4 de enero de 2011

UNA HISTORIA PARALELA

                                                                    Por: Octavio Díaz García de León

  En el libro titulado “Universos Paralelos”, el profesor de Física Teórica en la Universidad de Nueva York Michio Kaku, explica una de las mas extrañas posibilidades que nos da la física contemporánea: el hecho de que vivamos en sólo uno de los infinitos universos que han surgido en el cosmos. 

   El profesor Kaku comenta que la física cuántica se basa en que cualquier suceso posible, por fantástico que sea, puede ocurrir. Por ejemplo, que súbitamente desaparezcamos de aquí y nos materialicemos en la Luna. La probabilidad es sumamente baja pero es posible. 

   A nivel atómico sin embargo, ocurren cosas difíciles de comprender pero que hacen que el universo exista como lo conocemos. Por ejemplo, los electrones pueden estar en muchos lugares al mismo tiempo y eso hace posible tener moléculas estables y por lo tanto el mundo que vivimos. 
 
    A su vez, los científicos han determinado que es tan improbable el que haya surgido la vida en la Tierra debido a la cantidad de factores que debieron darse para que surgiera (Por ejemplo que Júpiter sea del tamaño exacto para evitar que la Tierra sea bombardeada por meteoritos) que científicos como Sir Martin Rees de la Universidad de Cambridge, dicen que la única manera de que esto haya sido posible es porque existen millones de universos paralelos.

Aquí me voy a permitir narrarles una ucronía, un relato de ficción de lo que hubiera ocurrido en un universo paralelo si la llegada de los españoles hubiera tenido otro fin.  

   Corría el año de 1495 y numerosos grupos de europeos se interesaban por venir a América. Un grupo de ellos organizó una expedición equipada con varias naves, soldados, las mejores armas y caballos. Cruzaron durante varios meses el Océano Atlántico y después de innumerables infortunios sólo llegó una de las naves a tierras de lo que hoy conocemos como México. 

   Afortunadamente dicha nave traía soldados diestros, los mejores caballos, sabios, letrados y las mejores armas. Al llegar a las costas de lo que hoy es Tabasco fueron recibidos con gran sorpresa por los nativos. Como los europeos venían en son de paz y eran sabios, pronto se dieron cuenta de la admiración que causaba su aspecto físico y el impacto que provocaban sus caballos. 

   Inmediatamente se dieron a la tarea de entender la lengua de los nativos y con grandes esfuerzos lograron comunicarse. Los indígenas les hablaban de un gran imperio que se ubicaba cientos de kilómetros tierra adentro. Era el gran imperio de los aztecas gobernado por el gran rey Ahuítzotl. Decidieron pues internarse en aquél país. 

  Poco a poco comprendieron que los confundían con dioses, en especial con el dios Quetzalcóatl. Los pueblos por los que iban pasando se encontraban sojuzgados por los aztecas. Pronto se dieron cuenta de la cruel religión que practicaban. Una vez que llegaron a la gran ciudad de México-Tenochtitlán, aprovecharon su condición de ser considerados dioses y pronto modificaron la sangrienta religión quitando los sacrificios humanos. 

   Eso hizo que pronto los aztecas hicieran las paces con los pueblos que tenían sojuzgados y que se unieran para formar un gran imperio. Con la llegada de la tecnología europea en armas, caballos, metalurgia y otras artes los azteca se convirtieron en guerreros formidables a la altura de los mejores de Europa. Los hombres blancos que se habían convertido en los dioses buenos de los aztecas, decidieron ya no volver a hacer contacto con su país de origen y prepararse para cualquier intento de conquista de otros europeos.

   Muchos años después, en 1518 el Capitán Hernán Cortés emprende su viaje de conquista a México. Al enterarse el emperador Moctezuma de la llegada de un contingente grande y bien armado de soldados que iban en son de conquista, aconsejado por sus dioses blancos, da instrucciones para que los pobladores de la costa oculten armas y caballos y se muestren atemorizados y sorprendidos como la primera vez que vieron a europeos. 

   Cortés tiene un recibimiento como si fueran dioses y les dan numerosos presentes de oro por lo que decide adentrarse en aquellas tierras. Sus soldados expresan temores pues no saben a lo que van enfrentarse y sólo tiene noticias de que es un gran reino sumamente poderoso. Algunos soldados se amotinan y empiezan a conspirar contra su Capitán. 

    Cortés hace colgar a tres amotinados y un día por la noche decide quemar sus naves. Ya sin posibilidad de retorno emprenden los soldados el camino hacia México. Los aztecas los dejan emprender la marcha esperando que se adentren algunas decenas de kilómetros para enfrentarlos con un enorme ejército que cuenta con armas similares e incluso mejores que las de los españoles. 

   Para sorpresa de Cortés y sus hombres se les enfrenta la caballería más diestra que hayan visto y los mejores guerreros que hayan conocido. Pronto son rodeados y muertos casi todos. Cortés cae prisionero y esa noche que se conoce como “La Noche Triste” llora amargamente pues al día siguiente será ejecutado con los últimos sobrevivientes. 

   El gobernador de Cuba, Velázquez, recibe informes de lo que le pasó a la expedición de Cortés y la advertencia de lo que les pasará a quienes intenten emprender el camino de la conquista de México. Velázquez manda su expedición de conquista a tierras que luego llamarán Texas. El imperio Azteca prevalece a lo largo de los siglos y los españoles los miran con respeto no pudiendo nunca derrotarlos.

   Hoy en día el Reino de México es próspero y juega en el concierto de las naciones del mundo como uno de los pocos países con raíces indígenas no colonizado nunca por europeos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario