25 de diciembre de 2010

Bibliografía 2

Una referencia adicional para el artículo de Gorbachev, el muy discutido libro de Fukuyama:

1. "END OF HISTORY AND THE LAST MAN".  Francis Fukuyama. Free Press. 1992, 2006

Bibliografía

La mayoría de los artículos que publico están relacionados con la lectura reciente de algún libro. Como el espacio es muy reducido, me es difícil incluir las referencias bibliográficas en el artículo, aunque trato de hacer alusión a ellas.  A continuación pongo algunas referencias para estas primeras cuatro entradas.

1. "CYBER WAR. THE NEXT THREAT TO NATIONAL SECURITY AND WHAT TO DO ABOUT IT". Richard A. Clarke and Robert K. Knake. Harper Collins e-books. 2010.

2. "A HISTORY OF MODERN GERMANY, 1800-2000".  Martin Kitchen. Blackwell Publishing. 2006

3.  "STOCKHOLM INTERNATIONAL PEACE RESEARCH INSTITUTE  YEARBOOK 2010", Armaments, Disarmament and International Security. Resumen en Español.

4. "REVOLUTION 1989".  Victor Sebestyen. Wiedenfield & Nicholson ebook. 2009.

5. "AFTERSHOCK. THE NEXT ECONOMY AND AMERICA´S FUTURE". Robert B. Reich. Knopf e- book. 2010


24 de diciembre de 2010

GUERRA EN EL CIBERESPACIO

Las guerras se están dando en nuevos escenarios. Al principio las acciones militares se dieron en tierra, luego al perfeccionarse la navegación, en los mares. En el siglo XX con el desarrollo de la aviación se dieron los enfrentamientos en el espacio aéreo. Para el siglo XXI se prevén dos escenarios más: el espacio interplanetario y el ciberespacio.

El ciberespacio es de reciente creación. Surge a partir de la rápida evolución de los equipos de cómputo y de la creciente disponibilidad de las telecomunicaciones que permiten enlazar entre sí e intercambiar información a miles de millones de personas que utilizan una computadora con conexión a la red. Así es como surge la Internet. Pero no solo son las computadoras las que se conectan a esa red ubicua. También lo hacen innumerables dispositivos electrónicos, desde teléfonos celulares hasta iPads pasando por dispositivos insospechados como copiadoras conectadas a los fabricantes que monitorean el desempeño de sus equipos, estufas de cocina, la calefacción de las casas, hornos de microondas, alarmas, televisores, automóviles, cámaras y muchos otros dispositivos que se operan remotamente a través de la Internet.

En su reciente libro “Ciber Guerra: La Siguiente Amenaza a la Seguridad Nacional y que Hacer al Respecto”, Richard A. Clarke define al ciberespacio como “todas las redes de computadoras en el mundo y todo aquello que conectan y controlan. No es sólo la Internet sino esta y muchas otras redes de computadoras que se supone no están conectadas a la Internet”. El ciberespacio es vulnerable a diversos tipos de amenazas. Desde los malhechores cuyo propósito es robar dinero con diversos esquemas de estafa, hasta naciones que a través del ciberespacio desean causar daño a naciones enemigas. De acuerdo con la revista The Economist en su número del 3 de julio, el Presidente Obama estima que las pérdidas atribuidas al cibercrimen ascendieron a un billón de dólares tan solo en 2009 que se obtuvieron de robar los bienes más preciados del mundo digital: dinero, datos personales y propiedad intelectual. Por lo que respecta las naciones que usan el ciberespacio para espionaje pero que podrían también usarlo para causar caos y destrucción en otras naciones, se encuentran los Estados Unidos, Gran Bretaña, China, Rusia, Israel, Irán y Corea del Norte entre otros, quienes además cuentan ya con ciberejércitos. Existe ya el precedente de ataques militares a Estonia en 2007 y a Georgia en 2008 que coincidieron con avances en esos países de tropas rusas.

Richard Clarke plantea algunos escenarios de ataque, que además de ser casi imposibles de detener ocurrirían en menos de 15 minutos: colapso de sistemas de correo electrónico; explosión de refinerías y oleoductos; colapso de los sistemas de control aéreo; descarrilamiento de trenes; destrucción de información financiera de cuentas bancarias y de inversiones; la caída de las redes eléctricas; la pérdida de control de satélites de comunicación y militares. Todo esto produciría caos social, escasez de alimentos, y se detendría la actividad económica de los países por falta de dinero. Esto sin considerar que también ocasionaría muertes en hospitales, aviones, trenes y por explosiones de plantas nucleares y refinerías.

