25 de marzo de 2016

TERROR EN EUROPA

Por: Octavio Díaz García de León

     
La guerra “santa” de los terroristas “islámicos” llegó a Bélgica. Explotaron dos bombas en el aeropuerto de Bruselas y una en el metro de esa ciudad. Resultaron al menos 31 personas muertas y 270 heridas cuya única culpa fue estar insospechadamente en el lugar y a la hora equivocados. El grupo que ha reivindicado el atentado es también conocido por sus siglas en árabe: Daesh (El nombre del grupo en árabe es: “al-Dawla al-Islamiya fi al-Iraq wa al-Sham”). Y aunque ellos también se autodenominen ISIS o Estado Islámico, es mejor llamarlos Daesh porque en árabe la palabra Daesh refleja mejor lo que son estos terroristas. Entre otros significados, la palabra en árabe se puede interpretar como: “aquellos que oprimen o destrozan a otros” y también se refiere a un fanático que impone su punto de vista a otros. Además, no les gusta que les llamen Daesh, pero el lenguaje es relevante y hay que llamar a los asesinos por el nombre que sea más apropiado, aunque no les agrade. (https://www.bostonglobe.com/opinion/2014/10/09/words-matter-isis-war-use-daesh/V85GYEuasEEJgrUun0dMUP/story.html)

     La historia del Cercano Oriente tiene siglos de ser conflictiva. Más recientemente, las potencias coloniales al final de la primera guerra mundial dividieron esa región en países con fronteras artificiales, sin seguir una lógica étnica o religiosa adecuada. La tragedia de los judíos en Europa y su llegada a Palestina, especialmente a partir de la creación del estado de Israel en 1948, propició aún más inestabilidad en la región, misma que perdura hasta hoy.

    Antes de la invasión de Estados Unidos a Irak, había un frágil equilibrio en esa parte del mundo, pero no exento de convulsiones. Las últimas 5 décadas han estado marcadas por guerras e intervenciones extranjeras en esa región. Entre ellas están: la guerra de Yom Kipur entre Israel y sus vecinos árabes;  la invasión de la Unión Soviética  a Afganistán que resultó en un terrible fracaso para los soviéticos; el derrocamiento del Sha de Irán apoyado por Estados Unidos  y el establecimiento  de una  teocracia anti americana; el surgimiento del movimiento Talibán, en Afganistán -- otra teocracia  retrógrada; la guerra entre Irak e Irán que revela las profundas divisiones entre las sectas islámicas chiítas y sunnitas; la invasión de Kuwait por Irak que desató la Guerra del Golfo y que terminó con la derrota de Hussein; el surgimiento del movimiento terrorista Al Qaeda, encabezado por Osama bin Laden y que culminó en los atentados del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos.

     La invasión de Irak por parte de Estados Unidos acabó de fracturar los frágiles equilibrios en esa región.  Irak se convirtió en un estado fallido y eso permitió que surgiera el grupo Daesh que intenta instalar en esa región un califato. Estos extremistas también se han aprovechado de la guerra civil en Siria, impulsada también por Estados Unidos para derrocar al dictador Bashar al-Asad. Todo ello enmarcado en un conflicto permanente entre Israel y Palestina y por tanto entre Israel y el mundo árabe. La intervención de las potencias en esa región ha fracasado y pareciera que las erráticas intervenciones de Estados Unidos solo han empeorado las cosas.  

     En Europa, algunos clérigos radicales, desde sus mezquitas, se han convertido en los grandes reclutadores e incitadores a la violencia. Con su deseo de instaurar el Islam en todo el mundo y apegarse a lo más retrógrada de esa religión, han encontrado caldo de cultivo entre las minorías musulmanas que viven marginadas en Europa. Allí los recluta Daesh con ayuda de estos clérigos fanáticos y los envían a luchar a la región entre Siria e Irak donde están tratando de establecer su califato. Esos mismos clérigos ayudan a formar células terroristas ligadas a Daesh para cometer sus atrocidades, como lo hicieron en Bruselas y en París.    

