18 de febrero de 2017

MÉRITO O SUERTE


Por: Octavio Díaz García de León


     Las personas que tienen éxito en la vida, a gran o pequeña escala, como seguramente lo ha tenido usted, estimado lector, ¿lo deben a su capacidad, esfuerzo, dedicación o lo deben a la suerte? Tal es lo que nos plantea Robert H. Frank, profesor de la Universidad de Cornell, en su interesante libro “Éxito y Suerte. Buena fortuna y el mito de la meritocracia.” El autor concluye que es una combinación de ambos factores, pero atribuye a la suerte más importancia de la que solemos darle. Preferimos pensar que si hemos tenido éxito en la vida se debe más a nuestras cualidades que a la suerte. Pero no es así.

      De acuerdo con un estudio, que cita el autor, la mitad de lo que determina el ingreso de las personas en el mundo se debe al país donde nació y la distribución del ingreso en su país. Pero nadie escoge donde nacer, así que, si usted tuvo la fortuna de nacer en un país desarrollado y con una distribución del ingreso adecuada, seguramente tendrá un ingreso muy superior a que si hubiera nacido en un país subdesarrollado.

      Por ello no es raro que haya tanta migración de mexicanos hacia Estados Unidos porque una forma de cambiar la suerte de sus hijos es que nazcan allá. En ese país tendrán mejores oportunidades que si nacen en México. Asimismo, si usted tuvo la suerte de nacer en una familia de clase media, la probabilidad de que sus hijos continúen en ese segmento de ingresos o alcancen un estatus superior es alta, mientras que, si tuvo la suerte de nacer en pobreza, las posibilidades de alcanzar un estatus de clase media son más remotas.

     ¿Por qué ocurre así? De acuerdo con el profesor Frank, diversos factores amplifican la suerte de personas o instituciones. Entre ellas están pequeños factores positivos en las condiciones iniciales. Por ejemplo, Bill Gates el hombre más rico del planeta y fundador de Microsoft, tuvo la suerte de asistir de niño a una de las primeras escuelas que tuvieron una computadora que permitía programar en tiempo real, lo que le permitió adquirir un conocimiento clave para fundar su compañía.  Otro factor es el efecto “el ganador se lleva todo” que ocurre especialmente en empresas recientes de alta tecnología. Por ejemplo, Microsoft era una de tantas pequeñas empresas de software, pero una vez que obtuvo el contrato para poner el sistema operativo de todas las computadoras personales que desarrolló IBM en sus inicios y cobrar una regalía por él, le permitió desplazar del mercado a sus competidores hasta convertirse en una de las empresas más grandes del mundo.

     Por ello, si las condiciones iniciales son un factor tan determinante para el éxito de las personas, el profesor Frank dice que está en nuestras manos propiciar que existan esos factores positivos que permiten tener una sociedad exitosa. De acuerdo con el autor, uno de los factores de “suerte” que tienen los países desarrollados es la infraestructura que han acumulado a lo largo de años lo que les permite tener vías de comunicación, sistemas educativos, seguridad pública y sistemas de salud avanzados dándoles una gran ventaja sobre competidores de países menos privilegiados. De allí la importancia de contar con una muy buena infraestructura y servicios gubernamentales de calidad.  

      A nivel personal creo que la suerte está dada por el entorno en que se nace, pero también por nuestra actitud hacia ella. Como les digo a mis hijos, para sacarse la lotería hay que tener dinero para el billete y luego ir a comprarlo. O sea, es necesario tener las condiciones necesarias para ser exitosos tales como capacidad, dedicación, conocimientos y luego buscar las oportunidades para, con un golpe de suerte, tener éxito. Por ejemplo, para conseguir un buen trabajo se requiere tener los requisitos del puesto y luego ir a solicitarlo. Si se tienen las capacidades y tenemos la suerte de que no haya un mejor candidato, se obtendrá el trabajo.     

     El autor dice que ha habido un movimiento mundial por disminuir impuestos lo cual es un error. Esto ha sido impulsado por las élites que no se dan cuenta que su éxito se debe a la “suerte” de vivir en países con una infraestructura extraordinaria, la cual proviene de la inversión que sus gobiernos han hecho gracias a los impuestos. Por ello, dice, los impuestos no son malos sino incluso debería haber más.

     Para ello sugiere sustituir el impuesto progresivo al ingreso (Entre más ganas, más pagas impuestos) por un impuesto progresivo al consumo (Entre más gastas, más pagas impuestos). La idea es fomentar el ahorro y la inversión y evitar que las personas consuman cosas superfluas que no le agregan nada a su bienestar y son un mal uso de recursos.

    El problema en México es que mientras haya corrupción, y desperdicio, el poner más impuestos para generar más ingresos al gobierno, no se traducirá necesariamente en mejor infraestructura y servicios. Debemos, por lo tanto, empezar por abatir la corrupción antes de pensar en más gastos e impuestos.

    La suerte cuenta a veces tanto o más que el mérito. Pero si la mitad de nuestra suerte es haber nacido en México (Mala suerte para una gran cantidad de mexicanos que tuvieron que emigrar para mejorarla) está en nuestras manos cambiarla mejorando las condiciones del país.


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11 de febrero de 2017

INICIAR LOS TRABAJOS ANTICORRUPCIÓN


Por: Octavio Díaz García de León


      Ya quedó integrado el Comité de Participación Ciudadana (CPC) del Comité Coordinador del Sistema Nacional Anticorrupción. Se nombró para ello a  Jacqueline Peschard, Mariclaire Acosta, José Octavio López, Luis Manuel Pérez de Acha y Alfonso Hernández (http://www.animalpolitico.com/2017/01/designan-ciudadanos-comite-anticorrupcion/), en su mayoría con antecedentes en transparencia y acceso a la información aunque no en temas de combate a la corrupción, lo cual como he comentado en esta columna (http://octaviodiazgl.blogspot.mx/2016/09/el-inai-en-el-sistema-anticorrupcion.html), son aspectos muy distintos que no hay que confundir. Lo bueno es que dichos integrantes cuentan con la capacidad técnica y académica para la tarea y se les desea el mayor de los éxitos en su encomienda. 

    La sociedad tiene grandes expectativas para que den resultados en el muy corto plazo. ¿Por qué la urgencia? Porque este es un problema que ahoga y debilita a la nación y en tiempos de amenazas del exterior lo peor que nos puede suceder es tener un país con instituciones débiles, carcomidas por la corrupción, que lo pueden hacer presa fácil de esas amenazas.

