1 de diciembre de 2013

¿QUIÉN GOBIERNA MICHOACÁN?



     Nuestra Constitución prevé que las entidades federativas tengan un gobierno libremente elegido por sus habitantes y sean parte de los Estados Unidos Mexicanos como entidades con plena autonomía y soberanía. Por ello  en  su nombre oficial se incluyen las palabras “estado libre y soberano de …”. Pero en el caso de  Michoacán parece que existen otros dos gobiernos además del oficial.

      Por una parte el gobierno federal tiene cada vez más injerencia en los asuntos de Michoacán. Diversos secretarios federales han desfilado recientemente por Morelia para anunciar apoyos, programas, ayudas financieras, campañas y otras formas de presencia federal. Recientemente el Secretario de Hacienda estuvo en Morelia  para anunciar  préstamos al estado por cerca de 7,000 millones de pesos. Asimismo el Secretario de Gobernación coordina los esfuerzos para restablecer la seguridad y en el estado se han desplegado importantes contingentes del Ejército, Marina, Policía Federal, Procuraduría General de la República y el CISEN los cuales se prevé que continúen por varios meses más sus operaciones en Michoacán. Todo ello ante la evidente incapacidad del gobierno estatal de resolver los problemas de seguridad, gobernabilidad y financieros del estado. El propio Secretario de Hacienda - Luis Videgaray -  dijo en ocasión de la firma de los apoyos financieros que  “Hoy en Michoacán está amenazado el Estado Mexicano, el estado de derecho y estamos enfrentando uno de los mayores retos de la nación”. Entendiendo la preocupación del gobierno federal y ante la incapacidad de las autoridades locales era de esperarse que el presidente Peña Nieto ordenara una fuerte intervención del gobierno federal en el estado. Por ello no sería remoto la desaparición de poderes y el  que algún personaje relevante del gobierno federal tomara las riendas del estado para ver si puede rescatarlo.  

     Pero además, lo que es mucho más preocupante, existe otro gobierno y a quien el Estado Mexicano debería estarle disputando el poder en Michoacán. Se trata del que  encabeza Servando Gómez Martínez, alias “La Tuta”,  cabeza visible del grupo delincuencial de Los Caballeros Templarios. Como muestra de las acciones políticas que este delincuente ejerce para confundir a la opinión pública se encuentran las siguientes:

1.    El envío de emisarios ante el  Senado de la República, encubiertos como empresarios y líderes sociales, pero plenamente reconocidos como operadores suyos para cabildear sus demandas ante los  senadores y hablar sobre los problemas de “seguridad” en Tierra Caliente. Estos emisarios fueron recibidos por un grupo de senadores.

2.    El uso que  hace de las redes sociales para confundir a la opinión pública. Por ejemplo el video difundido para mostrar supuestos vínculos de la Senadora “Cocoa” Calderón, hermana del ex presidente Calderón, con el propio  grupo de los Templarios. Esto a raíz de que fue la Senadora quien denunció el que se hayan recibido a emisarios de los Templarios en el Senado y a que el ex presidente Calderón combatió a estos delincuentes durante su gestión.

3.    El uso y cooptación de organizaciones de derechos humanos y la realización de manifestaciones públicas para pedir la salida de las fuerzas federales del estado.

4.     La movilización de centenares de personas en Apatzingán y otras ciudades en apoyo a la agenda y los intereses de Los Templarios, disfrazada de peticiones legítimas de la sociedad civil.

5.    La campaña permanente en los medios masivos de comunicación, en donde han sido capaces de confundir a la opinión pública y mantener su agenda de retiro de fuerzas federales y combate a las fuerzas de autodefensa como supuestas demandas legítimas de los habitantes de Tierra Caliente.

6.    El tratar de hacer ver a las fuerzas de autodefensa como parte de grupos rivales de la delincuencia organizada, a pesar del evidente apoyo que los pobladores de los municipios “liberados” les han manifestado a los grupos de autodefensa.

7.    La expulsión del obispo de Apatzingán de su ciudad, aparentemente  amenazado por haberse atrevido a denunciar las tropelías de Los Templaros y el daño que le hacen a la población.

     Para agregar a la confusión, el gobierno estatal, ante la toma de más de 13 municipios por parte de las fuerzas de autodefensa, declaró que – con el apoyo federal - no iba a permitir que dichos grupos se siguieran expandiendo hacia otros municipios. Además diversos medios denunciaron que el Secretario de Gobierno de Michoacán -ex coordinador de la campaña del actual  gobernador y ex gobernador interino -  se reunió en diversas ocasiones con La Tuta para solicitar apoyos.  Falta que el gobierno del estado se deslinde con firmeza de cualquier vínculo con Los Templarios y sobre todo, que realice  acciones de gran alcance en contra de estos delincuentes.

     Se dice  que La Tuta despacha como si gobernara el estado. Realiza reuniones periódicas en una especie de “Consejo” con diversas personalidades del estado, entre ellas empresarios y políticos locales; acuerda montos de extorsión y fija reglas. Todo esto ocurre en la otra capital de Michoacán, Apatzingán,  en donde aparentemente reside La Tuta y quien opera libremente, despacha, toma decisiones, hace política, mueve a sus huestes, realiza operaciones de propaganda, tiene sesiones de “Consejo” y puede realizar ataques simultáneos a 13 instalaciones de la CFE en todo el estado, mientras sigue operando su red delincuencial y continúa secuestrando, cobrando extorsiones y realizando otras fechorías. Llama la atención que siga en libertad siendo que no debe costar mucho trabajo que las instancias de inteligencia del gobierno federal puedan localizarlo en Apatzingán o sus inmediaciones y aprehenderlo. La pregunta es: ¿Por qué se tolera al gobierno paralelo de La Tuta y  Los Templarios?


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22 de noviembre de 2013

CAMBIAR EL MODELO EDUCATIVO



      No se necesita ir a una escuela para ser exitoso o para ser experto en algún tema. Seguramente usted conoce personas cercanas que han destacado y que no hicieron una carrera profesional. Les doy un par de ejemplos: Octavio Paz, Premio Nobel de Literatura, uno de los intelectuales más importantes del siglo XX, y Guillermo Tovar y de Teresa – recientemente fallecido – el mayor experto en arte novohispano. Pero difícilmente encontrará usted un trabajo bien remunerado o le permitirán ejercer la abogacía, la medicina o la ingeniería si no cuenta con un título profesional aunque pueda  saber más de estos temas que cualquier persona que haya ido a la universidad.

     La escuela nunca ha sido garantía de que las personas que acudan a ella, aprendan y dominen los temas que van a estudiar. ¿Por qué entonces se insiste en que el modelo de escolarización que ya tiene varios siglos de existencia y que es cada vez más obsoleto, continúe prevaleciendo como método para la educación? ¿Por qué se pone como requisito para ejercer una profesión el tener un título profesional sin importar la calidad de los conocimientos?  

     Los esquemas de enseñanza no han cambiado mucho en los últimos  siglos. Se confina a los alumnos en escuelas y se les pone un maestro al frente para enseñarles. Una larga cadena de exámenes va acreditando los avances de los alumnos y quienes aprueben todos los necesarios se les va dando pase de año y al final de cada ciclo educativo un certificado.  Este proceso se va  encadenando de tal forma que no se puede avanzar si no se van cubriendo cada uno de los requisitos previos. Hay personas que acuden a la escuela  durante más de treinta años.

      De  esta forma el sistema educativo  en México y otros países se ha masificado y en el proceso se ha burocratizado enormemente. Además,  los títulos universitarios se convirtieron en una forma de movilidad social y por eso la demanda de estudios universitarios rebasó a la oferta e hizo que instituciones como la UNAM, en su momento, demeritaran  calidad de la educación debido a la masificación. El culto al título profesional, especialmente propalado por los que sí tienen título, ha llevado a querer que todo mundo acuda a una escuela. Pero esto ha hecho que se confundan los medios (ir a la escuela) con los fines (aprender) ya que pareciera que lo importante es obtener los certificados necesarios y no lo que se aprenda.