    Ante la amenaza de Daesh, para México es tiempo de incrementar las tareas de inteligencia para detectar posibles actividades de ese grupo en nuestro país. El CISEN deberá dar muy alta prioridad a las acciones encaminadas a detectar a estos terroristas para neutralizarlos. Hay dos tipos de amenazas contra la seguridad nacional proveniente de este grupo: primero,  podrían realizar atentados dirigidos contra intereses americanos.  México está muy expuesto porque es el país donde habitan más expatriados americanos y cuyo número supera el  millón de personas; también las empresas más importantes de ese país tienen grandes intereses  en México y podrían ser un objetivo; otra posibilidad para Daesh puede ser atacar al turismo proveniente de Estados Unidos, ya que México es su  destino preferido  con más de 22 millones de visitantes al año; o los puentes y cruces fronterizos que en caso de ser destruidos podrían afectar de manera muy importante el enorme flujo de mercancías y personas que ocurre todos los días entre nuestros dos países. La otra amenaza es que Daesh utilice a nuestro país como plataforma para cometer atentados terroristas en Estados Unidos. Ambas posibilidades podrían desestabilizarnos y propiciar una intervención agresiva por parte de Estados Unidos contra México.  

    Dado que Daesh constituye una amenaza a nuestra seguridad nacional, es muy importante que el CISEN y las fuerzas armadas ya no se distraigan con el combate a la delincuencia, que debería ser una tarea para las fuerzas de seguridad pública, y se reorienten a atender esta amenaza y la de Trump, en caso de ser elegido presidente de Estados Unidos. 

________________________________________________

Twitter: @octaviodiazg         http://heraldo.mx/tag/todo-terreno/                        Correo: odiazgl@gmail.com

19 de marzo de 2016

CLAVES DEL ÉXITO DE TRUMP


Por: Octavio Díaz García de León


      A Donald Trump, precandidato del Partido Republicano a la presidencia de Estados Unidos se le ha comparado con Hitler y Mussolini ya que en algunas de sus peores facetas recuerda a aquellos dictadores. Es un demagogo con propuestas contrarias a la democracia, al respeto a los derechos humanos y a la dignidad de las personas, Sin embargo, el movimiento que lo apoya es un fenómeno diferente al fascismo italiano, español o alemán que surgieron en los años veinte del siglo pasado y tiene características peculiares a los Estados Unidos.

     El periodista Carl Bernstein ha llamado al sector del electorado americano que apoya a Trump, neofascistas. Bernstein dice de Trump que “se trata de un líder máximo, que desprecia a la democracia y sus instituciones, a la prensa y la libertad de expresión, quien justifica a la violencia y la tortura e incita al odio”.  Este discurso incendiario y mentiroso de Trump es el que ha encontrado un eco sorprendente entre la población de su país. .(http://mediamatters.org/video/2016/03/14/carl-bernstein-calls-trump-out-as-a-neo-facist/209241).

     Los expertos han tratado de entender el por qué Trump ha encontrado apoyo entre esa población que se ha caracterizado por manifestar malestar, enojo, miedo y angustia. Una explicación que ha estado circulando recientemente tiene que ver con las propuestas económicas de Trump.  Si bien tiene seguidores racistas de extrema derecha como los del Ku Klux Klan, cuyo líder le dio su apoyo, y ha tocado una fibra sensible entre personas que favorecen el autoritarismo, su propuesta económica es consistentemente contraria a la globalización, opuesta al libre comercio y proclive a echarle la culpa de los males económicos de su país, a México, a China y a los millones de indocumentados, en su mayoría mexicanos, que aportan mano de obra barata a Estados Unidos. 

      Argumentos que no se sostienen bajo un análisis un poco más riguroso pero que por su sencillez, ayudan a explicarle a los inconformes el origen de sus males. La receta la aplicó Hitler al culpar a los judíos y a la democracia de los males económicos que sufría su país siendo que los mismos se debían a otros factores como la devastación por la primera guerra mundial, la inestabilidad política, la inflación desbocada y a las condiciones abusivas del Tratado de Versalles (Que también denunció Hitler), los cuales trajeron tanto malestar económico a la Alemania de los años veinte del siglo pasado. Esta receta la ha vuelto a aplicar con éxito Trump, mediante una propuesta económica proteccionista y aislacionista, apelando a un gran segmento de la población americana que se ha visto afectada en su situación económica por la crisis del 2008 y las políticas de globalización.

     La crisis especulativa del 2008 hizo que millones de personas perdieran sus hogares, sus empleos, que la economía estuviera a punto del colapso y obligó a los contribuyentes americanos a destinar un billón de dólares para rescatar a las instituciones financieras. Pero el sacrificio no fue parejo. Mientras un número importante de personas eran empujadas a la pobreza, los banqueros responsables de la crisis cobraron cientos de millones de dólares en bonos y algunos de ellos conservaron sus empleos sin problemas. Mientras los ricos se hacen cada vez más ricos y la riqueza se concentra más, una parte de la población americana, acostumbrada a un nivel de vida cómodo, ha visto deteriorarse sus condiciones de vida y sus expectativas para el futuro son pesimistas. Todo ello explica el por qué se sienten atraídos por el discurso anti sistema y aislacionista de Trump. (http://www.theguardian.com/commentisfree/2016/mar/07/donald-trump-why-americans-support).