    En un número reciente de la revista The Economist apareció un artículo (http://www.economist.com/news/americas/21716105-revelations-wholesale-bribery-may-mark-turning-point-latin-americas-battle-against) sobre los sobornos que dio la compañía brasileña Odebrecht durante 15 años a diversos funcionarios de gobiernos latinoamericanos por montos  que ascendieron a $800 millones de dólares. Los países afectados fueron el propio Brasil, Perú, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Panamá, Venezuela y México, entre otros. En el caso de México el soborno fue dado a funcionarios de Pemex, asunto que está en investigación por parte de la Secretaría de la Función Pública.

    El artículo dice que otras compañías brasileñas de construcción recurrieron a los mismos métodos corruptores para obtener contratos. Según explica en dicho artículo José Ugaz, quien encabeza el capítulo de Transparencia Internacional en Perú, muchos de estos sobornos se dirigieron a campañas políticas o bien simplemente se dieron como dádivas directas. Su modo de operar era ganando contratos en licitaciones al ofrecer las posturas más bajas y luego mediante corrupción, incrementar sustancialmente los costos de las obras a través de múltiples modificaciones a los contratos. Según el artículo, estos sobornos se dieron especialmente en los contratos del tipo Asociación Público Privada (APP) que se han puesto de moda en México y en el resto de la región. Por otra parte, José Luis Guasch, ex funcionario del Banco Mundial encontró que el 78% de todos los proyectos APP para transporte se han renegociado con un promedio de 4 modificaciones por contrato, cada una encareciendo el servicio en $30 millones de dólares por modificación.

    Estas experiencias muy bien documentadas podrían ser un punto de partida para la actuación del Comité Coordinador del Sistema Nacional Anticorrupción, ahora que ya se integró el Comité de Participación Ciudadana. Se podrían iniciar los trabajos con acciones como las siguientes:

  •     Revisar todos los contratos de Asociación Público Privada o de obra pública que hayan sido modificados, revisar a cuánto ascienden los incrementos e investigar a fondo las justificaciones.
  •        Inhabilitar de inmediato a la empresa Odebrecht para que no continúe trabajando para el gobierno, tal y como ya lo han hecho en otros países.
  •    Investigar a las compañías brasileñas constructoras que operan en nuestro país y que pudieran tener prácticas similares.
  •    Inhabilitar a la empresa israelí farmacéutica TEVA quien también admitió haber sobornado a médicos mexicanos que trabajan para el gobierno e investigar a estos médicos.
  •      De manera preventiva, modificar las leyes correspondientes para poner restricciones a las modificaciones excesivas o arbitrarias a este tipo de contratos tanto de APP como de obra pública, como también ya lo han hecho en otros países.
  •    Investigar a los funcionarios de alto nivel responsables de estos contratos (No solo a los que firman, que suelen ser funcionarios menores quienes no participan de los sobornos) respecto a su situación patrimonial y de sus allegados. Por cierto, las manifestaciones de situación patrimonial y de conflicto de interés que realizan estos funcionarios corruptos no sirven, porque ponen la información que les conviene y no manifiestan la verdad (Ver http://octaviodiazgl.blogspot.mx/2016/06/las-3-de-3-disminuyen-la-corrupcion.html)
  •        Dar a conocer los resultados de las investigaciones sobre los sobornos que Odebrecht y TEVA dieron y castigar a los responsables.
  •         En las grandes obras que se han desarrollado recientemente como el aeropuerto de la ciudad de México, el tren entre Toluca y la ciudad de México y otras obras que realizan Conagua, PEMEX, CFE, SCT y otras dependencias del gobierno, darles la mayor transparencia y vigilar los movimientos patrimoniales de los altos funcionarios y sus allegados, responsables de estas.
  •     Revisar partidas de gasto sobre las cuales se rinden pocas cuentas como, por ejemplo, los gastos de seguridad nacional que se han incrementado de manera notable en los últimos años.
  •      Va a ser de especial importancia la fiscalización de los recursos que se dedican a las campañas políticas, porque mucho de los sobornos en obras públicas y APP se dirigen hacia ellas. 
  •      Promover entre los funcionarios públicos honestos la denuncia de actos de corrupción mediante esquemas de protección de testigos. Ellos son quienes tienen más información acerca de lo que pasa al interior de sus instituciones


    El Sistema Nacional Anticorrupción tiene ante sí un gran reto para demostrar que hay voluntad de combatir la corrupción. La sociedad está ansiosa de ver resultados y lo bueno es que sí se pueden dar en el muy corto plazo. Esperamos verlos pronto.   


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2 de febrero de 2017

LA INVASIÓN QUE VIENE


Por: Octavio Díaz García de León

En días pasados se filtró a la prensa parte de la conversación que sostuvieron los presidentes Peña y Trump durante una hora. Al momento de escribir esto ya existen tres versiones sobre la parte de la conversación en la que Trump amenaza con enviar al ejército americano a México a combatir a “bad hombres”. Ya existen desmentidos al respecto por parte de la Casa Blanca y la Presidencia de la República y una de las versiones, la de CNN, dice que en realidad Trump solo ofreció ayuda a México. Las otras dos versiones, la de Dolia Estévez y la de la agencia AP, presentan a un Trump más agresivo e insultante hacia México.

 En esta era de la posverdad (Predominan las emociones sobre los hechos) y de los hechos alternativos (Hechos falsos que son verdaderos porque yo digo), será difícil conocer la verdad si no se da a conocer la grabación de dichas conversaciones. Dado que es muy improbable que esto suceda, nos quedaremos con la duda de si Trump en realidad amenazó con enviar al ejército americano a México, aunque no sería de extrañar que fuera cierto.

Por ello, no es ocioso explorar este escenario. Suponiendo que sea cierto lo que dijo Trump y que los “bad hombres” a que se refiere sean los narcotraficantes, no resulta novedad el que haya americanos operando en México. Desde el sexenio pasado existe ya una base de la DEA (Agencia antidrogas americana) en México que recoge inteligencia; existe presencia de más de 50 agentes de la DEA y del FBI a los cuales se les permite portar armas y realizar operativos; y en la frontera norte se permite la operación de “Drones” (Aviones de espionaje no tripulados) americanos sobre territorio mexicano.

