Real Madrid con $10,061 MDP. De acuerdo con The Economist,  los 20 clubes más exitosos generaron ingresos por $96,300 MDP en la temporada 2012-2013 y el valor de la marca del equipo Bayern-Munich se estima en $11,712 MDP.  Intermediarios, clubes y los jugadores se benefician con cada transacción de compraventa de jugadores que ocurre. Una convocatoria a la selección les aumenta el precio. Por eso a veces no se explica deportivamente por qué se convocan a jugadores que no tienen la calidad para estar allí. Pero no se requiere mucha imaginación para saber lo que un club está dispuesto a ofrecerle a un director técnico de la selección para que convoque a un jugador o ponerlo a jugar unos minutos para aumentar su precio.

 

     El fútbol también es una oportunidad de negocios ilícitos.  El negocio de las apuestas ha crecido por todo el mundo y por ello ha habido una explosión de actos de corrupción para arreglar partidos. A los inicios del Mundial, empieza a surgir la duda si las fallas arbitrales como las que afectaron el juego México vs. Camerún no son debido a este tipo de arreglos. También existe una investigación en curso para ver si existió compra de votos para darle la sede del mundial a Rusia en 2018 y a Qatar en 2022. Especialmente en este último caso existen indicios de que fue arreglado.  Finalmente los equipos de fútbol también son negocios atractivos para los lavadores de dinero. En México tenemos ejemplos como el caso del anterior  dueño del Querétaro y dueño de la empresa Oceanografía, hoy en investigaciones judiciales, y los malos manejos del Necaxa durante la administración del gobernador Reynoso.

 

     El fútbol es un gran deporte si se practica. Si solo se ve por televisión no es nada saludable. Es un gran negocio y genera muchos empleos pero propicia el consumismo, el tráfico de personas (futbolistas) y en su lado más oscuro,  la corrupción y el lavado de dinero. Pero consideraciones aparte, la diversión y el espectáculo también hacen falta para distraer a todos de lo importante. Ojalá que no sea  por mucho tiempo pues mientras, el país sigue su marcha.

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8 de junio de 2014

UNA PESADILLA QUE NO SE DEBE REPETIR



@octaviodiazg


     En el baúl de los objetos olvidados aparecieron unas polvosas cartas.  Cartas de esas que se escribían en cualquier papel, con la mejor letra posible para que quien la recibiera pudiera entenderlas. Estaban en unos pequeños sobres con timbres. Un remitente con su dirección y la persona a la que iban dirigidas con domicilio en un país lejano. Gracias a que eran cartas de papel y no el efímero correo electrónico, hoy se pueden leer de nuevo.  

 

     Las cartas eran el intercambio entre una pareja de profesionistas a principios de los años ochenta.  Relatan escenas y sucesos cotidianos y son un triste recordatorio de la pesadilla que se vivía entonces. El Presidente en turno hacía poco había dicho que defendería al peso como un perro contra cualquier devaluación ante el dólar. La realidad, como todo lo que ocurría en el país, tenía que obedecerle porque era el supremo poder de la Nación. Y no era raro que aquél Presidente se confundiera al pedirle a la realidad que actuara como él quería. Su poder era parecido al poder que tuvieron los mayores gobernantes absolutos. “El Estado soy yo”,  decía Luis XIV de Francia  pero también hubiera podido  decirlo aquél Presidente en turno, al tener a sus órdenes a los tres poderes, a los tres niveles de gobierno, a todos los sindicatos, a los empresarios más poderosos y controlar con empresas estatales la mayor parte de la economía del país. Tan grande era su poder, sin ningún contrapeso u oposición,  que en una tarde estatizó la Banca al querer echar la culpa a los banqueros de lo que había sido una pésima conducción económica por parte del gobierno federal. En aquella época los presidentes se jactaban de que la Secretaría de Hacienda se manejaba desde los Pinos,  lo cual  llevó al país a una crisis que duró casi una década.  Recientemente   el ex presidente Zedillo, según una nota del periódico Reforma, dijo que al contrario  de aquella época, ahora Los Pinos se manejan desde la Secretaría de Hacienda. Tampoco es garantía de que las cosas marchen mejor.