     Trump ya rebasó al Partido Republicano y lo más probable es que la lucha por la presidencia se dé entre Hillary Clinton y Donald Trump. Hoy en día las encuestas indican que la Sra. Clinton tiene un 47.3% de la intención de voto y Trump un 41%, o sea un 6.3% de diferencia. (http://www.realclearpolitics.com/epolls/2016/president/us/general_election_trump_vs_clinton-5491.html).  Para quienes esperan que Trump sea derrotado, este no es un dato muy alentador porque la distancia entre los punteros no es significativa y puede cambiar en el transcurso de la campaña. Podemos esperar una fuerte batalla por parte de Trump, impulsado por el tiempo de cobertura gratuito que le han dado los medios de comunicación, lo que le podría dar el triunfo.


     De ganar Trump y llevar a cabo sus promesas de campaña, México debe estar preparado para lo peor. Se podrían esperar deportaciones masivas originando una crisis de refugiados en nuestra frontera norte de proporciones difícilmente imaginables. Una guerra comercial podría dañar seriamente la viabilidad económica de nuestro país, especialmente de la industria de exportación. El muro en sí no tendría mayor trascendencia ya que no impactaría mayormente el flujo de personas hacia el norte, pero quiere que lo pague México. En cuanto a la amenaza de Trump de usar su ejército contra México de ser necesario, no hay manera de detenerla. Nuestras fuerzas armadas se han convertido más bien en fuerzas policíacas que apenas alcanzan a cubrir el territorio nacional. No tienen capacidad para enfrentar el poderío militar del vecino del norte. Esperar a que la cordura impere entre el electorado americano no es pretexto para no tener planes de contingencia en nuestro país. Urge se replantee la agenda de riesgos de seguridad nacional y contar con alternativas de acción ante la posibilidad de que Trump sea elegido y cumpla sus amenazas. ________________________________________________   Twitter: @octaviodiazg      http://heraldo.mx/tag/todo-terreno/                        Correo: odiazgl@gmail.com

12 de marzo de 2016

PEMEX EN LA CUERDA FLOJA


Por: Octavio Díaz García de León

     Las finanzas de PEMEX están en su peor momento en décadas. Debido a un declive en su producción de petróleo y una reducción de los precios del mismo en los mercados internacionales, PEMEX tuvo en 2015  la mayor pérdida desde 1993, en que se empezaron a reportar estas cifras, la cual ascendió a $146,856 millones de pesos (MDP). Esto fue impulsado por una caída en sus ingresos de $241,000 MDP (13.4%) entre 2014 y 2015.  Las pérdidas no fueron mayores gracias a que el precio de importación de la gasolina disminuyó, pero en el mercado al consumidor no han bajado los precios. Los automovilistas contribuimos a contener las pérdidas de PEMEX pagando por una gasolina mucho más cara que en Estados Unidos, de donde la importa esta empresa. Ante la emergencia, hace un mes el presidente Peña Nieto nombró como nuevo director general de PEMEX al Dr. José Antonio González Anaya en sustitución del polémico Emilio Lozoya Austin.

     PEMEX tiene un enorme problema de liquidez. A fines de diciembre les debía a sus proveedores $147,000 MDP y tenía meses de no pagar. La nueva administración pidió un crédito por $15,000 MDP para pagar a aquellos proveedores a quienes les adeude   menos de $85 MDP con lo que se podría aliviar la situación de las PYMES que le venden a PEMEX. Pero la mayor parte del adeudo persiste. Por otra parte, su viabilidad financiera de largo plazo está comprometida por, entre otras deudas, un pasivo laboral de 1.54 billones de pesos. http://www.cnnexpansion.com/negocios/2016/01/29/pemex-logra-ahorro-de-186500-mdp-en-pasivo-laboral.  

    No ayudó a evitar el deterioro de la situación de PEMEX la actuación del anterior director general, quien, por ejemplo, ordenara la adquisición de plantas innecesarias en donde se benefició más al vendedor que a PEMEX; creara una estructura excesiva de altos mandos y no lograra abatir los ya legendarios problemas de corrupción.

    Otro problema añejo y muy grave es el robo de combustibles que le cuestan a PEMEX alrededor de $18,000 MDP al año.  En 2013 se detectaron 2,612 tomas clandestinas y en 2015 crecieron a 4,239, un incremento del 62%. Es un caso más donde el estado mexicano ha sido rebasado por la delincuencia organizada. http://www.excelsior.com.mx/nacional/2015/11/23/1059027.

