28 de marzo de 2020

COVID-19: UN CISNE NEGRO



Por: Octavio Díaz García de León.
                                   
     La idea: Todo marcha normal en la vida de las personas hasta que, de repente, surge un acontecimiento que lo altera todo. Eventos que parecen lejanos y ajenos a nosotros,  de pronto invaden nuestra vida cotidiana. Tal es el caso de la pandemia que ha llegado a México. ¿Se pudo haber previsto? Probablemente no. A no ser que nos acostumbremos a pensar que lo aparentemente imposible,  puede suceder. De esta crisis podemos aprender mucho y quizá prepararnos para la próxima pandemia.  

  En su famoso libro, “El Cisne Negro” ( https://octaviodiazgl.blogspot.com/2011/01/lo-improbable-sucede.html), Nassim Nicholas Taleb nos habla de acontecimientos a los que  llama “Cisnes Negros”. Les da ese nombre porque hasta antes de que los europeos llegaran a Australia, solo se conocían cisnes blancos. Se consideraba que era imposible que existieran los cisnes negros.

     Según el autor, estos acontecimientos tienen tres características: Primero, son sucesos totalmente raros e inesperados, ya que están fuera de cualquier expectativa racional de que puedan ocurrir; segundo, tienen un enorme impacto; y,  tercero, los seres humanos le encuentran una explicación retrospectiva.

    Sabemos que las pandemias pueden ocurrir y recordamos la “influenza española” de 1918 y 1919 o la “influenza porcina” de 2009. Lo que no podemos saber es cuando y porqué surgirán. Tal es el caso de la infección provocada por el virus Covid-19. Existe la hipótesis de que lo traían  murciélagos que se vendían en mercados de Wuhan, China,  para consumo humano y que infectaron a las primeras personas en ese lugar.

    Muy pocos países en el mundo serán capaces de  enfrentar con éxito  una pandemia de estas características. Los sistemas de salud se ven rebasados rápidamente por el crecimiento exponencial del contagio. En un artículo reciente (https://octaviodiazgl.blogspot.com/2020/02/la-pandemia-que-viene.html)  estimaba que de no hacerse absolutamente nada, en teoría,  el virus podía infectar a toda la población de México en tan solo 24 semanas. Así son los fenómenos exponenciales.

    Ante estos acontecimientos tipo “Cisne Negro”, lo que hace la diferencia entre el éxito y el fracaso para enfrentarlos, es la capacidad de respuesta.  China tardó en reaccionar pero cuando lo hizo de manera drástica, pudo contener el contagio; Corea del Sur, Taiwán y Singapur son otros casos de éxito.

    Donde la reacción fue lenta y tardía, las consecuencias tienen ya tintes de tragedia. Tal es el caso de España, Italia y Estados Unidos. En el caso de México es muy pronto para saberlo, pero existen indicios preocupantes.

    Desafortunadamente la crisis toma a nuestro país en un mal momento. Se estaban tratando de implementar nuevos sistemas de adquisiciones para reducir la corrupción y ahorrar dinero, pero estos nuevos procesos han hecho más lento el reforzamiento del sistema de salud,  lo cual se ha traducido en carencia de medicinas e insumos con instalaciones insuficientes y en mal estado.  

   Los “Cisnes Negros” también pueden alterar el destino de las personas. Desde la manera como se elige una pareja o una trayectoria profesional,  hasta un accidente que trastoca la vida de las personas. No hay mucho que se pueda hacer al respecto,  excepto aprender de dichos acontecimientos y de cómo se les puede sacar el mejor provecho.

    Una vez que pase la pandemia, el gobierno deberá darle prioridad a reforzar el sistema de salud. Para superar la crisis económica se deberán implementar medidas de emergencia en forma de estímulos y transferencias directas a las empresas y a la población que vive de negocios informales, por lo que será necesario redirigir el gasto público.

   A nivel personal sería bueno poner en práctica el Carpe Diem (Aprovechar el presente)  porque la vida es frágil y no la tenemos para siempre. No apostarle a una vida en donde nuestros planes se construyen en base a extrapolar lo que sucedió en el pasado,  sino más bien, pensar que lo inesperado, también ocurre y prepararnos para ello.

   Sobre todo, aprender a cuidar la salud. Se ha visto que las personas con mayor riesgo ante estas enfermedades son las que tienen obesidad, diabetes, hipertensión, cáncer y enfermedades cardiovasculares, respiratorias y autoinmunes, entre otras.

    Todas ellas, en su mayoría,  está en nuestra manos prevenirlas evitando:   una mala alimentación, la falta de ejercicio, el fumar, el estrés excesivo, etc. Es decir, se pueden evitar adoptando un estilo de vida más sano para estar menos expuestos a estos “Cisnes Negros” que no sabemos cuándo surgirán.

   Un “Cisne Negro” debe alertarnos de que las cosas no necesariamente serán siempre parecidas a cómo fueron antes. Estos acontecimientos son grandes rupturas en la vida de países y personas. Ojalá que esta pandemia sirva para cambiar lo que no funciona en la vida de nuestro país y en lo  personal. Lo improbable sucede con mayor frecuencia de lo que pensamos y debemos aprender a sacar provecho de ello.
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14 de marzo de 2020

HACE FALTA UNA CIA MEXICANA



Por: Octavio Díaz García de León.
                                   