Si bien los escenarios pueden sonar apocalípticos la realidad es que la vida moderna está ya tan ligada a innumerables sistemas informáticos y de telecomunicaciones, que fallas masivas en esos sistemas pondrían en grave riesgo la viabilidad de cualquier país. Para lograr esos ataques existen las herramientas informáticas entre las que se encuentran por ejemplo, virus que ataquen los sistemas y las computadoras; bombas lógicas que distorsionen las instrucciones que se dan para controlar equipos clave como la presión en ductos o la actividad de una nucleoeléctrica y que las hagan funcionar mal hasta que exploten; penetración de millones de computadoras para realizar ataques orquestados contra sitios de defensa militar o instalaciones estratégicas. Clarke menciona algunas vulnerabilidades de la Internet: 1) El sistema de direccionamiento de páginas de internet ya que el tráfico puede ser desviado a sitios que se desea atacar. 2) El sistema de ruteo para enviar los paquetes de información está basado en una infraestructura con poca seguridad. 3) El hecho de que no haya un administrador único de la Internet, permite realizar acciones inapropiadas. 4) Todo lo que hace funcionar la Internet no está encriptado. Es abierto a modificaciones por cualquiera. 5) La habilidad para transmitir libremente por la Internet todo tipo de tráfico malicioso o pernicioso.

Ante estos escenarios catastróficos, algunos gobiernos empiezan a tomar medidas para contrarrestar estas amenazas creando unidades especiales de ciber guerra. Tal es el caso de la creación del Ciber Comando formado por el Pentágono en los Estados Unidos y encabezado por el Director de la Agencia de Seguridad Nacional de ese país y el Cuartel General de Comunicaciones de Gobierno de la Gran Bretaña con las capacidades más avanzadas tanto para el espionaje como para actividades de guerra y contrainteligencia. Pero no solo los gobiernos toman medidas. Las grandes empresas también ponen cada vez más atención a estas amenazas, no solo para evitar a los cibercriminales que desean robarles dinero o información valiosa sino contra estos agentes externos que desearían sabotear sus operaciones para desquiciar su actividad.

Desafortunadamente no solo son gobiernos o malhechores quienes representan una amenaza a gobiernos y empresas. Existen grupos terroristas o inclusive individuos desquiciados que intentan causar daños a los sistemas informáticos. La amenaza es ubicua pues estas personas pueden operar prácticamente desde cualquier país y son muy difíciles de detectar. Así que será necesario que se desarrollen capacidades para hacer frente a estas amenazas en este nuevo campo de batalla que es el ciberespacio.

Correo: octaviodiazgl@yahoo.com.mx

CLAROSCUROS DEL PUEBLO ALEMÁN



El  pueblo alemán es admirable pero también temible. Admirable por haber sido capaz de levantarse de la devastación enorme que sufrió por las dos guerras   mundiales, especialmente la segunda y por la dictadura comunista impuesta por la URSS en la Alemania del Este, adversidades  que superó para convertirse en unas pocas décadas en la cuarta economía más grande del mundo. Temible por la capacidad de sus ciudadanos no sólo de llevar al mundo a una guerra que causó más de 50 millones de muertos,  sino porque   cientos de miles de sus hombres  fueron capaces de asesinar a sangre fría a millones de personas indefensas entre judíos, gitanos, oponentes políticos, discapacitados y enfermos;  y millones  más fueron cómplices o por lo menos indiferentes a estas atrocidades. Luego después de la guerra, durante el régimen dictatorial de la Alemania del Este, un número importante  de alemanes mantuvieron sojuzgados a sus compatriotas a base del terror sustentado en  el aparato de espionaje policíaco mas extenso de que se tenga registro en la historia y tuvieron a su pueblo prisionero dentro de su propio país durante cuatro décadas.

Alemania tiene una extensión un poco menor que los estados de Chihuahua y Durango juntos. En esa superficie viven 82.3 millones de habitantes lo que la hace el segundo país más poblado de Europa. Sin embargo la población está dejando de crecer y la pirámide poblacional está invertida: hay más viejos que jóvenes lo cual ha atraído  a grupos migratorios de Turquía y Europa Central.  Ocupa el lugar 37 entre los países con mayor ingreso per cápita del mundo con $34,000 dólares al año. México en contraste ocupa el lugar 83 con $13,500 dólares anuales.  A eso habrá que agregar el alto nivel educativo y cultural de los alemanes;  su tecnología de vanguardia en ámbitos como las máquinas herramientas, la industria química, la farmacéutica, la financiera, la electrónica y la automovilística entre otras.  

