En una forma muy discreta el Partido Acción Nacional (PAN) acaba de celebrar 70 años de existencia. A pesar de ser el partido en el gobierno en nuestro estado y en el gobierno federal, se conocen poco su origen y sus principios. Impulsado y fundado por Manuel Gómez Morin el 14 de septiembre de 1939, fue concebido como un partido de élites universitarias para impulsar la modernización del país a través de la técnica. Para darle permanencia, sus fundadores le dieron una doctrina que se inspiró en la doctrina social de la Iglesia Católica proveniente de la Encíclica Rerum Novarum del Papa León XIII. Esta doctrina se plantea como una tercera vía entre el capitalismo y el comunismo: ni el antagonismo derivado de la lucha de clases y el estatismo que ahoga a la persona humana quitándole su dignidad, ni el capitalismo abusivo que beneficia a unos cuantos y empobrece a los demás.
Dado que la doctrina proviene de fuentes católicas se ha confundido al PAN con un partido católico. Don Manuel hizo énfasis en la separación entre política y religión y formó al PAN como un partido laico. Los principios de doctrina del PAN representaban una tercera vía política perfectamente aceptable para no católicos. Por otra parte, muchos de los fundadores e ideólogos eran católicos y fueron desde el inicio el principal apoyo de Gómez Morin. Algunos de ellos provenían de organizaciones como la Unión Nacional de Estudiantes Católicos (UNEC), representando una tendencia moderada y moderna, pero también se le unieron católicos más radicales y conservadores. Esta situación le ha dado al PAN una ambivalencia que padece a la fecha: a pesar de ser un partido laico, se siente mucho la presencia católica en sus filas.
El PAN ha pasado por diversas etapas: los primeros diez años bajo el mando de su fundador, lo hizo crecer y participar en la vida política nacional sosteniendo su carácter laico. Luego vino la etapa que va de 1949 a 1978, dominada por los católicos. Dice Soledad Loaeza que “Durante todos estos años la evolución del PAN fue en buena medida un reflejo de la doctrina, las posiciones y las estrategias del Vaticano”. De acuerdo a esta autora, entre 1949 y 1962 se dio la “confesionalización” del PAN. En la siguiente etapa, de 1962 a 1978 bajo el influjo del Concilio Vaticano II, vino un proceso de modernización importante del Partido. En esta etapa creció el voto por el PAN y se trabajó más de cerca con el gobierno para lograr abrir el régimen político a la democracia. En el periodo presidencial de López Portillo, culminó el populismo, la corrupción y la irresponsabilidad de los gobiernos de la revolución e inició la debacle del régimen. La estatización de la banca en 1982, provoca un rompimiento importante de los empresarios con el gobierno de la Revolución, bajo el cual habían crecido protegidos. Muchos de estos empresarios agraviados por las arbitrariedades y el mal gobierno, se incorporan al PAN. La presencia de los empresarios se fortalece a partir de la candidatura presidencial de Manuel Clouthier y con los triunfos electorales de Ernesto Ruffo y Francisco Barrio. Este período de gran influencia de los empresarios culmina con el triunfo de Vicente Fox en el 2000 en cuyo período presidencial pierden impulso. El Presidente Fox mantiene casi intacta a la burocracia del régimen anterior y muchos de los panistas que lo impulsaron no se incorporan al gobierno federal o lo hacen en cargos menores. A partir de 2006 ocurre un desplazamiento de los empresarios en el PAN y en el propio gobierno federal con el regreso de los viejos cuadros del Partido que a su vez habían sido desplazados años atrás.
El PAN atraviesa por una crisis de identidad que se manifiesta en ambivalencias y contradicciones. Por ejemplo, si bien el PAN encabeza al gobierno federal, la burocracia continúa siendo básicamente de afiliación priísta o perredista. El PAN no ha sabido incorporar y ganarse a la burocracia y gobierna con personas de otras filiaciones, inclusive en los puestos más altos del gobierno federal. Lo mismo ocurre en gobiernos estatales y municipales gobernados por el PAN. Otro aspecto es la disputa entre neopanistas representados en su mayoría por empresarios y panistas de viejo cuño que ha dividido innecesariamente al PAN. Asimismo persiste la ambivalencia de si el PAN es laico y moderno o católico y conservador. Sus principios de doctrina revisados en 2003 incorporan temas de origen católico considerados conservadores, tales como el sustentar que la vida se origina desde la concepción o la oposición a la manipulación de embriones con fines de investigación genética; al mismo tiempo los principios de doctrina incorporan temas de avanzada como los ambientales y los científicos. Otro aspecto contradictorio es si el PAN es un partido democrático o un partido de élites como lo concibió Gómez Morin. Hoy en día conviven elecciones democráticas internas con imposiciones de grupos y dirigentes que reparten puestos y candidaturas. Existe también una falta de congruencia cuando se critica la corrupción de gobiernos y personas de otro signo pero se tolera la de personas que entraron al PAN, como antes entraban a cualquier otro partido, para acceder al gobierno y enriquecerse a costa del erario.
El PAN acumulará ya la experiencia de 12 años al mando del gobierno federal y la de muchos gobiernos estatales y municipales, además de la experiencia de diputados y senadores. Un número importante de sus miembros y dirigentes han tenido cargos muy relevantes en gobiernos y congresos. El PAN ha demostrado que puede y sabe gobernar. Sin embargo el PAN no ha resuelto muchas de las contradicciones que lo aquejaron desde el principio. Para salir adelante necesita resolver las ambivalencias que lo han perseguido todos estos años. Es tiempo de consolidar lo aprendido y de realizar grandes definiciones para asegurar su futuro.
Bibliografía: "El Partido Acción Nacional: la larga marcha, 1939-1994. Oposición leal y partido de protesta." Soledad Loaeza. Fondo de Cultura Económica, México, D.F. 1999.
"Principios de Doctrina" www.pan.org.mx.
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