    El director general nombró como Director Corporativo de Administración, al Ing. Carlos Treviño quien conoce PEMEX a fondo y tuvo un papel destacado en el IMSS en un puesto equivalente. Él, junto con el director de finanzas, Juan Pablo Newman, serán clave para sacar adelante a esta empresa. Algunas de las medidas que se podrían tomar son:

1. Contrataciones transparentes.

a) Utilizar las experiencias que tuvieron en el IMSS, apoyados por la OECD y la Comisión de Competencia para asegurar condiciones justas de competencia a los proveedores.  
b) Adoptar las mejores prácticas que ha propuesto la Secretaría de la Función Pública haciendo públicas las sesiones de los comités de adquisiciones y estableciendo reglas de relación con proveedores muy estrictas.
c) Hacer públicas las declaraciones de conflicto de interés, patrimonial y fiscal de los funcionarios de PEMEX.
d) Someter a todos los compradores de la empresa a control de confianza.
e) Reforzar el papel del auditor interno en todo el proceso de contratación.
f) Usar a testigos sociales en los procesos de adquisición.

2. Combatir la corrupción.  No existen estimaciones de cuanto le cuesta la corrupción a PEMEX, pero no es difícil pensar que es significativa. Suponiendo que por combatir la corrupción se pudieran reducir los costos en un 10%, el impacto sería equivalente a $54,000 MDP (http://eleconomista.com.mx/industrias/2015/09/16/renuncia-jefe-compras-pemex). Para ello se podrían establecer convenios de colaboración con las instancias de Inteligencia del gobierno federal (CISEN, CENAPI, Policía Federal, Secciones de inteligencia militar, y la UIF de la SHCP), la PGR y la SFP para investigar y combatir actos de corrupción.

3. Robo de combustibles.  Si como ya se ha visto, el Estado Mexicano no ha podido abatir el problema, se podría recurrir a servicios de protección extranjeros del tipo de los que operan en Irak y otras zonas del mundo con alto riesgo o bien crear una fuerza de tarea mexicana especializada en combatir este delito.   

4. Sindicato.  Negociar con el sindicato un plan de rescate de la empresa. Se podría tomar como referencia el caso exitoso de la privatización de TELMEX. El Ing. Slim y su equipo fueron capaces de establecer muy buenas relaciones con el sindicato sin dejar de ser una de las empresas más rentables del mundo.

5. Consejo de Administración. Es importante que actúe como un verdadero contrapeso a las acciones de la administración tomando un papel más activo en los temas de auditoría y combate a la corrupción y deteniendo decisiones polémicas como la adquisición de plantas que no son centrales a la estrategia de la empresa o el crecimiento inmoderado de la estructura de altos mandos, como ocurrió en la gestión de Lozoya.

6. Prestaciones. Replantear, por ejemplo, el servicio médico que se puede tercerizar o sustituir por un seguro de gastos médicos que seguramente será más barato.

7. Pensiones. Buscar un esquema de financiamiento de largo plazo de las pensiones y quitarlo del balance de PEMEX.

La tarea se ve descomunal para la nueva administración de PEMEX, pero lo que está en juego no solo es el futuro de la empresa sino el del país. Ojalá en el poco tiempo que resta de esta administración puedan sacar adelante este reto.
________________________________________________
 Twitter: @octaviodiazg        http://heraldo.mx/tag/todo-terreno/                        Correo: odiazgl@gmail.com


5 de marzo de 2016

TRUMP Y EL AUTORITARISMO


Por: Octavio Díaz García de León


     Donald Trump se perfila ya como el posible candidato a la presidencia por parte del Partido Republicano para las elecciones que tendrán lugar en noviembre de este año en Estados Unidos. Para horror de los republicanos tradicionales que lo ven como un advenedizo y una amenaza para el partido por sus posiciones radicales y populistas, Trump ha logrado movilizar el voto de un amplio sector de la población americana que está inconforme con la manera en que los políticos tradicionales manejan su país, está a punto de tomar por asalto al Partido Republicano y de paso convertirse en un contendiente serio por la presidencia de aquél país con posibilidades de ganarla.

     Gran número de académicos, periodistas y personalidades americanas se han manifestado contra las posiciones que ha tomado Trump. Anne Appelbaum, por ejemplo, decía que Trump es un proponente de la tortura, las deportaciones masivas y la discriminación religiosa; pero, además, sus posiciones en materia de política exterior ponen en duda las alianzas del mundo occidental forjadas durante décadas y que Trump podría destruir de un plumazo.  (https://www.washingtonpost.com/opinions/donald-trump-and-the-end-of-nato/2016/03/04/e8c4b9ca-e146-11e5-8d98-4b3d9215ade1_story.html?tid=ss_tw-bottom)  La avalancha de críticas es inmensa pero a Trump no le hacen mella y nada parece detenerlo.

