Por: Octavio Díaz García de León
Termina la gestión de la Dra. Peschard como presidente del Comité
Coordinador (CC) del Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) y como miembro del
Comité de Participación Ciudadana (CPC) de dicho Sistema. Se va sin logros y en
medio de un crecimiento de los casos de corrupción que fueron la nota principal
el año pasado.
En su discurso
de despedida, la Dra. Peschard reconoció la falta de resultados del Sistema
Nacional Anticorrupción. Si bien habla
de logros como la construcción del andamiaje institucional del SNA, admite que
es una tarea incompleta y que no se han cumplido con los calendarios
establecidos.
Menciona también la Dra. Peschard como un logro, el “haber
contribuido a ubicar en la opinión pública al problema de la corrupción como
uno de los males más lacerantes de nuestro país”, aunque me parece que ya
desde antes la sociedad lo percibía así. Dijo también que “la corrupción es
un problema nos rebasa y abruma”; que “la lucha es colosal y los
resultados son pocos”.
Acerca de algunos de los grandes casos de corrupción que menciona en su
discurso, el mérito se debió más a los periodistas que hicieron las
investigaciones y no tanto gracias al SNA. También comenta que la corrupción es
gigantesca y que apenas el Sistema ha empezado a entender el fenómeno, lo cual
es lamentable pues se supone que quienes lo integran deberían ser expertos en
el tema.
Llama la atención que la Dra. Peschard diga que no existe coordinación
en el Comité de Coordinación, ya que precisamente a ella le tocaba esa tarea
como presidente de dicho Comité. Se queja de “los laberintos legales, el
burocratismo, la ineficacia, la postergación recurrente de resultados y la
inercia” entre otros fenómenos, mismos que durante su gestión no fue capaz
de vencer.
Habla de las tareas pendientes que son muchas y se lanza a una
reflexión acerca del fenómeno de la corrupción donde se aprecia que empieza a
entender de qué se trata. Concluye diciendo que “no tiene cifras que
presumir”, que no le han hecho “ni un rasguño a esa corrupción que
parece impregnarlo todo” y que les deja a sus compañeros como herencia, una labor titánica.
Uno de los aspectos que no se logró concretar fue, por ejemplo, que el
Congreso nombrara puestos clave del SNA. Por otra parte, el CPC entró a la
discusión pública de temas coyunturales polémicos, en lugar de resolverlos
internamente con los integrantes del Comité Coordinador del Sistema, aspecto que
debilitó la relación entre ellos e incluso los confrontó.
En el año de gestión de la Dra. Peschard, hubo desencuentros con el
resto de los miembros del Comité Coordinador, falta de consensos en temas clave
y por lo tanto no hubo avances en materia de combate a la corrupción. Esto se
manifestó recientemente cuando los integrantes del CPC se quejaron en una
entrevista que les hizo el New York Times, de que las instituciones del
gobierno les obstaculizaban en sus tareas.
Esto es desafortunado porque más que antagonizar a las instituciones
con las que les tocaba trabajar, era muy importante haber logrado integrar un
equipo de trabajo para moverlos en el sentido que espera la sociedad.
Otro problema de diseño que tiene el Comité de Participación Ciudadana,
es que sus integrantes, aunque son pagados por el gobierno federal, no
participan en dichas tareas a tiempo completo. Es decir, tienen otros trabajos
y por lo tanto distracciones y agendas que atender en sus otras ocupaciones. Esto
impide que les den la prioridad necesaria a sus tareas anticorrupción. Esta es
una seria deficiencia del Sistema y ojalá se pudiera tener a los miembros del
CPC de tiempo completo dedicados a las tareas anticorrupción.
En cuanto a la Secretaría Ejecutiva del SNA, cuyo secretario técnico
fue nombrado en julio, tampoco se ha sabido de sus actividades salvo que hace
unas semanas sacó convocatorias abiertas para contratar personal clave en dicha
institución, sin que a la fecha se sepa en que quedaron los resultados de
dichas convocatorias.
Hace unos días se cerró la convocatoria para elegir a la persona que
sustituirá a la Dra. Peschard. Después de ampliar el periodo para recepción de
solicitudes de participación por falta de candidatos, finalmente acudieron 22
interesados en incorporarse a esta tarea. Aún no se ha dado a conocer el
historial de quienes se inscribieron, pero se puede identificar de manera
destacada a la Lic. Areli Cano, actual comisionada del Instituto Nacional de
Acceso a la Información, quien puede ser un excelente reemplazo de la Dra.
Peschard.
Con la experiencia que se ha tenido en este año de trabajo y de falta
de resultados del Sistema Anticorrupción,
quien entre a formar parte del Comité de Participación Ciudadana deberá ser
factor de conciliación al interior del Comité Coordinador del Sistema y poner a
trabajar a las instituciones que forman parte de este Comité en una sola
dirección. Se requiere un liderazgo muy especial para lograr dar resultados. Desafortunadamente
no fue mucho lo que pudo hacer la Dra. Peschard. Esperemos que su sucesora (Seguramente
será mujer, por un tema de género) tenga más éxito, por el bien de todos.
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