     El modelo de educación tradicional está en vías de agotarse desde que las tecnologías de información han dado la posibilidad de acceder al conocimiento de otra manera. Si bien ya hay modelos educativos que han dado  a los niños esquemas de aprendizaje con mucha libertad para aprender, estos modelos o no han sido comprendidos, o son intentos aislados, ya que los intereses de la escuela tradicional están muy arraigados. Para no ir muy lejos, en México alrededor de 1.8 millones de personas viven de las escuelas. Ante los cambios que ha producido la tecnología en la educación y el agotamiento del modelo tradicional, sugiero algunas ideas para ir rompiendo los viejos esquemas educativos:

1.    El aprendizaje se puede dar en aulas o en cualquier otra parte. Habría que acabar con la idea de tener confinados a los niños y jóvenes en espacios cerrados  de tipo carcelario.

2.    Los horarios pueden ser libres. Cada persona es diferente en cuanto a cuales  horas aprende más.

3.    El maestro no solo debe enseñar. Debe guiar, orientar, discutir, aprender junto con sus alumnos y compartir su experiencia de vida, que puede ser valiosa.

4.    No deben existir libros de texto únicos. En un mundo con infinidad de conocimientos disponibles es absurdo confinar el conocimiento  a un limitadísimo y único libro de texto.

5.    Las personas deben poder aprender cada quien a su ritmo, de acuerdo a sus capacidades auditivas, visuales, intelectuales, etc. y no en calendarios escolares rígidos, ni en secuencia estricta.

6.    Sería bueno reducir la burocracia y la certificacionitis. Los títulos y certificados expedidos por escuelas no son las mejores formas de probar que alguien tiene los conocimientos o habilidades para hacer un trabajo.

7.    Se podrían enfatizar aspectos como aprender otro idioma; aprender a tocar un instrumento musical; desarrollar otra habilidad artística (Literatura, artes plásticas, teatro, etc.); practicar un deporte; aprender un oficio (Plomero, electricista, carpintero, mecánico, etc.); todo ello  como parte importante del proceso educativo.

8.    Se podría fomentar el autoconocimiento para que los estudiantes conozcan    sus potencialidades y tengan una mejor orientación vocacional.

9.    Se debe dar acceso a toda la tecnología disponible para que quienes quieran aprender dispongan de la vastedad de conocimientos e información que existe en el internet.

10. Habría que ofrecer medios de comunicación modernos para que quienes quieran aprender  tengan acceso vía voz, correo o video a los personajes y organizaciones que desarrollan los grandes avances de las ciencias y del campo social.

      Los desarrollos tecnológicos plantean la necesidad de  liberar a la educación de su cárcel, la escuela, ya que la manera de aprender está cambiando con la explosión de tecnologías de información y comunicaciones. Seguir impulsando un esquema educativo ya obsoleto por no afectar a una burocracia, pone en riesgo el avance de nuestro país.  
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15 de noviembre de 2013

EL NUEVO PRESUPUESTO DE EGRESOS



     Ya está listo el presupuesto de egresos de la federación (PEF) para el 2014 después de la gran polémica que causó la miscelánea fiscal.  El presupuesto de egresos normalmente  no genera la misma polémica y es lógico. Recaudar más,  cobrando más impuestos nunca le  gustará a los que tienen que pagarlos; lo que  ya no es sostenible es que sea PEMEX el que genere el 32% de los ingresos del gobierno.  Por lo pronto seguirá pendiente una reforma fiscal de gran aliento que ya no se dio este año.

     En cuanto al PEF, todos los interesados estarán viendo cuánto les toca para los  programas que beneficiarán a su comunidad.  Sin embargo no es de esperarse que haya sorpresas. El PEF tiene un alto componente inercial. Analistas mencionan que  el 90% del presupuesto ya está definido antes de su discusión en la Cámara de Diputados por lo que no hay muchas novedades en materia de nuevos programas públicos. Desafortunadamente la operación del gobierno y sus tiempos no dejan espacio para reflexionar sobre lo que necesita México en el largo plazo y cómo gastar de manera más estratégica para el desarrollo del país. Asimismo los grupos de interés que se han beneficiado por muchos años de las asignaciones presupuestales son una razón importante de porqué se mantiene la inercia en el gasto y que se vuelve muy difícil de romper.

     Aparentemente el presupuesto de 2014 trae un importante componente en materia de inversión en infraestructura, lo cual es una magnífica noticia, y una reducción en el presupuesto de SEDESOL que también es necesaria. Si bien los programas de SEDESOL ayudan a los más pobres, también es cierto que este apoyo no debería ser permanente. Tendría que darse solo hasta que vayan saliendo de su pobreza y se valgan por sí mismos sin ayuda gubernamental. Si esta autosuficiencia no se da, los programas de gobierno en esta materia no están siendo eficaces. Por otra parte la apuesta por el gasto en infraestructura es la correcta ya que  es el gran habilitador de la economía. Por ejemplo, más que darle subsidios a  empresarios, el dinero del Estado estará mejor utilizado si se les dan las condiciones para que realicen sus negocios y prosperen sus empresas. Desde estorbarles menos con trámites innecesarios  hasta darles la infraestructura que requieren para abaratar sus costos y volverse competitivos.  China ha dedicado enormes cantidades de su gasto a proyectos de infraestructura gracias a la visión de largo plazo que tienen sus dirigentes y lo cual  permitirá que la economía de ese país siga creciendo.

     En México existe una gran  lista de proyectos de infraestructura que hacen falta y que bien haría el Estado Mexicano en impulsar. Dado  que desde el año pasado se promulgó la Ley de Asociaciones Público-Privadas, se da también la oportunidad a  la participación de la iniciativa privada en estos proyectos ya que los montos de inversión que se requieren son enormes. Entre los proyectos de infraestructura que hacen falta en el país  se encuentran por ejemplo:  la  construcción de un canal interoceánico en Tehuantepec para comunicar el Atlántico con el Pacífico (Si Nicaragua lo puede hacer como ya lo ha anunciado, no veo porqué México no lo pueda hacer); la construcción del nuevo aeropuerto de la Cd. de México que es urgente; la ampliación y modernización de puertos marítimos; la ampliación y modernización de aeropuertos como el de Aguascalientes; la construcción de nuevos puentes internacionales en las principales ciudades fronterizas; la construcción de ferrocarriles rápidos que unan las principales ciudades  del país; la modernización y ampliación de todas las vías férreas del país, cuya longitud es la misma desde tiempos de Don Porfirio Díaz y el estado de las mismas bastante malo; la ampliación de carreteras en tramos saturados como la México-Querétaro; acueductos para llevar agua a los desiertos (Como lo hizo California); la construcción de plantas desalinizadoras; construcción de centros de investigación en materias como nanotecnología, biología sintética, nuevos materiales y otros aspectos de tecnología de punta (Como lo hizo Singapur).

     Hay que tomar en cuenta que estos proyectos tradicionalmente han padecido problemas de corrupción que pueden encarecerlos y desviar recursos de sus fines.  La propuesta de gasto federal del 2014 y del gasto de estados y municipios deberá ir  acompañado de un ejercicio serio por abatir la corrupción. En este sentido hay que preguntarse qué pasó con la iniciativa del presidente Peña de crear una Comisión Nacional Anticorrupción. Lo último que se sabe es que  está detenida en el Congreso, entre otras razones, porque el PAN ha insistido que dicha Comisión tenga facultades para ejercer la acción penal. Creo que urge más crear la Comisión y que empiece a operar con esquemas que ya he sugerido antes en esta columna y no detenerse en esta discusión. Después de todo,  lo relevante es la capacidad para realizar investigaciones e integrar las acusaciones que se sostengan ante un juez  sin importar si las lleva directamente la Comisión  o lo hace el ministerio público. El gasto en infraestructura aunado a un esfuerzo nacional por combatir la corrupción le daría beneficios inmensos al país. Ojalá en el futuro cercano se dediquen cantidades ambiciosas de recursos a proyectos de infraestructura que tanta falta le hacen a  México y es bueno que en el PEF  se contemplen asignaciones importantes para el próximo año.

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8 de noviembre de 2013

LOS USOS DUALES DE LA CIENCIA

POR: OCTAVIO DÍAZ GARCÍA DE LEÓN
@octaviodiazg


      Los avances científicos han traído innumerables beneficios pero también  riesgos para la humanidad  ya que pueden ser utilizados como armas. A esto se le llama uso dual de la investigación. Un ejemplo es el de la energía nuclear. Los beneficios derivados de su uso como fuente  de energía para generar electricidad  han sido inmensos, pero  las bombas atómicas, desde su creación, constituyen la mayor amenaza a la vida sobre la Tierra. Otro ejemplo, en el campo de la química, fue el poder fabricar en forma masiva el amoníaco para hacer fertilizantes pero también dio la posibilidad de producir explosivos para elaborar bombas. Un ejemplo reciente de uso de fertilizantes para fines terroristas fue el ataque de Timothy McVeigh a un edificio del gobierno federal americano en la ciudad de Oklahoma utilizando 1.8 toneladas de nitrato de amonio – fertilizante-  y otros explosivos, que causó más de 160 muertes.  

      Por ello se han elaborado tratados internacionales para evitar que productos químicos y la energía atómica sean utilizados como armas. Tal es el caso de la  “Convención sobre la Prohibición del Desarrollo, la Producción, el Almacenamiento y el Empleo de Armas Químicas y sobre su Destrucción”  y el Tratado de Tlaltelolco (“Tratado para la Prohibición de Armas Nucleares en América Latina y el Caribe”)  que le valió el Premio Nobel de la Paz al embajador Alfonso García Robles. Sin embargo el campo de los desarrollos en materia de biología sintética  va a la zaga, aun cuando ya existe una Convención de la ONU sobre Armas Biológicas, pero que no alcanza a prevenir todos los riesgos.

     En el número de noviembre de este año de la revista Foreign Affairs se ha destacado los riesgos que representan los avances en la biología sintética. Si bien esta ciencia puede desarrollar medicinas para curar enfermedades, vacunas, organismos que eliminen la contaminación ambiental y otras aplicaciones benéficas,   si no se controlan los procesos de investigación pueden desarrollarse bacterias y virus como armas. Desde la creación de la primera bacteria sintética se dieron advertencias sobre ello.  En 2011 se realizaron experimentos para que el virus H5N1 que actualmente solo se transmite de animales a humanos  se pudiera transmitir entre humanos. La controversia llegó incluso a impedir que se publicara el artículo que describía el procedimiento. Y es que este virus de influenza provoca una mortalidad del 59%. En comparación, el virus que causó la pandemia de influenza “española” en 1918 provocó una mortalidad de 50 millones de personas, tenía solo una mortalidad de 2.5%. Hoy en día los virus de la influenza son los que representan la mayor amenaza a la humanidad por su capacidad de transmitirse por el aire y por la elevada mortalidad que provocan algunas variedades de estos virus. El problema se agrava ya que han caído las barreras para crear virus y bacterias sintéticas, su costo de producción se ha abaratado mucho y ya no solo biólogos son capaces de desarrollar estos materiales.  Además la información está disponible en  internet y ya existen muchos laboratorios que surten precursores de estos materiales lo que la hace accesible a posibles terroristas o países que deseen usarlos con fines bélicos.

     En México ya existen medidas para vigilar a las sustancias químicas con uso dual. Para ello se promulgó la “Ley Federal para el Control de Sustancias Químicas Susceptibles de Desvío para la Fabricación de Armas Químicas” en julio de 2009. Dicha Ley faculta para revisiones y supervisiones de la industria
 química a la Secretaría de Gobernación a través del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN) y a su  departamento llamado Autoridad Nacional. Por cierto,  el haberlo ubicado  en esta institución es un error, ya que es muy inusual que una agencia de inteligencia tenga tratos con el público para atender trámites, dar permisos, etc. Más bien debió haber quedado a cargo de la Secretaría de la Defensa Nacional. Pero con estos instrumentos México ya vigila el uso de sustancias con funciones químicas duales. Sustancias que pueden usarse para producir productos industriales y de consumo  o bien  como armas de destrucción masiva tales como el gas sarín, recientemente utilizado en Siria y que mató a centenares de civiles. La lista de las sustancias controladas se encuentra en un anexo de la Ley y todo ello puede consultarse en el portal www.autoridadnacional.gob.mx.

     De la misma forma como se han desarrollado estos instrumentos para controlar sustancias químicas de uso dual, es muy importante que el gobierno federal desarrolle otros similares para prevenir  las amenazas que se han identificado con los usos duales de productos biológicos. Para ello es necesario una Ley que regule la fabricación, comercialización y almacenamiento de materiales biológicos de uso dual y que  esta Ley contemple una Autoridad Nacional en esta materia que pueda revisar e inspeccionar laboratorios, vigilar las importaciones y exportaciones de estos materiales e incluso prohibirlas, entre otras actividades. Asimismo ante el impacto de una pandemia natural como la del virus de la influenza H1N1 que tanto nos afectó en el 2009 hace falta reforzar los mecanismos de seguridad, inteligencia y protección civil que permita reaccionar mejor ante estas amenazas ya que son muy grandes los riesgos a la seguridad nacional ante el posible brote de uno de estas pandemias de influenza o ante organismos biológicos creados con fines terroristas.


Nota: 

Como bien me hizo notar Octavio Díaz Jr. El dato de mortalidad de la influenza española que en el articulo de Foreign Affairs indica que es de 2.5% no es lógico. Si se estima en 50 millones de muertes los infectados hubieran tenido que ser 2000 millones de personas. casi toda la humanidad.  Voy a buscar otra fuente. 

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31 de octubre de 2013

NUEVAMENTE MICHOACÁN



        Otra vez las noticias sobre Michoacán en materia de seguridad vuelven a ser alarmantes. Se atribuye al grupo delictivo de los Caballeros Templarios el haber realizado ataques a 18 instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad en alrededor de 14 municipios de ese estado que dejaron sin energía eléctrica a más de 420,000 personas; también hubo ataques a cuatro gasolineras, dos en Morelia, una en Tarímbaro  y otra más en Apatzingán. Todos ellos en una acción simultánea durante las primeras tres horas del 27 de octubre. Esto ocurrió al día siguiente de una marcha de grupos de autodefensa que entraron a Apatzingán escoltados por el ejército  y que provocó enfrentamientos que dejaron al menos 5 muertos. Coincide también con el retorno del gobernador Fausto Vallejo quien estuvo con licencia por varios meses después de recibir un trasplante de hígado y quien tuvo dificultades para retomar el cargo ante la reticencia del gobernador interino por devolverle el mando.

      En un excelente artículo de Jaime Rivera –investigador de la Universidad Michoacana- en el número de septiembre de la revista Nexos, se hace un recuento de la gravedad de la situación en Michoacán. Rivera señala cuatro grandes problemas que aquejan al estado: la inseguridad provocada por el grupo delictivo de Los Templarios; la conflictividad magisterial en busca siempre de mejores prestaciones  y la degradación educativa derivada de la pérdida de control  del magisterio por parte de las autoridades; la conflictividad social que extrae prebendas a base de marchas y chantajes cada vez más violentos; y la quiebra financiera del estado. Todo ello tiene décadas de gestación y simplemente está haciendo crisis ahora, agravada por la pésima gestión de los últimos gobernadores, quienes tomaron la actitud de  “dejar hacer, dejar pasar” y prefirieron someterse a estos grupos de poder antes que enfrentarlos.   Algunos congresistas federales  están pidiendo la desaparición de poderes en el estado lo cual  es irónico porque hace mucho que no hay poderes que gobiernen en Michoacán. No sé si sirva de algo destituir al gobernador actual, a menos que llegara un personaje con el tamaño y apoyo para tomar el control del Estado.

     Se ha tratado de atender estos problemas con soluciones ya  un poco trilladas y que no han dado resultados por falta de interés o por deficiencias en su implementación: profesionalizar a las policías; depurarlas mediante el control de confianza; usar la intervención masiva del ejército, la marina y la policía federal; o  aceptando todas las demandas de los grupos de poder a cambio de una supuesta paz social. Van algunas ideas a ver si algo nuevo puede ayudar:

1.    Los grupos delictivos como los Templarios pueden operar con impunidad porque tienen una base de apoyo social muy importante. Este deriva de: la seguridad que otorgan a quienes aceptan su protección; de un discurso y acciones populistas que atraen seguidores; y de un número muy importante de jóvenes desempleados para quienes unirse a ellos es una opción de desarrollo económico. También porque tienen mucho dinero y armas de alto poder. Habrá que empezar porque el Estado Mexicano recupere el apoyo social perdido. Un indicio de la erosión del apoyo social que están sufriendo los Templarios es la aparición de las guardias comunitarias quienes se han armado para defenderse de sus extorsiones y abusos. Quizá se podría  apoyar a estas guardias comunitarias, con entrenamiento, armas y recursos  bajo el control del ejército, para que ayuden a combatir a los delincuentes. Poner al frente de ellas inclusive a militares. Asimismo  hay que disputarle el recurso humano al crimen organizado: reenfocar el  servicio militar obligatorio para que aleje a los jóvenes de los criminales; fortalecer organizaciones como el Pentatlón Universitario que los mantenga al margen de los delincuentes;  darles  subsidios en forma de sueldo  a los jóvenes sin empleo,  a cambio de que trabajen, en lo que sea, para el Estado Mexicano. Por último, habría que cortarles a los grupos delincuenciales el acceso al dinero  ilícito y poner un cerco al paso de armas.

2.    El magisterio, especialmente la CNTE, se ha mostrado en rebeldía ante las autoridades locales sin que estas hayan podido hacerse cargo de ellos.   Habría que regresarle al gobierno federal el control de la educación en Michoacán. Quizá la federación podría retomar el control del magisterio.

3.    Para los grupos de presión que recurren a la violencia y el chantaje, la receta es muy sencilla: aplicar todo el peso de la ley. Para ello se requiere  un gobierno que no sea timorato en la aplicación de la ley ni que prefiera negociarla.

4.  Respecto a las finanzas del estado, urge una renegociación con los acreedores. Empezando con el gobierno federal. Ampliar plazos de pago, obtener periodos de gracia, posponer pagos de principal a cuenta de transferencias federales. También es necesario aumentar la recaudación local eficientando sistemas y atacando la evasión. Otro aspecto indispensable es levantar la economía estatal atrayendo turismo e inversión que generen empleo, impuestos y derrama económica.  Habrá que resolver primero los tres puntos anteriores y establecer un clima laboral favorable a las inversiones.
  
No se ve fácil la solución a lo que ocurre en Michoacán pero es urgente recuperar el estado para sus habitantes. Lo que está en juego no es Michoacán, sino el resto del país.
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25 de octubre de 2013

LOS VECINOS NOS ESPÍAN




     Según revelaciones recientes del ex contratista Snowden de la “National Security Agency” (NSA) - una de las agencias de espionaje de Estados Unidos - a la revista alemana Der Spiegel,  ésta agencia obtuvo en el 2010  260 informes muy valiosos de comunicaciones entre el presidente Calderón y su equipo de trabajo,  penetrando un servidor de correo de la Presidencia de la República.  Ya anteriormente Snowden también había revelado que se intervinieron llamadas de los celulares del candidato Peña Nieto y 9 de sus más cercanos colaboradores  durante dos semanas antes de las elecciones y se interceptaron 85,489 mensajes de texto, algunos de ellos del propio candidato Peña.

     Como mencioné en artículos anteriores, el espionaje es una práctica que se ha utilizado desde tiempos inmemoriales para obtener información de los enemigos y adversarios de reinos o naciones. En esta lógica, casi todos los países tienen servicios de espionaje y realizan labores de inteligencia en otros países para efectos de seguridad nacional o para obtener ventajas comerciales y diplomáticas. El espionaje de que fueron objeto los presidentes Calderón y Peña Nieto por parte de Estados Unidos es algo muy grave dadas las buenas relaciones que existen entre los dos países. El ex presidente Calderón impulsó una cooperación con los Estados Unidos en materia de seguridad que prácticamente no tiene precedentes. Permitió que la CIA, la DEA y militares americanos operaran en una base militar mexicana en el norte de México para realizar labores de inteligencia; dio permiso a 54 agentes de la DEA para operar en México; permitió que aviones de aquél país realizaran labores de espionaje en territorio mexicano; y permitió la instalación de una oficina de inteligencia operada por agentes americanos  en pleno paseo de la Reforma en la Cd. de México (Información tomada de notas periodísticas). Además impulsó la Iniciativa Mérida y llevó la cooperación con ese país en materia de seguridad  a un nivel muy alto. Es lamentable que Estados Unidos haya abusado de la confianza que el gobierno de México le confirió para que sus agencias de seguridad operaran en México.

     El presidente Peña  ha venido reduciendo las libertades que gozaron los servicios de inteligencia americanos el sexenio anterior poniendo orden en la relación entre agencias de seguridad de los dos países. Para ello ha nombrado como único punto de contacto al Secretario de Gobernación. Anteriormente las diversas agencias americanas interaccionaban directamente con sus contrapartes y seleccionaban a quien darles  información, por ejemplo, para la captura de delincuentes.

     Las revelaciones de Snowden ponen en entredicho la cooperación con Estados Unidos para recabar inteligencia. Esta experiencia debe servir para que quienes estén a cargo de estas tareas por parte de México sean muy cuidadosos en futuros esquemas de trabajo con las  agencias de seguridad americanas y se debe replantear la actuación en México de dichas agencias. Algunos puntos a considerar podrían ser:

     Primero, se requiere presentar una enérgica protesta diplomática y redefinir las reglas del juego. Las agencias americanas ya no pueden gozar de la libertad que tenían el sexenio pasado para actuar en nuestro país. Inclusive habría que suspender temporalmente la cooperación en materia de inteligencia con ese país hasta en tanto se acuerdan  nuevas reglas. El nuevo esquema de trabajo requeriría definir lo que estará permitido que hagan esas agencias en nuestro país. La actuación de dichas agencias debería excluir el espionaje a funcionarios mexicanos, ya no se diga a nuestro presidente, y el realizar actividades de inteligencia no relacionadas con la agenda común de los dos países. Sería bueno también pedirles reciprocidad para la actuación de agencias mexicanas en aquél país. Después de todo, muchos de los delincuentes que introducen drogas en Estados Unidos  traen armas y dinero ilegal de regreso a México y podrían ser investigados por agentes mexicanos  que  recabaran  inteligencia en aquél país.

     Segundo, se requiere tener un servicio de contrainteligencia de primer mundo para tener la posibilidad de contrarrestar las actividades de inteligencia de Estados Unidos y otros países. Este servicio de contrainteligencia deberá estar separado de las agencias mexicanas de inteligencia existentes para que pueda operar  con libertad y vigilar a las propias agencias que pudieron haber sido penetradas por los servicios americanos. Las capacidades de esta nueva agencia deberán estar basadas en tecnología de vanguardia, instalaciones apropiadas y contar con personal de primer nivel. No es difícil hacer esto. La tecnología se podría obtener a través de alianzas con países neutrales a la relación México – Estados Unidos, como España,  que tiene las capacidades necesarias para ayudarnos,  y realizar el reclutamiento de agentes y demás personal de apoyo entre agentes ya existentes que pasen exámenes rigurosos de selección y control de confianza.

     Tercero, habría que pensar en desarrollar una agencia  de inteligencia que actúe con eficacia en el extranjero, incluyendo Estados Unidos. La identificación  de amenazas a la seguridad nacional  ha estado orientada más al ámbito interno que al externo y hace falta  recabar inteligencia que ayude a mejorar las relaciones comerciales y diplomáticas de nuestro país. No se cuenta actualmente con un servicio de inteligencia a la manera de la CIA, el MI6 o el Mossad. En este juego de espías en que se han convertido las relaciones entre países, no queda más remedio que México tenga capacidades de primer mundo para actuar en el extranjero  y acotar la injerencia de las agencias de inteligencia extranjeras en nuestro país.



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19 de octubre de 2013

LA REFORMA EDUCATIVA PENDIENTE


 
 
     No se sabe si las reformas que se han planteado recientemente sirvan para mejorar la educación o solo sirvan para tratar de controlar a la burocracia educativa que ha rebasado a todos. Es cierto que es bueno que las plazas de profesores no sean hereditarias; que se desmonten los privilegios que habían acumulado los líderes sindicales en detrimento de sus propios agremiados; que se atienda el problema de las normales que gradúan profesores que quizá ya no se vayan a necesitar por el cambio en la demografía del país en donde cada vez va a haber menos niños; que se evalúe a los maestros para ver si están logrando los objetivos que deben cumplir; que se haga un censo de escuelas, profesores y trabajadores de la educación ya que se perdió el control de cifras y nombres. Todo ello hace falta porque es necesario tratar de retomar el control del monstruo burocrático en que se ha convertido la educación de este país y que consume el 17.5 % del presupuesto federal (Unos 600 mil millones de pesos),  emplea a alrededor de un 1.8 millones de personas y no da los resultados que permitan poner a nuestro país a la vanguardia en el mundo.

 
     La escuela como la conocemos es heredera de siglos de tradición. En la edad media, cuando no había libros o eran muy escasos, la única manera de transmitir conocimiento era con el ejercicio y uso intensivo de la memoria. El cerebro era el mejor lugar para almacenar información. Entonces tenía sentido la repetición exhaustiva, la memorización a rajatabla, los exámenes en donde se probaba la memoria. Tenía sentido que el que más supiera se convirtiera en profesor y repitiera ante sus alumnos lo aprendido. Siglos más tarde ya había más libros y se fue ampliando el conocimiento pero los métodos educativos no habían cambiado mucho. El profesor tenía el mismo papel, dictando literalmente las lecciones porque los libros seguían siendo escasos y las bibliotecas eran un lujo que pocos lugares se podían dar. Con el advenimiento de la revolución industrial, la escuela sirvió también para otros propósitos. Por ejemplo, para acostumbrar a los futuros trabajadores a horarios fijos; para acostumbrarlos a estar en espacios cerrados con la atención puesta en el jefe o profesor que dictaba instrucciones para ser obedecidas sin chistar; para escuchar sin cuestionar y guardando silencio; para permitir que los padres de los alumnos acudieran a las fábricas sin tener que preocuparse por sus niños que se encontraban encerrados y seguros en las escuelas. Así floreció la escuela como cárcel y como fábrica de personas escolarizadas.

 

      Con la educación industrial llegó la burocracia educativa: las escuelas proliferaron por todo el país; las normales crecieron; los supervisores y sus jefes  se multiplicaron;  los que diseñaban los grandes programas educativos nacionales aumentaron. Se inventaron los libros de texto únicos con ediciones de decenas de millones de ejemplares que  son un absurdo que perdura hasta nuestros días. El sindicato creció; los comisionados se elevaron; los dirigentes se enriquecieron; las negociaciones salariales se volvieron centro de la discusión y el que los niños aprendieran pasó a segundo término.  Los títulos y certificados de todo tipo se volvieron indispensables para que las personas pudieran tener acceso a los empleos mejor remunerados sin importar si tenían  los conocimientos.

 

     En la revista Wired de noviembre de este año aparece en la portada una niña de Matamoros, Tamaulipas: Paloma Noyola. Producto de una escuela pública sin recursos y que está ubicada junto a un tiradero de basura en esa ciudad. La revista no la pone como ejemplo de los malos resultados de nuestra burocracia educativa. La muestra como ejemplo de lo que puede lograr una reforma educativa al margen de la burocracia: la que logró su profesor Juárez Correa  con ella y sus compañeros. Paloma logró la puntuación más alta en matemáticas de la prueba Enlace en todo el país el año pasado y sus compañeros están en el 1% más alto de las calificaciones de esa prueba. ¿Qué hizo el profesor Juárez para lograr resultados de primer mundo? Dejó de lado las metodologías aburridas que se diseñan centralmente en alguna oficina de la Cd. de México, que no motivan ni a los niños ni a los profesores. Tomando ideas de un profesor hindú, Sugata Mitra,  y recorriendo la internet en busca de mejores métodos de enseñanza, el profesor Juárez Correa encontró que había que estimular la curiosidad de los niños, darles libertad para aprender, ponerles retos,  permitirles trabajar en equipo y él, en lugar de ser un “dictador”, se convirtió en un facilitador para ayudares a que aprendieran por sí mismos. No son métodos nuevos pero sí ignorados por nuestra burocracia educativa.   

 

    En las recientes discusiones sobre la reforma educativa, nunca se habló de  métodos como el del profesor Juárez, que sí dan resultados. Tampoco se habló de implementar formas de enseñanza novedosas que permitan poner a la educación a la vanguardia. Se habló de plazas, prebendas, horarios, exámenes, etc.  pero no se tocó a lo verdaderamente importante. La reforma educativa que sigue pendiente  es la que permita mejorar la educación, no la que permita controlar a la burocracia educativa.

  

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12 de octubre de 2013

ACUERDOS PENDIENTES



     Desde la independencia de nuestro país han faltado grandes acuerdos nacionales de a dónde y cómo  debe enfocarse el gobierno a través de las leyes y políticas públicas para hacer a nuestra nación próspera y sustentable. En el siglo XIX y principios del siglo XX la falta de acuerdos derivó en guerras fratricidas, invasiones, pérdidas de territorio y otras catástrofes. Desde los años treinta del siglo pasado México ha aprendido a manejar mejor los desacuerdos. Ya no hay levantamientos, rebeliones, pérdida de territorio y otras calamidades. El país se ha vuelto más civilizado para procesar las  diferencias y  es un gran logro; pero el problema de fondo persiste: el país no avanza ni mejora a la velocidad que su población lo requiere. A lo largo de la vida  independiente del país quizá hubo  importantes  consensos nacionales, por la razón o por la fuerza, en la Presidencia de Porfirio Díaz y en los periodos presidenciales cuando gobernó el PRI prácticamente sin oposición. No que la situación económica y social fuera buena, sino que había cierta conformidad y acuerdo de las élites acerca de  cómo se conducía el país. Hubo desde luego sectores disidentes pero estaban focalizados en  demandas gremiales  y fueron contenidos o reprimidos en su momento.

     Francisco I. Madero, empresario destacado, rompió ese acuerdo entre las élites porfirianas   y precipitó la caída de Díaz; luego vino  una década de luchas armadas fratricidas cuando las élites no lograban ponerse de acuerdo. En la era de gobiernos del PRI a partir de Cárdenas, se alcanzaron los consensos posrevolucionarios a través de un sistema corporativista, un partido hegemónico y un presidente con poderes extralegales extraordinarios. No sé exactamente cuándo se rompió el consenso de la posrevolución. Quizá con el endurecimiento del sistema en la época de Díaz Ordaz que culminó con la represión estudiantil de 1968;  o bien en la época de Echeverría y López Portillo con sus crisis económicas y que culminó  con  la estatización de la banca y el consecuente rompimiento con la élites empresariales del país. Las elecciones reñidas de 1988 anunciaban ya lo que vendría a consolidarse en 2000: la elección de un presidente que no fuera del PRI.

     Pero los desacuerdos hoy en día hay no son en cuanto a las características del país que deseamos. Hay grandes coincidencias en las élites mexicanas y en la población en general sobre lo que México debe ser y alcanzar: un país con estabilidad macroeconómica; con seguridad pública y sin corrupción; democrático, con libertades y respeto a los derechos humanos; con un  crecimiento y  desarrollo económico acelerado. Mejorar aspectos como: el ingreso per cápita,  la distribución del ingreso, los servicios públicos, la infraestructura;  lograr una  mejor calidad de vida de la población con educación, seguridad, justicia, etc. Creo que muy pocos  están en contra de estos objetivos.

   Sin embargo, no nos ponemos de acuerdo en los caminos que hay que seguir para alcanzar estos fines. Por ejemplo: se quiere mejorar el ingreso nacional a través de la explotación petrolera pero no hay acuerdo si lo deben hacer los empresarios o que el estado siga intentándolo o una combinación de ambas; tampoco existe acuerdo en que PEMEX deje de aportar el 32% de los ingresos del gobierno a cambio de subir impuestos al resto de la población; se quiere mejorar la educación pero no hay acuerdo en si lograrlo exigiéndole resultados a los maestros o crecer la educación privada o darle más opciones a los padres de familia; se quiere más seguridad pública pero no hay acuerdo en si hacerlo usando al ejército y la marina o dejarlo en manos de policías incapaces.  Los empresarios quieren mejores condiciones para hacer negocios pero no aceptan pagar más impuestos; los ciudadanos  quieren mejores servicios pero no están dispuestos a pagar por ellos; los burócratas  quieren ganar más sin tener que dar resultados y afrontar las consecuencias, etc. etc.

     Esto ocurre porque los caminos están sembrados de obstáculos que se llaman grupos de interés. Cada ruta que se elija afecta a algún grupo de interés que  está dispuesto a recurrir hasta  la violencia para mantener sus privilegios. Además existen grupos de personas que profesan ciertas ideologías y solo aceptan recetas pensadas para otros países y otras circunstancias para resolver los problemas; ocurre en el enfoque neoliberal y en el estatista.

     El Pacto por México es un paso en la dirección correcta: los principales partidos se unieron para impulsar las reformas que requiere el país. Pero hay muchos otros grupos que deberían participar en el Pacto: empresarios, sindicatos, padres de familia, estudiantes, ONG´s, medios de comunicación, gobernadores, presidentes municipales, senadores, diputados, etc., Se requiere  un Pacto ampliado para conciliar intereses y puntos de vista diversos y así lograr un amplio apoyo a las reformas que requiere el país. También se requiere una gran dosis de tolerancia: para escuchar y probar las ideas ajenas; para aceptar los  fracasos cuando las medidas no den los resultados esperados. Asimismo  hace falta  capacidad para probar caminos nuevos y corregir cuando sea necesario. Para ello los liderazgos nacionales tienen que dejar de pensar en la ganancia inmediata, el beneficio personal, la siguiente elección, las utilidades de sus empresas. Dejar de priorizar la pequeñez de lo inmediato por la visión de largo plazo. Solo así mejorará el país.



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4 de octubre de 2013

LA TERCERA VÍA: EL MODELO “MADRE TERESA”




     ¿Debe el Estado proveer todo tipo de servicios a la sociedad? El debate se ha extendido por todo el mundo. El impulso de las políticas neoliberales por parte de Margaret Thatcher y Ronald Reagan crearon una revolución global, impulsando el que empresas privadas proveyeran muchos servicios que en las décadas anteriores habían sido prestados por los gobiernos. Tampoco es que los gobiernos siempre hayan prestado servicios públicos. Esta es una tendencia que  se generalizó en el Siglo XX.
     
     Esto  viene a cuento ahora que con la propuesta fiscal impulsada por la actual administración federal se busca recaudar más impuestos con el objeto de que el gobierno preste más servicios y provea más infraestructura. Pero a nadie le gusta pagar impuestos y menos si los servicios ofrecidos por el gobierno son malos. Hay países en donde los impuestos son altísimos pero los servicios que provee el Estado son de primera y protegen a los ciudadanos desde su nacimiento hasta la muerte como  por ejemplo en Suecia. En ese caso hay menos objeción a pagar impuestos. En los países comunistas, el Estado que debía proveerlo todo, nunca lo logró.

     En el caso de México a partir de los años veinte del siglo pasado, los gobiernos en turno fueron extendiendo la participación estatal con: la expropiación petrolera; las escuelas públicas; la creación del IMSS, del ISSSTE, los hospitales de la Secretaría de Salud, las universidades públicas, la estatización de las compañías eléctricas, el INFONAVIT y la estatización de muchas empresas que culminó con la nacionalización de la Banca  en 1982 de tal forma que el Estado mexicano  invadía todos los ámbitos de la vida nacional. A partir del sexenio del presidente Salinas se empezó a dar marcha atrás con una oleada de privatizaciones que quedó inconclusa. México se quedó con un sector estatal todavía muy grande y con servicios privatizados en algunos ámbitos como bancos, carreteras y recientemente, el caso de las cárceles federales.

     El problema es que ninguno de los dos esquemas ha funcionado. El Estado mexicano ha demostrado en términos generales ser un mal proveedor de servicios y el sector privado,  o bien su impacto es muy pequeño, o no tiene vocación para prestar servicios públicos  o los servicios que provee son demasiado caros. La raíz del problema es que ambos tienen objetivos distintos a los que requiere la población. Por ejemplo, en el caso de los servicios prestados por el Estado, sus funcionarios tienen primero objetivos políticos que cumplir para satisfacer al partido que los llevó al poder o a los grupos  a los que pertenecen y en segundo término la prestación de un servicio adecuado. Para el sector privado es igual: su objetivo primordial es generar utilidades para sus accionistas y luego prestar el servicio que requieren los usuarios. Se puede argumentar que para que exista un beneficio económico o político  en las empresas o en las instituciones del gobierno es requisito que haya un buen servicio. Pero hemos visto que no es el caso. Los mercados todavía son muy imperfectos en esos ámbitos como para castigar a los malos prestadores de servicios. Un par de  ejemplos son: 1. Escuelas: Pese a reformas educativas y mejoras que se intenten en el sector educativo, pasarán años antes de que puedan dar servicios de calidad. Por ello, quien puede pagarlas, prefiere a las privadas. 2. Hospitales: Los servicios que otorga el gobierno están saturados y no hay atención adecuada. Igualmente, quién puede pagarlos, opta por  hospitales privados.

     En ambos casos los servicios otorgados con fines de lucro son una mala opción. Por ejemplo, los hospitales privados cuyo objetivo son las ganancias, realizan intervenciones quirúrgicas  y estudios costosos  innecesarios. O bien las escuelas privadas que una vez captado al alumno elevan las colegiaturas año con año muy por encima de la inflación,  se vuelven negocios muy rentables.

     Entonces, ¿quién debe proveer servicios de primera necesidad como atención de servicios de salud, escuelas, asilos y otros similares?  Hemos visto que el gobierno y sus funcionarios obedecen a prioridades políticas; los empresarios a la generación de utilidades. Por ello, deben ser Instituciones como las que fundó la Madre Teresa, en donde el único afán debe ser atender a quienes va dirigido el servicio. En siglos anteriores las organizaciones religiosas fueron las principales prestadoras de  estos servicios por razones humanitarias y aún son importantes pero cada vez menos. Pero ya hay un sector incipiente de la sociedad que está empezando a llenar estos huecos. Instituciones como la Cruz Roja son ejemplares. Sin embargo  aún no existen buenos mecanismos de fondeo que les permitan sobrevivir a estas instituciones y sobre todo crecer. 

     Si los impuestos en lugar de destinarse a  instituciones agobiadas por el gigantismo, la corrupción, la ineficacia y la ineficiencia se dedicaran a organizaciones sin fines de lucro, podrían empezar a cambiar los esquemas de bienestar de la población. No hay muchas “Madre Teresa” en nuestro país pero sí existen personas dispuestas a ayudar sin ánimo de lucro económico o político.  Esta podría ser la verdadera tercera vía para el desarrollo del país.  

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15 de septiembre de 2013

UNA NUEVA CONSTITUCIÓN


 

     Existe en México una obsesión por hacer leyes pero no por cumplirlas. Desde la independencia de nuestro país ha habido leyes que son aspiracionales. Es decir que más que tomar el espíritu de la nación y convertir en leyes las costumbres que prevalecen y modularlas y adaptarlas para mejorar la convivencia, se han promulgado leyes que reflejan el modelo al que se aspira a llegar,  en contra a veces, de la realidad del país.  Por ello los ciudadanos buscan cómo evadir aquellas  que van contra sus costumbres o que les incomodan; por otra parte los políticos, imposibilitados de aplicarlas por imprácticas, las usan a su favor: amenazan con ejercer la fuerza del estado para imponerla, a cambio del apoyo  de los grupos inconformes; una vez obtenido o negociado ese apoyo, la Ley puede seguir sin cumplirse. Desde luego que hay ciudadanos cumplidos y funcionarios que intentan hacerla cumplir. Pero ambos se frustran cuando ven que otros no cumplen y no pasa nada.

     Ejemplos hay muchos. Desde el siglo XIX cuando se vaciló entre ser una república federal o centralista quedó, en la letra de las leyes, como una república federal pero en la práctica con un gobierno centralista. Lo vimos con Juárez y Díaz. También se osciló entre ser una república laica o una con religión única, hasta que se llegó al acomodo en que en la letra de las leyes se era una república laica y en la práctica se permitía todo tipo de manifestaciones religiosas. Se planteó también ser una república democrática en la letra, mientras que en la práctica no se permitía la oposición al partido gobernante. A nivel local los ejemplos se multiplican. La economía informal permea por todas partes con mini empresarios que trabajan al margen de la ley sin pagar impuestos, sin darles seguridad social a sus empleados o que trabajan en las calles sin permisos. Los reglamentos de tránsito son  motivo de negociación entre los automovilistas y el policía que intenta hacerlos cumplir. Los otros reglamentos municipales también son objeto de negociación entre ciudadanos y  las autoridades respectivas.

     A pesar de ello, se insiste en  corregir los problemas del país mediante la emisión de leyes. Prevalece la idea de que si mejoramos las leyes mejoramos al país. Nuestra  Constitución, promulgada el 5 de febrero de 1917, ha sufrido  552 cambios desde 1917,  reformando a 109 artículos y quedando solo 27 sin modificar. Los que más cambios han sufrido son el 73 que determina las facultades del congreso (67 reformas), el 123 que regula el trabajo y previsión social (23 reformas) y el 27 que regula la propiedad de las tierras y aguas nacionales (18 reformas). Seguramente los legisladores constituyentes difícilmente reconocerían la Constitución que ahora tenemos como suya. Es lógico: el país de 1917 es totalmente diferente al México de hoy. Aquél país estaba en medio de una revuelta en donde diversas facciones se disputaban el poder (Díaz renunció en 1911 y el usurpador Huerta ya había sido derrotado). Era mayoritariamente rural, no urbano, prácticamente sin industria y con una economía agrícola, minera y petrolera. Un país con una población de  14 millones de habitantes en 1920 que había tenido cerca de un millón de muertos por la revolución y por la pandemia de influenza “española”. México  había sido invadido por los americanos en la expedición de Pershing persiguiendo a  Villa y la de toma de Veracruz. En el entorno internacional estaba la primera guerra mundial, la muerte de los viejos imperios, el surgimiento del comunismo y el fascismo y el  nuevo papel imperial de los Estados Unidos. El país de la Constitución del 17 es totalmente distinto al de casi 100 años después.

     Hoy en día las grandes discusiones políticas para tratar de solucionar los problemas de la nación pasan por proponer  reformas a la Constitución y  la emisión de nuevas leyes secundarias. La atención del Presidente, su gabinete, actores políticos, grupos  afectados, se centran en ello. Sin embargo, lo que hace falta es la voluntad para cumplirlas y capacidad para hacerlas cumplir. Ahora que la CNTE ha tomado la Cd. de México porque se opone a la reforma educativa, uno de los profesores fue entrevistado y su respuesta fue que no importaba que leyes aprobara el Congreso y promulgara el Presidente, que  ellos no iban a cumplirlas.

     Por ello no bastan reformas y nuevas leyes. Tampoco es adecuado seguir modificando una Constitución que se promulgó para un país muy distinto al actual. El gran reto es que haya una aceptación general a las leyes para que se cumplan y un Estado fuerte capaz de respaldarlas. Entonces quizá sea mejor un gran borrón y cuenta nueva. Una nueva Constitución con principios generales sencillos y que a todos parezcan  deseables. Derogar las leyes existentes y emitir  unas pocas nuevas, simples, fáciles de acatar, que reflejen lo que el país del Siglo XXI necesita. Impulsar un Estado solidario y subsidiario que invada mínimamente la esfera privada. La obsesión por legislar y el esfuerzo y talento que muchos mexicanos le dedican para ver como no cumplir las leyes nos debería hacer reflexionar. No estemos yendo al fondo del problema que es tener un acuerdo básico de lo que queremos para México. Es tiempo de tenerlo y plasmarlo en una nueva Constitución.


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Nota: Gracias al comentario de Macario Schettino por hacerme ver que fue un millón de muertos entre la pandemia y los combates en la época de la Revolución y no dos millones como  lo había yo puesto. Corrijo pues el error.

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7 de septiembre de 2013

¿SIRVE LA PLANEACIÓN?


 
     El proceso de planeación en el gobierno federal no ha sido muy eficaz porque ninguno de los planes se han cumplido en los últimos sexenios. Por lo menos es lo que dice el Dr. Macario Schettino en un artículo publicado en mayo pasado, y su conclusión es que el  Plan Nacional de Desarrollo (PND) de esta Administración no servirá para nada. La razón que da es que en un entorno sumamente cambiante no es factible lograr aquello que se planea con mucha anticipación y por ello el tener un proceso de  planeación con mucho detalle no es práctico y se pierde tiempo en su elaboración. Por ejemplo, en el sexenio del presidente Calderón, era imposible prever la crisis financiera mundial de 2008 y la pandemia de gripe H1N1 en 2009, lo cual echó abajo el plan escrito a inicios del sexenio. También nos recuerda en su artículo  que los planes detallados son resabios del positivismo del siglo XIX  que explicaba al mundo como si obedeciese a leyes claras y que los planes gubernamentales son un resabio de los planes quinquenales que tan estrepitosamente fracasaron en la Unión Soviética implantados a partir de 1928. México los imitó con un plan sexenal en 1933 pero fue hasta 1982 que se llevó a la Constitución la obligatoriedad de que los gobiernos en turno emitieran un plan sexenal, cuando en el resto del mundo han caído en desuso.

      No coincido en todo con el Dr. Schettino ni creo que los planes sean inútiles. Es cierto que los planes no pueden preverlo todo y permanecer sin cambios cuando lo demás ya cambió. Pero considero que tienen una función normativa importante. La burocracia requiere planes, programas, indicadores, metas y calendarios  para darles dirección en sus actividades y sobre todo para hacerlos responsables de sus acciones. Los planes son como  un mapa de ruta más o menos detallado  para conducir los destinos de la burocracia al destino deseado. Siguiendo la analogía, los mapas no son dinámicos ni cambian las rutas cuando surgen tormentas u otros obstáculos en el camino, sino que son simples descripciones del terreno que hay que atravesar para llegar al destino deseado. Pero no cabe duda que son útiles. Sin claridad de a donde se quiere llevar la acción de gobierno, la  burocracia dejada sin planes y programas quien sabe para qué fines acabe trabajando.

     El proceso de planeación en el gobierno requiere pasar del PND, a los planes sectoriales, a los planes institucionales, a los planes por unidad administrativa y traducir todo ello en metas específicas para cada persona que trabaja en el gobierno lo cual resulta complejo. Sin embargo, lo más difícil no es eso,  sino lograr que se cumpla lo planeado y que los esfuerzos del personal de todos los niveles se orienten al cumplimiento de los objetivos allí asignados. Puede fallar la implementación del plan por causas externas debidas a  un entorno cambiante o bien por  incapacidad gerencial de los funcionarios responsables. Otra alternativa como estilo de dirección es empoderar a los funcionarios y dejarlos actuar según lo que consideren mejor para el país (y cuidar que no actúen por conseguir lo mejor para ellos a costa del país) pero aún no se sabe cómo hacer esto sin que resulte contraproducente.  

     Por todo ello la planeación es necesaria  para el gobierno federal, pero existen obstáculos serios para llevar a cabo un buen proceso de planeación. Por ejemplo, la Secretaría de Hacienda (SHCP) les pide a las instituciones que empiecen a preparar su presupuesto para el año siguiente en mayo. Las oficialías mayores coordinan el ejercicio entre mayo y julio para tener listo el presupuesto preliminar que consolida SHCP en agosto. Para esto, SHCP normalmente da “techos” presupuestales que impiden rebasar los presupuestos del año en curso. Esto ocasiona la producción de un presupuesto, en el mejor de los casos,  inercial.  En septiembre se entrega al Congreso y el Congreso lo aprueba en noviembre, habiéndole metido mano y hecho cambios que luego la burocracia no sabe cómo operar porque no es lo que solicitó.

     Los primeros años de gobierno son los perores. Por ejemplo el presupuesto de 2013 se negoció en la administración anterior y aunque los equipos de transición intervengan, es hasta que están en funciones los nuevos funcionarios que se dan una mejor idea de las necesidades de las instituciones de acuerdo a las nuevas directrices que van a implementar. El PND se publicó en mayo de 2013 cuando SHCP ya pedía el presupuesto de 2014. Este año será difícil ligar el PND con el presupuesto porque faltan los planes sectoriales que salen en noviembre y los institucionales que se publican en  2014. Por ello el presupuesto de 2014 tendrá un alto contenido inercial de tal forma que no será sino hasta 2015, cuando queden sólo 4 años de gobierno,  que presupuesto y planes estén más o menos  alineados.

     La realineación de planes,  programas y presupuesto se debe hacer cuando cambian el entorno y las prioridades; también se requiere que los presupuestos respondan a los planes y no al revés; pero no se puede dejar a la burocracia sin un plan, sin objetivos y metas claras porque sería  anárquico. Sin embargo el actual proceso de planeación y presupuestación gubernamental requieren una reingeniería mayor para que respondan mejor a las necesidades del país y dejen de ser sólo ejercicios inerciales y a veces inútiles.
  
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1 de septiembre de 2013

UN OTOÑO AGITADO SE AVECINA


 
     Hablando de clima, el otoño, como la primavera son estaciones tranquilas y con climas agradables.  Pero por alguna razón en el mundo social son épocas tormentosas. Recordemos la primavera árabe del 2011 cuando una oleada de levantamientos derrocó a dictadores que tenían décadas en el poder y puso en revolución a medio mundo árabe; o las grandes crisis financieras mundiales que han ocurrido precisamente en otoño. Este año veo signos de tormenta que podrían traernos un final de año agitado.

      En vísperas del primer informe de gobierno del presidente Peña Nieto, los gobernadores de Chihuahua y el interino de Michoacán organizaron un concierto en Bellas Artes en  homenaje al cantautor Juan Gabriel. Las crónicas reseñan que aquello fue una fiesta aunque no quedan claros los motivos de  festejo de estos gobernadores.  Y es que tienen a su cargo el gobierno de dos de los estados con mayores problemas en el país. De hecho en Michoacán la ausencia de autoridad es tal que su gobernabilidad está seriamente en riesgo. Ahora los signos de tormenta se extienden al resto del país. No vaya a ser que el festejo de Bellas Artes augure el fin de fiesta más que el principio de la misma.

1.    Entorno internacional. Siria que es gobernada por una familia de dictadores que lleva décadas en el poder, fue sacudida durante la primavera árabe cuando se derrocaron a otros dictadores de la región. Luego de meses de una rebelión y más de 100 mil muertos, los Estados Unidos han anunciado un ataque a objetivos militares del gobierno sirio, precipitado por el  supuesto uso de armas químicas contra los rebeldes. Esto ha provocado que se tensen las relaciones con Rusia, quien ha apoyado por décadas ese régimen  y ha puesto en alerta a Israel con su gran poderío militar. Todo ello ha hecho caer a los mercados de valores y los capitales están regresando a Estados Unidos donde se sienten más seguros.

2.    Economía. La economía mexicana está en desaceleración y hay riesgo de una recesión. Un factor es la crisis internacional que ha hecho que el peso se devalúe por la salida de capitales; otro factor es la crisis en el sector de construcción, desatado por el cambio de las políticas gubernamentales en materia de vivienda y por el crecimiento especulativo por parte de las  mayores empresas constructoras (Geo, Ara y Urbi entre otras) que las ha puesto al borde de la quiebra,  todo lo cual  ha provocado un estancamiento en el sector construcción que es el que más empleo genera y representa una parte muy relevante del PIB. Un factor más es la naturaleza cíclica del gasto gubernamental que se concentra en el último trimestre del año y otros programas de gasto público que se han venido retrasando.

3.    Ámbito político. Lo más difícil de las reformas estructurales que se han estado impulsando no fueron las reformas constitucionales ya aprobadas sino la discusión y aprobación de las leyes secundarias. Prueba de ello es la toma de la Cd. de México por los maestros de la CNTE que se oponen  a las leyes secundarias de la reforma educativa y que con sus presiones han podido detener la aprobación de una de ellas. Está también la reforma energética que ha levantado la oposición de partidos como el PRD y el PT y la agrupación MORENA de López Obrador. Finalmente si la reforma fiscal planteara el incremento de impuestos, aspecto necesario si es que se le quiere quitar a PEMEX la carga de sostener el 33% de los ingresos del gobierno federal, esto podría calentar aún más los ánimos de diversos sectores, incluyendo el empresarial. El Pacto por México está bajo gran presión, y al haber posturas divergentes en algunos temas puede llevar a su rompimiento. Existen demasiadas reformas que deben aterrizarse y  por ello numerosos frentes abiertos que pueden complicar la situación política.

4.    Seguridad. En esta materia,  hay algunos signos alentadores como la caída de importantes capos y una  baja de homicidios. En contraste, existe el problema del aumento de las fuerzas de autodefensa al sur del país, levantadas en armas para defenderse de los delincuentes que las acosan;  no va a haber gendarmería hasta el año que viene y esta va a tener sólo 5 mil elementos, cuando se habían contemplado 40 mil; no se prevé que siga creciendo la policía federal que por su número (Alrededor de 37 mil) sigue siendo insuficiente; está pendiente reforzar las agencias de inteligencia; en la Cd. de México es preocupante el resurgimiento de la delincuencia organizada y la falta de actuación de las autoridades. Pero sobre todo, sigue pendiente la transformación radical y reforzamiento de las policías locales como lo ha hecho el estado de  Nuevo León.

5.    Salud. Ha habido señales de alarma en otras partes del mundo por el surgimiento de nuevos virus del tipo de la influenza que podrían ocasionar una pandemia con consecuencias desastrosas y hay que recordar que en otoño regresan las influenzas ya conocidas como la H1N1 y la estacional.

     No es por sonar alarmista pero los nubarrones que percibo en el ambiente pueden traernos un otoño muy complicado. Lo importante es no dejar de ver los signos y actuar en consecuencia.  

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