Un economista de la Universidad de Chicago ha logrado un éxito poco frecuente al publicar un libro que resume sus investigaciones. Quizá la razón sea lo extraño de las mismas. Ha investigado por ejemplo, ¿qué resulta mas peligroso para los niños, el tener en casa una alberca o una pistola? O bien la corrupción entre maestros de escuela que hacen trampa para que sus alumnos salgan mejor evaluados o el caso de los luchadores de Sumo, el deporte nacional del Japón, que también sufre de serios problemas de corrupción. El economista es el Dr. Steven D. Levitt, quien junto con el periodista Stephen J. Dubner han publicado “Freakonomics”. Traducido aproximadamente al español sería “economía de lo raro”.
Los capítulos del libro están formados por trabajos académicos publicados con anterioridad. Uno de ellos ha causado revuelo. El Dr. Levitt observó que en los años noventa en los Estados Unidos se dio una disminución muy importante en los índices de criminalidad en las grandes ciudades. Especialmente Nueva York. Entre las muchas razones que se dieron para explicar este fenómeno están: la eficacia de los sistemas policiales, cárceles mas eficientes, cambios en el mercado de las drogas, envejecimiento de la población, medidas estrictas de control de armas, fortaleza de la economía, aumento del número de policías.
Pero la mas famosa fue el programa del Alcalde de Nueva York, Rudolph Giuliani, llamado “cero tolerancia”. La idea es no tolerar ningún delito por pequeño que sea y perseguir a los delincuentes con mano dura. Por ejemplo hay que combatir a los grafiteros pues si se tolera esta pequeña infracción, al rato empezarán a ocurrir delitos cada vez mayores. Este programa fue muy famoso en su época porque se pensaba que sí daba resultados. Incluso el gobierno del Distrito Federal contrató recientemente al ex-alcalde Giuliani para tratar de abatir la delincuencia en la Cd. de México. Sobra decir que dicho programa no tuvo éxito y la Cd. de México continúa siendo de las mas peligrosas del mundo.
En Nueva York se vieron efectivamente disminuciones muy importantes en los índices de criminalidad en los años noventa. Pero resulta que en otras ciudades como Los Ángeles en donde el departamento de policía no gozaba de buena fama, también disminuyeron los índices de criminalidad. Ocurrió lo mismo en otras ciudades de Estados Unidos. Algo pasaba que no era atribuible al efecto Giuliani o a otras explicaciones que se intentaron.
El Dr. Levitt considera que el factor que mas influyó en la disminución de la criminalidad en Estados Unidos fue la legalización del aborto a partir de enero de 1973 y que tuvo como consecuencia que niños no deseados dejaran de nacer. Lo explica así: “ La mujer que no desea tener un hijo tiene muy buenas razones para ello. Quizá esté soltera o su matrimonio sea disfuncional. Tal vez considere que es demasiado pobre para criar a un niño, o que su vida es excesivamente inestable o infeliz, o que su adicción a las drogas o el alcohol dañará la salud del bebé. Quizá piense que es demasiado joven o que aun no tiene la educación suficiente. Existen mil razones para que piense que no puede proporcionar al niño un ambiente familiar sano”.
Por otra parte otros estudios muestran que la pobreza en la infancia y las familias monoparentales se encuentran entre los principales factores que pueden predecir que un niño tendrá un futuro criminal. Un factor especialmente determinante, de acuerdo al Dr. Levitt, que conduce al niño a la criminalidad es el bajo nivel educativo de la madre. En otras palabras, concluye el Dr. Levitt, “la multitud de factores que llevó a millones de mujeres a abortar también parecía predecir que si aquellos hijos hubieran llegado a nacer, habrían llevado vidas infelices y muy probablemente se habrían convertido en criminales”.
Estas conclusiones pueden resultar sorprendentes y generan controversia. Se podría pensar como un argumento a favor del aborto, pero no es el caso. Simplemente muestran un efecto que había pasado desapercibido en los Estados Unidos.
Si la verdadera causa de la criminalidad es la falta de educación de las madres y el hecho de tener hijos no deseados en ambientes de pobreza extrema y sin unidad familiar, es cuestión de que reflexionemos hacia donde encaminar nuestros esfuerzos ahora para disminuir la criminalidad en el futuro. Ciertamente no por el lado del aborto, sino por el camino de la planeación familiar, una mejor educación a los adolescentes para evitar embarazos no deseados y mejorar la educación en general de las mujeres que serán mamás. El combate a la pobreza y un sistema de apoyo a madres solteras ayudará también a evitar que esos niños tengan un futuro desventajoso e inclusive criminal.
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