En la década de los treinta, Hitler logró el poder absoluto mediante el terror,  la complacencia, la indiferencia o el franco apoyo de los alemanes. Mucho de este apoyo se explica porque  llevó al pueblo alemán a salir de la depresión económica de aquellos años,  proveyó de empleo a las grandes mayorías, les restableció la confianza en sí mismos y les hizo creer en una “Alemania por encima de todos en el mundo”, tal y como dice un verso del himno alemán. Echó la culpa de los males que padecía el país a  los judíos, a los comunistas y a los países que derrotaron a Alemania en la primera guerra mundial e impulsado por su maquinaria de propaganda obtuvo apoyo popular. En ese proceso de reconstrucción, Hitler benefició  a casi todos: desde los obreros  hasta los  grandes industriales. Lo logró fomentando una  economía orientada a  la guerra que iniciaría al poco tiempo de tomar el poder. La guerra  tenía el propósito de darle mayor territorio a su población, más recursos naturales y exterminar a los judíos entre otros objetivos. Para lograr esto convirtió en soldados de obediencia ciega y genocidas a alemanes aparentemente  normales, como el caso de Adolf Eichmann quien organizó la logística e implementó el holocausto y cuya mediocridad tan bien retrató Hannah Arendt.  La locura de Hitler y la disposición de millones de sus seguidores llevó a la destrucción prácticamente total del país,  a la muerte de millones de alemanes,
a la ocupación de Alemania por  las tropas aliadas, a la división del país en la parte comunista y la occidental y   a la pérdida de importantes territorios que hoy ocupan Polonia y Rusia lo cual ocasionó el desplazamiento de millones de personas.

A raíz de la derrota en la segunda guerra mundial  surgió la dictadura comunista en la Alemania ocupada por los rusos lo cual  también fue un hito lamentable en la historia de ese país. Apoyados e impulsados por sus conquistadores soviéticos,   un puñado de líderes, y un número elevado de  burócratas, soldados,  policías y espías alemanes, mantuvieron cautivo al pueblo de Alemania del Este por 40 años. El principal instrumento para lograr este sometimiento fue la policía secreta conocida como  Stasi. Tan solo en 1989 la Stasi contaba con más de 91,000 empleados de tiempo completo  y más de 174,000 informantes que representaban el 2.5% de la población de entre 18 y 60 años. En la historia de la Stasi se estima que mas de 600,000 personas colaboraron para  espiar a sus  16 millones de compatriotas con el propósito de  acabar con la disidencia y sostener a esta dictadura títere de la soviética. En el camino,  aparte de negar libertades elementales a sus ciudadanos, el régimen comunista produjo una economía ineficaz que generó gran pobreza y atraso.

Sorprende pues la capacidad para el mal que mostraron grandes segmentos del pueblo alemán en su momento, pero sorprende también la capacidad de reorientación que tuvieron para lograr hoy en día  una democracia avanzada, un país sin ambiciones de dominio mundial y una población con elevada educación, cultura y  calidad de vida. Esto puede tener  muchas explicaciones pero una de ellas es la capacidad de obedecer la autoridad y someterse a reglas. Mal encausada originó dictaduras terribles. Pero bien encausada derivó en un pueblo próspero.