Pero Trump se habría referido a enviar al ejército de su país a perseguir “bad hombres” porque cree que nuestro ejército está asustado y el suyo no. Esto tampoco es nuevo, aunque la última vez que ocurrió fue hace 100 años. Recordemos que Francisco Villa atacó el poblado de Columbus en Nuevo México el 9 de marzo de 1916 y que fue pretexto para que una fuerza expedicionaria americana con más de 10,000 soldados al mando del Gral. Pershing, llamada la “Expedición Punitiva” se internara por territorio chihuahuense hasta Parral y permaneciera en nuestro país desde el 15 de marzo de 1916 hasta el 7 de febrero de 1917. Durante dicha intervención estuvo a punto de estallar la guerra entre los dos países pues hubo enfrentamientos no solo con las fuerzas de Villa sino con las tropas del gobierno federal, una de ellas en El Carrizal, donde fueron derrotadas las fuerzas americanas.  Los americanos llegaron a concentrar 100,000 soldados en la frontera, listos para invadir de nuevo a nuestro país. Sin embargo, con la proximidad de la entrada de Estados Unidos a la primera guerra mundial, decidieron retirarse sin haber logrado atrapar a Villa.  (https://en.wikipedia.org/wiki/Pancho_Villa_Expedition)

Si bien la intervención de fuerzas americanas en México con el pretexto de combatir delincuentes no es nueva, nos toma por sorpresa el pensar que en pleno siglo XXI se pudiera dar una nueva expedición punitiva para combatir narcotraficantes en contra de la voluntad de nuestro país (Supongo que nuestro gobierno la rechazaría).

De darse el caso, quizá la intervención americana no sería con un gran número de tropas, sino usando las armas de la guerra moderna como aviones de ataque no tripulados, misiles, herramientas informáticas y de intervención de telecomunicaciones, satélites militares y otras armas avanzadas. Esto no disminuiría el afectar vidas y propiedades en nuestro territorio, poniendo en riesgo a nuestra población que podría ser víctima inocente como ocurre con las intervenciones americanas en el Medio Oriente, por no hablar de nuestra soberanía, la cual quedaría seriamente dañada.

Nuestro país ha vivido en paz en los últimos cien años y somos una nación pacifista.
¿Cómo podría entonces responder México ante la amenaza de una intervención no solicitada de tropas extranjeras en nuestro territorio? Desde el punto de vista militar no hay nada que hacer. Las fuerzas armadas americanas son las más grandes y sofisticadas del mundo. Sería suicida cualquier intento de oposición armada. Desde el punto de vista diplomático, habría que buscar alianzas en otras partes del mundo, como China y otros países antiamericanos; como van las cosas, cada vez serán más. También habría que movilizar contra Trump a la comunidad mexicana en Estados Unidos, así como a otros amigos de México en aquél país.

Otros factores externos, aunque improbables, podrían ayudarnos. Por ejemplo, que Estados Unidos se involucre en una guerra contra China, o bien que se repita la historia de Dallas, donde las fuerzas opositoras a los Kennedy demostraron que podían asesinar a un presidente y luego a su hermano (Esperemos que no sea el caso) o las instituciones de ese país funcionen y destituyan a Trump, como sucedió en el caso de Nixon.

Ante la amenaza de una intervención armada de Estados Unidos en México debemos evitar caer en la trampa de responder a la violencia con violencia que solo destruiría al país y seguir el camino de Gandhi y Martin Luther King quienes demostraron que con la resistencia pacífica se puede derrotar a un imperio, hacer triunfar los derechos de una minoría y, por qué no, defender a una nación soberana. Ojalá no sea necesario.


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27 de enero de 2017

CIUDADANOS EN EL COMBATE A LA CORRUPCIÓN


Por: Octavio Díaz García de León


     México se colocó en el lugar 123 de 176 países evaluados con una calificación de 30 de 100 puntos, (100 equivale a sin corrupción), en la medición que hizo Transparencia Internacional para 2016 sobre la percepción de la corrupción por país (https://www.transparency.org/country/MEX). Entre 2015 y 2016 cayó México 28 lugares en la clasificación y pasó de una calificación de 35 a 30 puntos. Es una de las calificaciones más bajas que ha registrado este índice para México. Esta medición viene a confirmar lo que ya habíamos percibido: la corrupción va en aumento. Ante ello y las amenazas provenientes del exterior, dado que la corrupción nos debilita como país, urge que el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) empiece a funcionar a la brevedad.

     Las reformas que dieron origen al SNA son ante todo un gran triunfo de la sociedad civil guiada por académicos de gran prestigio como el Dr. Mauricio Merino (CIDE) de la Red por la Rendición de Cuentas, ahora encabezada por la Dra. Lourdes Morales (CIDE), por el Mtro. Eduardo Bohórquez de Transparencia Mexicana y el Dr. Juan Pardinas del IMCO, entre otros. Entre todos han logrado que se promulguen las reformas constitucionales y las leyes secundarias que dieron origen al SNA. El hecho de que más de 630,000 personas hayan firmado para impulsar la nueva Ley General de Responsabilidades Administrativas, mejor conocida como Ley 3 de 3, es muestra de esa capacidad de convocatoria y del hartazgo de la sociedad en materia de corrupción.

     Ahora toca a los nueve ciudadanos que seleccionó el Senado elegir a los cinco integrantes, también ciudadanos, del Comité de Participación Ciudadana, quienes encabezarán al Comité Coordinador del SNA. En estos días se han estado llevando a cabo las entrevistas a los 17 finalistas para integrar dicho Comité. Entre los candidatos hay reconocidos académicos como Ricardo Raphael, María del Carmen Pardo y Enrique Cárdenas, entre otros, con lo cual vemos que afortunadamente hay candidatos con la solvencia académica y moral para llevar a cabo la encomienda. El Comité enfrentará retos técnicos muy importantes. Entre ellos podemos mencionar:

  •      Deberán proponer medidas urgentes para atacar la corrupción en el corto plazo.
  •     Deberán proponer una estrategia de carácter preventivo y una de carácter correctivo (Ver http://octaviodiazgl.blogspot.mx/2016/10/una-estrategia-anticorrupcion.html) para el combate a la corrupción.
  •       Deberán proponer medidas de atención inmediata a casos conocidos de corrupción, como el de los ex gobernadores, los sobornos a Pemex y muchos otros que están presentes ante la opinión pública.
  •      Tendrán que identificar procesos y áreas proclives a la corrupción en cada institución del gobierno, más allá de las tradicionales como adquisiciones y obra pública, y proponer medidas de mitigación de riesgos.
  •    Deberán estudiar los diferentes índices que existen para medir la corrupción y proponer aquellos que permitan medir mejor el fenómeno.  (Ver  http://octaviodiazgl.blogspot.mx/2016/09/el-reto-de-medir-la-corrupcion.html)
  •    Deberán proponer estrategias eficaces para la investigación de la evolución patrimonial de los servidores públicos más allá de los esfuerzos por trasparentar dicha información, ya que los datos que se proporcionan voluntariamente no siempre son confiables (Ver  http://octaviodiazgl.blogspot.mx/2016/06/las-3-de-3-disminuyen-la-corrupcion.html)
  •        Deberán proponer la integración de una gran plataforma informática y de comunicaciones que auxilie en el combate a la corrupción

     Pero los retos en materia de liderazgo y capacidad gerencial para que funcione el Comité Coordinador del SNA son los que presentan las mayores dificultades, ya que el Comité Ciudadano solo tendrá autoridad moral para impulsar el logro de los objetivos del SNA; sus instrucciones no serán de cumplimiento obligatorio para los miembros del Comité Coordinador. En este sentido deberán:


  •        Fortalecer a la Fiscalía Anticorrupción ya que con los recursos con que cuenta actualmente la unidad de la PGR de donde se desprenderá, no podrá operar eficazmente.
  •     Fortalecer la independencia y profesionalización de los órganos internos de control en el gobierno federal.
  •         Impulsar el nombramiento de titulares de órganos internos de control en los organismos autónomos.
  •       Construir mecanismos de rendición de cuentas del Comité Coordinador y del SNA.
  •        Afinar el papel del Consejo de la Judicatura y del Instituto Nacional de Transparencia (INAI) en materia de combate a la corrupción.
  •      Enfocar los esfuerzos de la Secretaría de la Función Pública y de la Auditoría Superior de la Federación a la detección de actos de corrupción.
  •      Seleccionar al Secretario Técnico del SNA y a los principales mandos de la Secretaría Ejecutiva del SNA (Ver http://octaviodiazgl.blogspot.mx/2016/11/perfiles-necesarios-para-el-sistema.html)
  •        Revisar el marco legal existente para irlo fortaleciendo, especialmente para darle “dientes” al Comité de Participación Ciudadana.
  •         Involucrar a la sociedad en el combate a la corrupción.
  •        Impulsar en el corto plazo la creación de los sistemas anticorrupción en las entidades federativas.
  •         Evitar que el SNA se burocratice y se convierta en elefante blanco.
     En estos días nos tiene muy preocupados que Trump esté cumpliendo todas sus amenazas contra México por lo que es tiempo de voltear hacia dentro para limpiar la casa. Si no tenemos resueltos nuestros problemas internos, no podremos enfrentar las amenazas del exterior y uno de los más graves es la corrupción. Mientras no tengamos avances en esta materia, el Estado se irá debilitando porque la corrupción es un cáncer que carcome a las instituciones. Qué bueno que sean los ciudadanos quienes encabecen esta difícil prueba, pero habrá que darles todo el apoyo para que venzan las inercias burocráticas que tendrán que enfrentar.


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21 de enero de 2017

TRUMP NOS MUESTRA NUESTRA REALIDAD


Por: Octavio Díaz García de León

Para consternación de México y de casi todo el resto del mundo (Rusia está feliz), este viernes 20 de enero tomó juramento como el cuadragésimo quinto presidente de los Estados Unidos, Donald John Trump, de 70 años de edad. Ese país inaugura así una nueva era en la geopolítica mundial, especialmente en la relación con su vecino del sur y la noticia no es buena para nosotros. Trump no se ha cansado de insultar a México y a los mexicanos y amenazar a nuestro país con quitarnos empleos, modificar el TLCAN para que Estados Unidos tenga más ventajas y con la deportación de millones de personas indocumentadas.  Pero no cabe duda que Trump y los americanos que lo respaldan, por minoría que sean, están en su derecho de decir lo que quieran. Nos toca a nosotros defendernos.

Desafortunadamente las posibilidades de defensa son muy reducidas. Tenemos una economía tan dependiente de los Estados Unidos que nos hace muy vulnerables a los designios de ese país. El 80% de nuestras exportaciones se han dirigido a ese país desde por lo menos 1993 y el 46% de las importaciones en 2016 provinieron de Estados Unidos. (http://www.gob.mx/se/acciones-y-programas/comercio-exterior-informacion-estadistica-y-arancelaria) Lo mismo sucede con las remesas de dinero y el turismo que en su mayor parte provienen de nuestro vecino del norte. Tampoco tenemos unas fuerzas armadas que nos permitan, ni modestamente, presentar una defensa militar, como sí la tienen los chinos y otros países que sí pueden plantear una defensa contra países más poderosos. Como decía en un artículo anterior, los americanos no han invadido de nuevo a México simplemente porque no quieren.

Nuestros problemas internos también nos debilitan. El hecho de que los niveles de inseguridad están creciendo, que el tráfico de drogas hacia Estados Unidos continúe en cantidades muy significativas, que el Estado mexicano no controle porciones del territorio nacional que se encuentran en manos de la delincuencia, que exista una  corrupción rampante, haya una  debilidad institucional, que la economía esté frágil por los altos niveles de endeudamiento, la inflación, el gasto excesivo del gobierno, la devaluación del peso y otros males internos, no nos permite presentar un frente de defensa adecuado. Además, nos encuentra divididos y con liderazgos debilitados.

No que amenace con reaparecer el fantasma de 1847 ni que sea premonitorio que el presidente de entonces sea homónimo del actual, pero nuestras debilidades hacen recordar a esa época infausta. Desde luego no está en juego nuestro territorio porque las formas del colonialismo se han civilizado, pero el daño que puede sufrir nuestro país puede darse en la forma de una posible crisis económica de grandes proporciones y una crisis humanitaria derivada de las deportaciones. La gobernabilidad de nuestro país se podría poner en riesgo.

La amenaza de Trump no es sencilla y le tocará enfrentarla en estos dos años que le restan a la administración del presidente Peña. Si bien los últimos tres cancilleres no han tenido ninguna experiencia diplomática previa, esperamos que el actual no se precipite y conduzca la relación con Estados Unidos de la mejor manera posible, aunque llega a la mesa de negociaciones con un país debilitado y con pocas fichas para negociar.

Nos enfrentamos a un escenario inédito para las últimas cuatro generaciones de mexicanos. Desde la última vez que intervinieron los Estados Unidos en nuestro país allá por la década de los años veinte del siglo pasado, México ha tenido una relación relativamente buena con nuestro vecino del norte. Las amenazas de Trump, y hay todos los indicios de que las cumplirá, nos toman mal preparados a pesar de que Trump dejó ver sus propósitos desde mediados del 2015.

Por décadas hemos escogido ser el vecino débil del sur y apostarle, a partir de la firma del TLCAN, a las buenas intenciones y la buena voluntad del vecino del norte mediante una cada vez mayor integración con ese país. Nos toma ahora por sorpresa esta nueva tendencia de las naciones desarrolladas que quieren aislarse, porque la economía globalizada no ha cumplido las expectativas de toda su población.

 México ha renunciado a jugar un papel geopolítico relevante desde que se derrumbó el Imperio de Iturbide. La invasión francesa y el Imperio de Maximiliano nos volvió a poner en el teatro del mundo para contrarrestar el creciente poder de los Estados Unidos pero la caída de este imperio nos borró del mapa geoestratégico, como posible potencia regional, para ponernos en la órbita de los Estados Unidos. Esta podría ser la oportunidad para cambiar esa situación.  

Trump es el espejo que nos muestra nuestras debilidades, carencias y dependencia. Ojalá que también sirva para mostrarnos nuestras fortalezas y de lo que somos capaces. Estados Unidos con Trump a la cabeza, estará construyendo su muro de la soledad, cortando el cordón umbilical para dejarnos navegar solos. Que mejor oportunidad para poner en orden la casa y salir adelante por nosotros mismos.

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14 de enero de 2017

GASTO SIN CONTROL

Por: Octavio Díaz García de León

     La suma de los presupuestos de egresos del gobierno federal de 2013 a 2017 se incrementó en un 80% comparado con la misma suma de 2008 a 2012 (http://www.transparenciapresupuestaria.gob.mx/). En el periodo 2008 a 2012 la economía creció un 8.4% (5 años) a pesar de la fuerte caída del PIB por la crisis de los mercados financieros internacionales mientras que entre 2013 y 2016 el PIB creció 7.3% (4 años) (http://www.inegi.org.mx/est/contenidos/proyectos/cn/) es decir, a niveles similares que en la administración anterior si se cumple la expectativa de crecimiento para 2017. Se gastó mucho más pero no se logró un crecimiento económico mayor ni hay mejoras visibles en los servicios que presta el gobierno federal. ¿Qué pasó con todo ese gasto adicional? ¿En qué se fue? ¿Dónde están los resultados de ese gasto?

      Existe la creencia de que el gasto público por sí mismo es bueno y hay quienes abogan por aumentar la recaudación de impuestos para tener más que gastar. Uno de los efectos que esperan los proponentes de un mayor gasto es que haya más crecimiento de la economía, que se reduzca la pobreza, aumente el nivel educativo, mejore la salud de la población y se disminuya la inseguridad, entre otras cosas. Por lo menos en el caso de México esto no ha sucedido en los últimos 10 años. Ante estos resultados, ha vuelto el clamor de que el gobierno ya no cobre más impuestos y deje mayor libertad a los empresarios para que hagan lo que saben hacer: generar empleo y riqueza y a la población se le deje su dinero para que pueda optar por mejores servicios y no por los que ofrezca el gobierno, cuando estos son malos. Recientemente, uno de los proponentes de esta última posición ha sido el senador Francisco Búrquez, de Sonora. (A quien, por cierto, le deseo que mejore su salud).

     Recaudar más impuestos es bueno cuando el gobierno es capaz de ofrecer servicios de primera sin desvíos ni corrupción. Allí está el caso de los países escandinavos. Cobrar menos impuestos y dejar en manos de la iniciativa privada los servicios que normalmente presta el gobierno también es bueno, siempre y cuando se regule su actuación en beneficio de la población y se creen mecanismos solidarios (Que no tienen que venir del gobierno) para apoyar a la población más desprotegida. En México podría funcionar una combinación de ambos.
  
    El gasto excesivo, más allá de la capacidad de generar ingresos vía impuestos, lleva al endeudamiento. Esto ya lo vimos en las décadas 70, 80 y 90 del siglo pasado, cuando el gasto y el endeudamiento crecieron sin control y las crisis económicas se repitieron sexenio tras sexenio. Ojalá no estemos regresando a las épocas de la inestabilidad macroeconómica, aunque ya hay indicios preocupantes:  un endeudamiento excesivo que ya alcanza el 50% del PIB, gasto poco eficaz como ya se mencionó, inflación creciente, devaluación del peso de 70% en los últimos 3 años (Aunque esto se debe a otros factores) y una corrupción rampante como lo han demostrado casos recientes de ex gobernadores.

    ¿Qué es lo que está haciendo falta? Un control interno adecuado dentro del gobierno. El propósito del control interno es ayudar a los responsables de las instituciones de cualquier tipo a cumplir con sus metas. En el caso del gobierno federal, la secretaría responsable del control interno es la Secretaría de la Función Pública (SFP). Su casi desaparición afectó sus tareas y no siempre se ha entendido su función ni se han utilizado las herramientas que tiene para exigir una rendición de cuentas adecuada. La SFP debería ser el instrumento con el que el Presidente de la República se asegure que presupuestos, metas y programas se cumplan y que haya rendición de cuentas de los funcionarios responsables.

    Otros problemas de control interno son, por ejemplo, que las metas estén mal fijadas ya que las ponen quienes tienen que cumplirlas, lo que en muchas ocasiones hace que cada institución se fije metas que no las comprometa (Todos las cumplen); también se fijan metas inerciales sin valorar si sirven o no para resolver problemas porque a la burocracia le suele interesar más su supervivencia que dar resultados. Los mecanismos de evaluación también suelen ser deficientes al no tener mediciones que reflejen la resolución de los problemas que se quieren atender. Tampoco hay rendición de cuentas. No tengo noticia, por ejemplo, de algún funcionario que haya sido sancionado por exceder su gasto, por no cumplir sus metas o por no dar resultados.

     Ahora que se ha vuelto a incorporar formalmente la SFP al gobierno federal, es tiempo de que esta institución se asegure que existen los controles necesarios en las instituciones del poder ejecutivo federal para que se cumplan los objetivos y metas para los cuales se les entrega recursos. 

    Sería conveniente que el presidente les fije metas exigentes, que la SFP verifique su cumplimiento y que los recursos se usen con eficacia y eficiencia, exigiendo cuentas a los responsables, con consecuencias. También será importante revalorar, otra vez, todos los programas de gasto, para ver si realmente resuelven algún problema social y desaparecer aquellos que sean inútiles. Un gobierno que gasta excesivamente sin dar resultados perceptibles para la población, está en riesgo de perder apoyo popular y generar ingobernabilidad. Lo bueno es que allí están las herramientas para evitarlo.


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3 de enero de 2017

RECUERDOS PARALELOS



Por: Octavio Díaz García de León

Para mis amigos de la colonia americana en Avalos

     Terminé el 2016 leyendo una antología de Sergio Pitol. En el texto “Cementerio de Tordos”, Pitol entreteje su relato con la reflexión de la creación del propio texto que está desarrollando como en un juego de espejos que además salta de un tiempo a otro alimentado por los recuerdos del autor. Dice Pitol: “En cierta forma se trataría de una investigación sobre los mecanismos de la memoria: sus pliegues, sus atolladeros, sus prodigios” y así, nos lleva a los recuerdos de su niñez en un ingenio en Veracruz. De esos recuerdos surge el entierro de un tordo depositado en una caja, que los niños intentan preservar de la descomposición. Días después lo desentierran y encuentran al pájaro agusanado. El autor describe como un ingeniero observa curioso a los niños y les diría algo que no entenderían del todo: “aunque la caja fuera de metal y no tuviera rendijas cualquier animal muerto se agusanaría, porque era el cuerpo quien contenía los gérmenes de la putrefacción y no el exterior que los introducía”.

     De pronto, mis recuerdos y los de Pitol se conectan inesperadamente. Los recuerdos se quedan enterrados en la mente, pero a veces surgen revividos por un estímulo inesperado. En la colonia americana, en Avalos, los niños entierran a una conguita para evitar su descomposición ¿Cómo pueden ser los recuerdos del escritor tan parecidos a los míos? Y es que las reminiscencias de ambos no son solo los pájaros sepultados. A lo largo de su relato, Pitol describe el lugar donde crecí porque el suyo y el mío eran similares.  Por ejemplo:

      La inmensa fábrica del ingenio…a su alrededor crecía un parque donde se hallaban la casa del gerente, los técnicos y empleados de confianza... los ingenieros, … el lugar de las actividades sociales, la cancha de tenis, el hotel para los visitantes…. más nuevamente jardines y otras casas hasta llegar a las bardas…  Dos portones, perpetuamente custodiados por un grupo de porteros, daban acceso al otro mundo, el del pueblo… Un largo muro rodeaba la fábrica, la casa y los jardines que las rodeaban, así como los centros de esparcimiento: el hotel para huéspedes, … y las canchas de tenis cuyo objeto era separar aquel flamante oasis del resto del pueblo. Del otro lado del muro vivían los obreros, los peones, … gente de otro color y otro pelaje…  El protagonista piensa que si revisitara el ingenio tal vez descubriría que todo era mucho más modesto de cómo lo veían sus ojos infantiles. Está seguro de que el jardín era menos espectacularmente hermoso que la visión conservada en su memoria, que las casas no eran tan amplias, ni tan modernas como la serie de artefactos entonces casi desconocidos se lo indicaban: las estufas y los calentadores de baño eléctricos, por ejemplo. Los idiomas extranjeros, en especial el inglés que oía constantemente, le imprimían al lugar una nota de extrañeza, pues buena parte de los técnicos eran norteamericanos.”

    La costumbre de los técnicos extranjeros de crear sus propios espacios privilegiados con las comodidades que tenían en su país de origen, se replicó no solo en los ingenios, sino en las minas, en las fundiciones, en las colonias ferrocarrileras y otros lugares habitados por extranjeros. La colonia americana en Avalos era un oasis en medio del desierto de Chihuahua, situada a un lado de la fundición de plomo y zinc la cual destacaba con sus dos enormes chimeneas y sus extensas instalaciones. La colonia tenía sus jardines, las canchas de tenis, basquetbol y futbol, la escuelita donde cursamos parte de la primaria en inglés, la alberca, el hotel; allí estaban las casas con su “porche” al frente, tenían chimenea, pisos de madera y su calentador de baño eléctrico; había también una vegetación privilegiada: álamos y sicomoros frondosos, pasto inglés en los jardines que rodeaban a las casas y en el jardín del centro delimitado por setos (“hedges”), con bancas de metal y madera. El club tenía sus mesas de boliche, billar, piano, sillones en una gran sala, una pequeña biblioteca, una barra y mesas para el dominó o los dados. Una barda de adobe rodeaba la colonia que la separaba del mundo de los obreros y del resto de la población y un portón de hierro vigilado por un portero. Recuerdo el sonido de una máquina de vapor que llevaba y traía mineral y la sirena que anunciaba los cambios de turno.  

    Ya no es posible regresar a esa colonia que fue destruida por la indiferencia y el abandono. Sus jardines se convirtieron en llanos secos, los árboles fueron talados y las casas, en ruinas. No se pudo enterrar a la colonia para que tuviera una muerte digna; se descompuso como cualquier cadáver. Pero nadie nos podrá borrar los recuerdos de lo que allí vivimos, aunque, como dice Pitol, quizá era menos espectacularmente hermosa que la visión conservada en la memoria.


    Sergio Pitol tuvo a bien revivir mis recuerdos con su extraordinario texto. Asombra el pensar que vivimos en lugares tan parecidos y vimos personas y situaciones tan similares a pesar del tiempo y la distancia. Cuantos de nosotros enterramos alguna vez un pájaro, esperando que no se descompusiera, para venir a descubrir que en el lugar donde no se descompone es en la memoria.  


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22 de diciembre de 2016

MIS LIBROS FAVORITOS DEL 2016


Por: Octavio Díaz García de León

    Se ha vuelto costumbre hablar de los mejores libros del año en estas fechas y eso es bueno para dejarles descansar de los temas que nos agobian, por lo que me permito comentarles en esta ocasión acerca de los libros que más me gustaron este año. Destaco los siguientes libros: 