 

     Las cartas revelan las vicisitudes cotidianas de aquella joven pareja. A pesar de que tenían buenos trabajos, lo cotidiano eran los problemas económicos.  El dinero no alcanzaba. La renta de un pequeño departamento subía cada mes, como subían los precios de todo. En las tiendas escaseaban productos que requerían algún componente importado: por ejemplo los tubos de pasta de dientes. No se podían  comprar dólares porque los bancos no podían ofrecerlos en venta; todos los dólares eran recogidos por el gobierno para tratar de hacer frente a una deuda impagable. Antes de la debacle, las personas podían abrir  cuentas en dólares, hasta que un día  fueron expropiados por el gobierno,  convertidos  por decreto en pesos al tipo de cambio oficial,  inferior al real.

      Recordemos que el tipo de cambio en febrero de 1982 pasó de 26 pesos por dólar a 45; en agosto llegó a 103; con la estatización de la banca en septiembre se fija en 70 pesos. Al iniciar el gobierno De la Madrid sube a 149 pesos por dólar; al acabar su  sexenio, un dólar cuesta 2,295 pesos; al finalizar el periodo de Salinas e iniciar el de Zedillo, el dólar llega a costar 5,762 pesos;  ya para entonces habían decidido quitarle tres ceros a la moneda pues las cifras que se manejaban cotidianamente eran multimillonarias (“Gano seis millones de pesos al mes y el libro que compré me costó solamente 25 mil pesos”  podía decir algún afortunado amigo). La moneda fraccionaria era por centenas de pesos (Tengo en mis manos una moneda de quinientos pesos con la efigie del presidente Madero y que alcanzaba para comprar  lo que hoy compra una moneda de cinco pesos). La inflación promedio anual en el sexenio de De La Madrid fue de 87% o sea que prácticamente cada año se duplicaban los precios de todo. La economía estaba en recesión  así que las empresas quebraban por no tener negocio,  no poder pagar sus deudas y la gente no podía conseguir trabajo. Los ahorros perdían valor en el banco cada día. Las tasas de interés eran menores que la inflación por lo que  se podía comprar cada vez menos con ese dinero ahorrado. Los sueldos subían cada mes pero no alcanzaban a cubrir el incremento de los precios. No había crédito al consumo de ningún tipo. Mucho menos crédito para comprar una casa o un departamento. Los bancos simplemente no prestaban. Todo lo consumía el gasto del gobierno. 

 

     La receta para llegar a este caos es sencilla: Que el gobierno gaste más de lo que recaude. Que pida prestado para pagar ese déficit. Que haya mucha obra pública que beneficie a funcionarios corruptos y a unos cuantos empresarios. Que se construyan elefantes blancos que en nada benefician a la población.  Que no haya rendición de cuentas ni instancias que combatan la corrupción para evitar que el dispendio ocurra impunemente. Que los responsables de la economía digan que la realidad es la que está mal y no sus teorías económicas. Si la receta se aplica sin cambios de nuevo, no es nada grato lo que nos espera y se volverá a repetir una historia dolorosa.  Ojalá que no.

 
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1 de junio de 2014

AUTODEFENSAS UN AÑO DESPUÉS


 

@octaviodiazg

 
      Hace unos días tuvo lugar en la  ciudad de México el Encuentro Nacional de Autodefensas en donde destacados líderes de grupos de autodefensa de todo el país y otras personalidades religiosas, políticas y activistas sociales se reunieron para hacer un frente común a favor de la autodefensa contra la inseguridad. Participaron activistas como el Padre Solalinde que se ha dedicado a la defensa de los migrantes centroamericanos que cruzan nuestro país  o caen víctimas de la delincuencia al intentarlo (se estima  que más de diez  mil de ellos han perdido la vida).
   
      El mensaje que dieron estos líderes es muy preocupante. No solo ya no confían en las autoridades sino que ya no quieren saber nada de ellas. Hacen un llamado a que las personas tomen en sus manos su propia defensa contra los delincuentes y las autoridades corrompidas. No es un llamado a la sublevación contra el Estado Mexicano pero sí a ignorarlo, a hacerlo a un lado y tomar la justicia en sus propias manos.  Hoy en día se reportan linchamientos de policías y delincuentes en diferentes partes del país. El combate abierto a la delincuencia por parte de las autodefensas se da ya en Michoacán y Guerrero. ¿Será esto lo que  nos espera por todo el país, linchamientos y combates entre civiles y delincuentes?