     La idea: México no tiene un servicio de inteligencia dedicado a operar en el exterior. Los países con intereses geopolíticos y económicos globales, cuentan con uno que les permite recabar inteligencia acerca de lo que otras naciones amigas o adversarias piensan hacer y que pueden afectarle. Es tiempo de que México tenga un servicio de inteligencia externo que le permita favorecer sus intereses y proteger mejor a la nación.

    Entre  los servicios de inteligencia más famosos con que cuentan otros países se encuentra la Agencia Central de Inteligencia (CIA) de los Estados Unidos, el MI-6 de la Gran Bretaña y el Mossad de Israel. Pero muchos otros países también cuentan con servicios de inteligencia en el exterior muy activos y competentes. Por ejemplo, Cuba, Venezuela, Rusia, Alemania, Francia, China, Irán, etc.

   España tiene al Centro Nacional de Inteligencia (CNI), gemelo del mexicano del mismo nombre, cuyas actividades están enfocadas a proteger al país de las amenazas a la seguridad nacional. Sin embargo, a semejanza del nuestro, opera principalmente dentro del país.

    México tiene diferentes servicios de inteligencia, además del CNI, que operan en el interior del país. Está la División de Inteligencia de la Policía Federal,  el Centro Nacional de Planeación, Análisis e Información para el Combate a la Delincuencia (CENAPI) y las unidades de inteligencia militar (https://octaviodiazgl.blogspot.com/2013/01/agencias-de-inteligencia-en-mexico.html).

    Quizá la amenaza del crimen organizado, el cual ya se ha convertido en una fuerza narco guerrillera, ha obligado a plantear que la lucha contra ellos ya no es un asunto de seguridad pública sino de seguridad nacional y por ello se ha incorporado al CNI a esta lucha, desincorporándolo de la Secretaría de Gobernación y adscribiéndolo a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.

   Las amenazas a la seguridad nacional, normalmente provienen del exterior, aunque también de movimientos anti sistémicos de carácter ideológico, por ejemplo, guerrillas comunistas, o de grupos delincuenciales que disputan el gobierno de territorios tales como las narco guerrillas que hemos visto operar en Culiacán o en Celaya recientemente, utilizando tácticas militares, con alto poder de fuego y que cuentan con pequeños ejércitos.

   Para defenderse de amenazas a la seguridad nacional provenientes del exterior, los países cuentan no solo con ejércitos, fuerza aérea y armadas, sino que también tienen servicios de inteligencia que les ayudan a mitigar esas amenazas. Incluso en el caso de la CIA, esta ha ido reemplazando actividades que antes solo hacían los militares americanos, utilizando una fuerza aérea de aviones no tripulados.       ( https://www.amazon.com/s?k=confront+and+conceal&i=stripbooks-intl-ship&__mk_es_US=%C3%85M%C3%85%C5%BD%C3%95%C3%91&ref=nb_sb_noss_1 )

   Una agencia de inteligencia enfocada a identificar amenazas del exterior se dedica a   recabar información, transformarla en inteligencia y difundirla entre los tomadores de decisiones del gobierno para estar en posibilidades de contrarrestar acciones de otros países que afecten a su país. (https://www.amazon.com/-/es/Craft-Intelligence-Allen-W- Dulles/dp/8170493293/ref=tmm_hrd_swatch_0?_encoding=UTF8&qid=1584201191&sr=1-1 )

   En México hace falta una agencia de inteligencia enfocada hacia el exterior. La defensa de los intereses estratégicos del país requiere de información privilegiada, la cual sirva para la toma de decisiones de más alto nivel.

   Por ejemplo, serviría para prever y evitar la toma de una de nuestras embajadas; para negociar en condiciones más ventajosas un tratado comercial; para evitar la llegada de inmigración no deseada y detener el tráfico ilegal de personas; para evitar la explotación ilícita de recursos nacionales por extranjeros; para evitar ciberataques provenientes del exterior y en general, prevenir y evitar medidas agresivas realizadas por otros países que pretendan dañar o sacar ventaja del nuestro.

   También se requieren funciones de contrainteligencia para evitar que agentes extranjeros actúen en México con el propósito de dañar nuestras instituciones, favorecer movimientos políticos que benefician a dichos países o acciones que sirvan para beneficiar a otro país en detrimento del nuestro.

   Una agencia de inteligencia requiere tener medidas de seguridad muy estrictas tales como comunicaciones encriptadas que sean muy difíciles de violar, controles de confianza para evitar infiltrados y asegurar la confiabilidad de sus integrantes; seguridad física de sus instalaciones; controles técnicos para evitar dispositivos de intervención de comunicaciones, etc.

   De no contarse con recursos para crear una agencia nueva, quizá se podría aprovechar la infraestructura de nuestro servicio exterior, transformando una parte de él, incorporándole todas las técnicas del ciclo de inteligencia; sistematizando la información en bases de datos y explotándolas mediante inteligencia artificial y minería de datos; creando una área de contrainteligencia y reforzando las medidas de seguridad para evitar la fuga de información.

   Quizás es tiempo de tener nuestro propio equivalente a la CIA o al MI-6 para que nuestra presencia en el concierto del mundo sea de carácter más estratégico, para defender los intereses nacionales y para poder influir en el entorno de nuestro país de una manera más efectiva.
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