1.    Sapiens. De animales a dioses” y “Homo Deus”. Autor: Yuval Noah Harari. El primero de los libros trata de la macro historia de la humanidad. El autor explora los mecanismos por los que alcanzamos éxito como especie y el impacto que hemos tenido en el medio ambiente. Recorre nuestra evolución desde la adquisición del lenguaje, el descubrimiento de la agricultura, la unificación de la humanidad hasta la revolución científica. Describe como pasamos de tener sociedades pequeñas a formar una sociedad global gracias a mitos y ficciones que permitieron que los humanos cooperaran entre sí. Tres órdenes universales ayudaron a aglutinar a los humanos: el orden monetario, el orden imperial y el orden religioso. Con la revolución científica que inició hace 500 años, el poder humano ha crecido de manera exponencial. Al final del libro considera el autor que el Homo Sapiens está en vía de extinción para dar paso al Homo Deus. En el segundo libro, Harari menciona que vivimos inmersos en historias o relatos que nos inventamos para darle sentido a la vida de tal forma que algunas de las nuevas religiones y mitos que ha construido la sociedad moderna son el humanismo, el liberalismo y el individualismo. Sin embargo, estas nuevas creencias están siendo socavadas por la ciencia, como antes fueron socavadas las religiones. Hacia el futuro, prevé que podría haber dos vertientes de desarrollo de la humanidad: una en donde prevalecerán los seres humanos convertidos en inmortales; ciberseres con mejoras técnicas a sus cuerpos y capacidad intelectual aumentada. Esto ocurrirá porque la ciencia permite ver a los cuerpos biológicos y sus problemas como desafíos técnicos que pueden ser solucionados. Así, la muerte dejará de ser inevitable porque solo es un problema técnico por resolver. La otra gran tendencia es el dataísmo que explica al universo como un flujo de datos y el valor de cualquier fenómeno o entidad está dado por su contribución al procesamiento de datos. Por ello, los organismos no son más que algoritmos que procesan datos. Existe el riesgo de que la inteligencia se desconecte de la conciencia y entonces algoritmos mucho más inteligentes que los seres humanos los podrían reemplazar. Entonces las máquinas inteligentes podrían sustituir a los humanos.

2.    “Estrategia: Una Historia”. Autor: Lawrence Freedman. Este libro enciclopédico, recorre la historia de la estrategia a través de los siglos. El autor considera que solo existen tres elementos clave para todas las estrategias: engaño, formación de coaliciones y uso de la violencia. El libro  nos lleva por  la estrategia en la Biblia, en los griegos, en los chinos y durante la edad media; luego trata de la estrategia aplicada a los temas militares  desde Clausewitz,  hasta los juegos nucleares, la guerra de guerrillas y la guerra actual usando las nuevas tecnologías; la siguiente sección habla de las estrategias de los  menos privilegiados, como las teorías marxistas que proponen estrategias a los trabajadores, las religiones que defienden al débil y los sistemas democráticos que empoderan a las masas; luego trata de la estrategia desde el punto de vista de las élites, por ejemplo, las gerenciales que dirigen empresas; finaliza exponiendo tres teorías modernas de la estrategia: aquella basada en historias y guiones, aquella que considera que  las decisiones son siempre racionales y la que considera  que las personas no siempre actúan racionalmente.

3.    “Eso no puede pasar aquí”. Autor: Sinclair Lewis. Esta novela se convierte en lectura obligada ahora que ha ganado Trump las elecciones en Estados Unidos. Situada la acción a principios de los años treinta en ese país, describe lo que pasaría de ganar las elecciones un demagogo populista que llega al poder para crear una sociedad totalitaria del tipo que en aquella época habían creado en Europa, Stalin, Hitler, Mussolini y Franco. El autor escribió esta novela en los años treinta como advertencia a los Estados Unidos de lo que podía pasar si un régimen como los mencionados llegara a implantarse allí. Ahora el riesgo está de vuelta.

4.    “El adversario”. Autor: Emmanuel Carrere. La historia real de un hombre que fingió tener una vida que nunca tuvo y para lo cual tuvo que mentir constantemente a su familia y a todo mundo quienes no sospechan nada y lo creen un hombre exitoso. Pero una vez que está a punto de revelarse la verdad, mata a su familia. ¿Cómo fue posible que engañara a tantos tan profundamente y por tanto tiempo? La historia está relatada magistralmente por Carrere.

    Hay otros libros que recomiendo pero que no puedo reseñar por falta de espacio. Entre ellos los del filósofo alemán Rudiger Safranski: “Romanticismo: Una odisea del espíritu alemán”, “El mal o el drama de la Libertad” y “Goethe: la vida como obra de arte”.


     Espero que el año nuevo les traiga nuevos y provechosos libros. Que pasen una feliz navidad y tengan un año 2017 en que se cumplan todas sus metas con salud y serenidad. ________________________________________________________________

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17 de diciembre de 2016

ARISTÓCRATA DE LA CULTURA


Por: Octavio Díaz García de León

Con un abrazo, para Fernando Tovar y de Teresa

       El pasado sábado 10 de diciembre falleció el primer Secretario de Cultura que ha tenido nuestro país, Rafael Tovar y de Teresa, después de una enfermedad que se manifestó al poco tiempo de que asumió el cargo hace apenas un año. Le tocó presidir la transición para que el CONACULTA dejara de ser parte de la Secretaría de Educación Pública y darle rango de secretaría. Este fue un reconocimiento por parte del presidente Peña Nieto en dos sentidos: por una parte, reconocer el que la promoción cultural en nuestro país merecía su atención directa formando parte de su gabinete y por otra parte reconocer la trayectoria de un funcionario público que dedicó la mayor parte de su vida a la promoción de la cultura.
     Rafael Tovar inició su camino en el servicio público a los 20 años de edad en donde permaneció, salvo por un lapso de 4 años, hasta su muerte. En su trayectoria de diplomático y funcionario público siempre estuvo ligado al tema de la promoción cultural. Sus puestos más destacados fueron como presidente del CONACULTA en tres ocasiones: en los sexenios de los presidentes Salinas de Gortari, Zedillo y Peña, para terminar su carrera como Secretario de Cultura. También fue embajador de México en Italia en el sexenio del presidente Fox y presidente de la comisión organizadora de los festejos del bicentenario con el presidente Calderón.
      En su carrera como funcionario público creo instituciones y programas que definen su legado. Formó el  Sistema Nacional de Creadores de Arte  que reconoce a los creadores y estimula la creación artística; construyó el Centro Nacional de las Artes; el Centro de la Imagen, para la divulgación de la fotografía; el Canal 22 de televisión; el Fondo para la Producción Cinematográfica de Calidad;  el Fondo de Inversión y Estímulo al Cine;  integró la Cineteca Nacional al sector cultural, misma que se renovó; formó la Videoteca Universal;  fundó el Sistema Nacional de Fomento Musical, para la formación de orquestas;  constituyó  el Programa de Apoyo a la Infraestructura Cultural de los Estados;  creó el Museo de Arte Popular y el Programa Nacional de Desarrollo Cultural Infantil "Alas y Raíces a los Niños", entre otros.