 
      Hace un año escribí en estas páginas un artículo sobre el fenómeno de las autodefensas y persiste  la misma pregunta que entonces: ¿son una solución al problema de la seguridad en México o una amenaza? Desafortunadamente no hay una respuesta sencilla. A veces se les percibe como una amenaza y entonces se les combate y encarcela; a veces como una  ayuda y entonces  las fuerzas federales realizan operativos conjuntos con ellas. Muestra de esta ambigüedad es lo que ha hecho el Comisionado Castillo en Michoacán: meter a la cárcel a algunos de sus líderes, pactar con otros, incorporar a las guardias rurales a algunos de ellos, hacer que registren sus armas, desarmar a los que puede, etc...

 
     El movimiento de autodefensa ha generado mucha polémica. Están quienes lo ven como un movimiento legítimo en donde la sociedad ha tomado un papel activo para defenderse de la delincuencia ante la ausencia o complicidad de las autoridades y está también la visión de quienes temen los peor de esos grupos y los comparan con las fuerzas paramilitares que combatieron a las FARC en Colombia con crueldad similar  a los delincuentes. Posiblemente la verdad esté en un punto intermedio. Con el éxito y el crecimiento de los grupos de autodefensa, especialmente en Michoacán, las autodefensas se han visto penetradas por los mismos Caballeros Templarios a quienes se suponen combaten, han sido armados por otros grupos de delincuentes con armas provenientes de Estados Unidos y es posible que tengan en sus filas a elementos de grupos rivales de los Templarios. Pero las autodefensas han tenido la virtud de finalmente hacer que el gobierno federal intente hacerse  cargo de Michoacán en donde el Estado Mexicano ya no tenía presencia por haber sido cooptadas las autoridades locales y en donde las extorsiones y el abuso a la población habían alcanzado niveles nunca antes vistos en nuestro país.

 
      Sin embargo la discusión centrada en las autodefensas es un error. La prioridad no puede estar en acabar con las autodefensas en el corto plazo sino con todo aquello que les dio origen, empezando por los delincuentes. Por ello en Michoacán no pueden ser la prioridad el desarme y control de las autodefensas. Aún falta por desarticular completamente a los Caballeros Templarios. No ha habido operativos en las grandes ciudades donde se refugian como  Morelia, Uruapan, Zamora y otras. Quedan  pendientes de recuperar muchos municipios de ese estado como por ejemplo los del oriente del estado colindantes con el Estado de México.

 
      Acabar con la delincuencia es el verdadero reto. Las autodefensas, si no acaban de ser penetradas por los delincuentes, se irán acabando al desaparecer aquello que las originó. Regresar la discusión de que hacer para acabar con la delincuencia será más provechoso para todos. Por ejemplo: restaurar las fuerzas del orden en estados y municipios mediante la profesionalización de sus policías; seguir aumentando las capacidades y número de las fuerzas federales a través de la gendarmería, la policía federal, el Ejército y la Marina; aumentar capacidades de inteligencia; fortalecer a la PGR y las procuradurías estatales; fortalecer al poder judicial;  etc. . Un aspecto estratégico es controlar nuestras fronteras: la norte para evitar el influjo de armas y dinero y la sur para evitar el influjo de drogas, migrantes ilegales y armas. Tan solo entre 2007 y 2011 se decomisaron más de 68,000 armas de fuego que alcanzarían para equipar a la mitad del Ejército Nacional. A mediados de mayo terminó en Michoacán el proceso de registro de armas de las autodefensas que operan en ese estado y se registraron alrededor de 6,400 armas de las cuales  4,500 son de uso exclusivo del ejército. Estas alcanzarían para equipar a una división del Ejército Mexicano. Otro ejemplo es Tamaulipas donde en los últimos catorce meses se han decomisado 3,790 armas de fuego.  
 

    Hay que evitar que se sigan incorporando delincuentes a las autodefensas pero no es todavía el momento de preocupase por acabar con ellas. Cuando  termine la limpia de delincuentes y se regrese la seguridad a la población entonces los grupos de autodefensa legítimos se irán acabando solos.

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