                                                                       Correo: octaviodiazgl@yahoo.com.mx


ESTADOS UNIDOS Y SUS GUERRAS


Desde su independencia, los Estados Unidos se han manifestado como un país guerrero con ambiciones de dominio global. Por su cercanía, nuestro país fue una de las primeras víctimas de ese afán de expansión y conquista a mediados del siglo XIX. Luego le tocó a España perder lo que quedaba de su imperio. La primera guerra mundial llevó Estados Unidos a luchar en Europa  contra Alemania y sus aliados. La segunda guerra mundial también los hizo luchar contra japoneses, alemanes e italianos en Asia y Europa.  Durante  la guerra fría se enfrentó por todo el mundo al imperio Soviético.  Inició con la guerra de Corea, siguió con la guerra de Vietnam y terminó con el apoyo a la contrainsurgencia en América Central, entre muchos otros conflictos. Con el derrumbe del imperio soviético parecía que por fin los norteamericanos podrían reorientar su economía de guerra hacia una orientada hacia la paz. Pero no fue así.  Pronto los conflictos en Medio Oriente se convirtieron en prioridad de los Estados Unidos, siempre del lado de Israel. Pero esta intervención de Estados Unidos en Medio Oriente  incubó nuevas amenazas que se manifestaron a través de diversos  ataques terroristas de los fundamentalistas musulmanes, que culminaron el 11 de septiembre de 2001en el primer gran ataque sobre territorio norteamericano desde el ataque a Pearl Harbor por los japoneses en 1941. El Presidente Bush se lanzó en una gran guerra contra Irak y  contra el terrorismo fundamentalista de los talibanes  en Afganistán, guerra esta última  a la cual no se le ve fin pues no se ve como se pueda alcanzar la victoria militar contra un enemigo que ataca por sorpresa y que se esconde entre la población. En las guerras en las que ha participado Estados Unidos  han muerto decenas de miles de jóvenes soldados americanos y millones han quedado lisiados.  ¿Por qué lo hace Estados Unidos a un costo humano y económico tan grande?  En el discurso se dice que es contra los terroristas, por la libertad,  para extender la democracia, para propiciar el sistema capitalista, para proteger el abasto de petróleo y otras materias primas. Pero hay otra razón de la que no se habla: la  guerra es un gran negocio. El presupuesto de  defensa de los E.U. para 2010 fue de 661 miles de millones de dólares que equivale al 67% del  Producto Interno Bruto de México. De las 10 empresas proveedoras militares más grandes del mundo 6 son americanas. En conjunto 44 empresas americanas vendieron armas por un valor de 230 mil millones de dólares en 2008. En los últimos diez años la economía militar es la que le ha generado mayores empleos a aquél país. Se estima que le da empleo a 3.8 millones de  personas entre militares y trabajadores de las industrias proveedoras del  complejo militar. Ya en 1961, el Presidente de Estados Unidos, General Eisenhower,  lo había advertido en su discurso de despedida cuando dijo que Estados Unidos no debía poner en riesgo sus libertades y su democracia a manos de la influencia no deseada del complejo militar industrial de ese país. Aunque lo dijo hace 50 años, su preocupación sigue vigente como se ha demostrado recientemente en las guerras de  Irak y Afganistán.

Bajo esta lógica es de esperarse que las guerras sigan.  A falta de guerra fría siempre hay otros enemigos contra quienes pelear para mantener viva la economía de guerra. Una ya añeja pero que va creciendo,  es la guerra contra los traficantes de drogas ilícitas. Existe un interés por mantener prohibido el tráfico de drogas. No sólo por las razones ampliamente esgrimidas sino que pareciera ser  que el escalamiento en el  combate a los traficantes también se está convirtiendo  en un gran negocio para la industria militar. Tenemos por ejemplo,  el enorme crecimiento en la exportación ilegal de  armas y sistemas militares de los Estados Unidos  que alimentan a los delincuentes. También los gobiernos que combaten a la delincuencia organizada se han visto obligados a armarse y luchar contra los criminales, gastando enormes sumas en equiparse para esta guerra. No cabe duda que existe un negocio de grandes dimensiones en donde los proveedores de armas y tecnología militar se benefician grandemente. Todo ello a pesar de que cuesta muchas vidas, no sólo americanas sino  sobre todo en los países donde se combaten esas  guerras. No se sabe que tan grande sea el negocio del armamento en esta lucha contra la delincuencia, pero entre más significativo sea, menor interés habrá por parte de los Estados Unidos en terminarla pronto.

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Nota: Quisiera invitarles a que me sigan también en la versión  de internet del Heraldo de Aguascalientes en donde pueden encontrar también artículos anteriores.  La liga es: www.heraldoags.com/columnas/todo-terreno.html . Son bienvenidos sus comentarios al correo: octaviodiazgl@yahoo.com.mx.