     Las figuras más destacadas del Partido Republicano siguen sin entender cómo ha podido llegar tan lejos un precandidato que ni siquiera concuerda con muchas de las posiciones de su partido y que no hace mucho apoyaba a su ahora probable rival, Hillary Clinton. En parte la culpa ha sido de ellos que lo han permitido.  Un gobernador republicano de un estado sureño, citado por el Washington Post, decía que en su estado Trump iba a la cabeza de las preferencias de los votantes por más de 10 puntos pero que él en lo personal, a pesar de tener años en el partido y conocer a muchísimos republicanos, no conocía una sola persona que fuera a votar por Trump. El movimiento de votantes no tradicionales se ha volcado a apoyar a Trump y está rebasando a los republicanos tradicionales.
  
     Ya se ha hablado mucho de las barbaridades que Trump ha dicho en su campaña, especialmente contra México y los mexicanos y sí efectivamente las llevará a cabo en caso de llegar a la presidencia. Nadie sabe cómo va a actuar, por más que algunos optimistas piensen que sus posiciones racistas y populistas son posturas de campaña y darán paso luego a un presidente moderado. Así lo creían los políticos y empresarios alemanes que ayudaron a Hitler a llegar al poder. (http://heraldo.mx/donald-trump-no-es-el-problema/).  Pero si llega a la presidencia y pone en práctica la mitad de lo que ha dicho, el daño para México podría ser incalculable.

      El fenómeno Trump es un indicio de que los votantes están cansados de los partidos políticos, de los funcionarios corruptos y de sus gobiernos, y prefieren a políticos que se salen totalmente de los cánones aceptados, enarbolando posiciones extremas. No solo se manifiesta en Estados Unidos sino también en Francia con la candidata de extrema derecha Marine Le Pen, o en Gran Bretaña con el jefe del partido laborista Jeremy Corbyn de extrema izquierda e incluso se puede notar en el éxito relativo de Bernie Sanders, el contrincante de Clinton en el Partido Demócrata, con posiciones de izquierda radicales.

     Pero también este apoyo del electorado americano a Trump proviene de un surgimiento del autoritarismo en Estados Unidos. Un artículo del periódico Vox explica el éxito de Trump: “Se piensa que las personas autoritarias expresan miedos mucho más profundos que el resto del electorado para buscar imponer el orden donde ellos perciben cambios peligrosos y expresan deseo por un líder fuerte que pueda derrotar esos miedos por medio de la fuerza. Por ello buscarán un candidato que prometa esas cosas. Y la naturaleza extrema de los miedos de las personas autoritarias y su deseo de desafiar esos retos por medio de la fuerza los empuja hacia un candidato cuyo temperamento es totalmente diferente a cualquier cosa que se haya visto en la política americana y cuyas propuestas vayan mucho más allá de las normas que son aceptables. Ese candidato es Trump.” (http://www.vox.com/2016/3/1/11127424/trump-authoritarianism). Las investigaciones que hicieron demuestran que Trump está logrando el apoyo de votantes con características autoritarias.

     Es probable que una parte del electorado en México tenga tendencias autoritarias, por lo que no es difícil que, ante el ambiente de incertidumbre, miedo y frustración que se vive y donde el electorado está cansado de los partidos y decepcionado de los gobiernos, también aquí surja ese anhelo por un candidato que tenga un perfil autoritario.  No sería raro entonces que pudiera aparecer la versión tropical de Trump en nuestro país e hiciera a un lado a partidos políticos y a los políticos tradicionales.  La tentación del autoritarismo siempre está latente ante un público desencantado que prefiere renunciar a sus libertades con tal de ver restablecido el orden y el progreso. Hitler lo demostró ampliamente y los alemanes lo eligieron democráticamente.

     En las elecciones de 2016 Estados Unidos se juega el futuro de su democracia y el resto del mundo su estabilidad, incluyendo la viabilidad de nuestro país como nación. En 2018 México podría tener su propio Trump tropical si los ciudadanos democráticos no están alertas y permiten que gane un candidato populista y autoritario.  Ninguno de los dos escenarios es alentador y habrá que estar preparados.

_____________________________________________________________

  Twitter: @octaviodiazg                              http://heraldo.mx/tag/todo-terreno/                        Correo: odiazgl@gmail.com