GORBACHEV: LIBERTADOR INVOLUNTARIO


La caída del imperio soviético mostró la inviabilidad  del comunismo como una alternativa de organización social y económica de pueblos y naciones. El profesor Francis Fukuyama, en su libro “El Fin de la Historia y el Último Hombre”  diría que  las ideologías utópicas,  como el comunismo marxista,  han muerto y que lo que predominará hacia el futuro es el liberalismo democrático. El fin del imperio soviético fue prácticamente incruento. Ello se debió al impulso reformista y modernizador que intentó en vano  Mikhail Gorbachev, el último Secretario General del Partido Comunista de la Unión  Soviética, para tratar de salvar un sistema en el que creía firmemente pero que estaba ya en ruinas. Sus acciones o ausencia de ellas  resultaron, de manera inesperada, ser la puntilla que acabó con el comunismo soviético. El fin de este sistema se fue incubando a través de los años debido a su incapacidad para satisfacer las necesidades de la población. La insatisfacción de la gente crecía cuando veían el nivel de vida que tenían los países capitalistas y las carencias que ellos padecían. Los regímenes comunistas recurrieron a un estado policial para sostener sus gobiernos, el cual  suprimía libertades tales como la posibilidad de viajar a países del oeste,  e impulsaron una guerra ideológica por todo el mundo para tratar de imponer el sistema comunista, aspecto que  los llevó a enfrentarse con Estados Unidos y sus aliados y que tuvieron  al mundo por 45 años al borde de la guerra nuclear.

 Cuando Gorbachev accede al poder es un líder relativamente joven, comparado con sus antecesores que eran ya ancianos cuando llegaron al poder. Para modernizar el sistema comunista y darle viabilidad propone dos importantes líneas de acción: la llamada Perestroika que consistía en lograr  una modernización del sistema económico, y la Glasnost que pretendía otorgar una mayor libertad y apertura política. Tenía también una visión  muy diferente hacia los países satélites de la URSS. Bajo la doctrina de sus predecesores   los países de Europa del Este se consideraban  parte del imperio soviético y  sus gobernantes  simples representantes del gobierno de la URSS. Gorbachev  pensaba que los gobiernos de estos países debían  hacerse responsables del bienestar de sus pueblos y de resolver cada quien  sus problemas económicos. La URSS ya no tenía el dinero que por muchos años permitió  mantener a flote las  economías de esos países. Asimismo Gorbachev ya no estaba dispuesto a usar al ejército soviético para sostener a los regímenes de los países de Europa del  Este, los cuales  eran gobernados por odiados dictadores. Entre ellos  Todor Zhivkov en Bulgaria y Janos Kadar en Hungría que tenían ya más de 20 años en el poder. Erich Honecker, en  la Alemania del Este  quien estaba en el poder desde 1971 y Nicolae Ceausescu en Rumania desde 1965. Todos estos gobiernos se sostenían gracias al ejército soviético  y a enormes y crueles policías secretas, como la Stasi en Alemania del Este o la Securitate en Rumania. Cuando a finales de los ochentas la situación económica y de opresión en los  países del Este se hizo insostenible,   miles  de personas arriesgaban sus vidas todos los días para escapar hacia el oeste.  El final se precipitó cuando Hungría, habiendo ya derrocado a su dictador, permitió a finales de 1989 el libre tránsito hacia el oeste. Por allí empezaron a escapar en masa los alemanes del este, quienes luego lo hicieron también a través de Checoslovaquia. La decisión de Gorbachev de no utilizar al ejército soviético para sostener los regímenes de los países de Europa del Este precipitó el fin de estas dictaduras. El 9 de noviembre de 1989 cae el muro de Berlín y en unos cuantos meses cae también el régimen comunista de Alemania del Este,   iniciándose la reunificación de las dos Alemanias. Luego siguieron las caídas de los demás regímenes  en el resto de los países de Europa del Este, de una manera relativamente incruenta, excepto en  Rumania donde el odiado dictador y su esposa fueron fusilados. Al poco tiempo le llegó el turno al propio Gorbachev quien fue derrocado y así acabó  el comunismo en la  Europa del Este y Rusia.
El comunismo se niega a desaparecer por completo y pervive  en Cuba, China y Corea del Norte y recientemente ha habido  brotes que se ostentan como simpatizantes de esta ideología en Nicaragua, Venezuela, Ecuador y Bolivia. Pero gracias a Gorbachev, aunque nunca fue su intención,  se cerró el capítulo de las  luchas ideológicas del Siglo XX lo que  ha permitido que miles de millones de personas en todo el mundo hayan mejorado sus niveles de vida.

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Nota: Quisiera invitarles a que me sigan también en la versión  de internet del Heraldo de Aguascalientes en donde pueden encontrar también artículos anteriores.  La liga es: www.heraldoags.com/columnas/todo-terreno.html . Son bienvenidos sus comentarios al correo: octaviodiazgl@yahoo.com.mx.