     Destacaban sus cualidades como pianista, melómano, escritor e historiador. Si bien quizá su vocación se inclinaba más por ser un creador artístico, lo que prevaleció en su actividad profesional fue dedicarse al servicio público para promover la cultura. Fue también una forma de manifestar su creatividad a través de la fundación de instituciones y programas para el fomento de las artes. En las reseñas con motivo de su muerte, sus amigos resaltan su gran conocimiento sobre la literatura pianística y su amplia colección de discos, videos y libros (Que ojalá se conserve y no se disperse). En su formación y la de su hermano Guillermo influyeron su padre y su abuelo materno, poseedor ambos de una amplísima cultura y el abuelo dueño de una gran biblioteca en su casona de las calles de Jalapa en la ciudad de México. Hay que recordar que su hermano Guillermo destacó desde niño como una de las personas más conocedoras del arte Novohispano, por lo cual también obtuvo numerosos reconocimientos.

     Quienes trataron a Rafael Tovar dieron testimonio de su prudencia, amabilidad, porte distinguido, elegancia en el vestir, modales refinados y educación exquisita, como salido de la época que evoca con nostalgia en sus libros, impregnados de los recuerdos de su familia materna: el Porfiriato.  Solo en una ocasión tuve oportunidad de saludarle personalmente: cuando el Lic. Tovar era embajador en Italia, me lo encontré en el Panteón, en Roma, donde se encontraba mostrándole el espectacular templo a su hijo. Me saludó con amabilidad a pesar de que yo era un perfecto desconocido y habiéndole abordado un tanto intempestivamente.   

    Otro aspecto relevante de su biografía fue el haberse casado en primeras nupcias con Carmen López Portillo Romano, cuando el padre de ella era presidente de la república, acontecimiento que quedó marcado como uno de los acontecimientos sociales más destacados de su época.  El asunto es relevante no por haberse convertido en yerno del presidente sino porque López Portillo y su familia, también fueron grandes impulsores de la cultura. Hay que recordar que el presidente escribió una novela y tenía intereses literarios. Le tocó crear la Universidad del Claustro de Sor Juana honrando a la admirable poetisa novohispana de la que la familia López Portillo fue gran admiradora.  La maestra Carmen López Portillo dirige esa institución desde 1990.

     Queda un gran hueco muy difícil de llenar en la promoción de la cultura desde el gobierno. Queda también la discusión de hasta qué punto debe intervenir el gobierno en esta tarea. Pero ante la falta de interés de los medios de comunicación por promover todo aquello que no sea negocio y salvo algunas iniciativas privadas interesantes como el museo Soumaya, es necesario que el gobierno promueva la cultura intensamente ante el deterioro educativo de nuestro país. Que lo hagan intelectuales como Vasconcelos y Tovar, inmersos como estaban ellos en una amplísima cultura, sería todavía mejor. Ojalá el presidente Peña encuentre pronto un reemplazo digno para la Secretaría de la Cultura.
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9 de diciembre de 2016

ES LA ECONOMÍA…


Por: Octavio Díaz García de León


     Nuestro país enfrenta muchos problemas y valdría la pena intentar encontrar la causa raíz de los mismos. Me permito aventurar que existen por lo menos dos causas de las que se derivan la mayor parte de los problemas del país: el mal desempeño de la economía que no permite ofrecer niveles mínimos de bienestar a la mayoría de la población y la falta de instituciones fuertes que permitan el buen funcionamiento del país.

 En la encuesta de GEA-ISA de noviembre (http://www.isa.org.mx/contenido/GIMX1611p.pdf), los encuestados manifestaron que los principales problemas del país son, en ese orden, el económico, la inseguridad, el político y los servicios públicos. Estos se podrían subdividir a su vez en falta de empleo, bajos ingresos, empleo informal, asesinatos, robos, extorsiones, secuestros, corrupción, desconfianza hacia los políticos y sus partidos, malos servicios educativos, de salud, urbanos, etc.

     Por una parte, podemos advertir que hacen falta instituciones sólidas que le den rumbo y certeza a la conducción del país. En muchos aspectos apenas estamos construyendo instituciones y en otros, las existentes están afectadas por la corrupción, la ineficacia, la ineficiencia y por atender intereses particulares o clientelares. Esto se puede apreciar, por ejemplo, en la corrupción de los ex gobernadores de Veracruz, Sonora, Chihuahua, Zacatecas, Quintana Roo y un largo etcétera, o la incapacidad para gobernar a Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Tamaulipas entre otros.

     Por otra parte, el que no tengamos una economía que ofrezca niveles mínimos de subsistencia u oportunidades para mejorar la calidad de vida y bienestar, ocasiona que las personas intenten conseguirlo recurriendo al empleo informal, la migración hacia Estados Unidos o incorporándose a la delincuencia. 

     Mientras que en otros países se han alcanzado niveles de ingreso y bienestar elevados de una manera relativamente rápida, como fue el caso de Japón, Singapur, Taiwán, Corea del Sur y más recientemente China, en México seguimos sin poder construir una economía que saque de la pobreza a la gran mayoría de la población y allí es donde debemos enfocar nuestros esfuerzos.

    Ya lo decía Bill Clinton en su campaña para la presidencia de su país en los años noventa: “Es la economía, estúpido”. A su esposa se le olvidó esto en las pasadas elecciones, mientras que Trump sí lo captó y en lugar de proponer soluciones razonadas (difíciles de entender por su electorado) de cómo resolver el problema económico apeló a los sentimientos echándole la culpa de sus males a chinos y mexicanos quienes, según él, les robaban sus trabajos. En realidad, la manufactura en el mundo desarrollado está evolucionando para sustituir a los seres humanos con robots y el 85% de la pérdida de empleos en Estados Unidos se debe a razones tecnológicas y no a que la manufactura se haya trasladado a otros países (http://theintellectualist.co/analysis-between-2000-and-2010-85-of-manufacturing-jobs-were-lost-to-technology-not-globalization/

    La economía en México no ha funcionado, por lo menos en las últimas 5 décadas y si me apuran un poco, desde que somos nación independiente, quizá con la excepción del “Porfiriato” y durante el “Desarrollo estabilizador”.  Basta ver algunas cifras: el 57.4% % de la población ocupada (29.1 millones de personas) (http://expansion.mx/economia/2016/05/13/mas-de-29-millones-de-mexicanos-trabajan-en-la-economia-informal) tienen trabajos informales y más de 16 millones de mexicanos emigraron hacia Estados Unidos entre 1965 y 2015 (http://www.pewhispanic.org/2015/09/28/modern-immigration-wave-brings-59-million-to-u-s-driving-population-growth-and-change-through-2065/).

    El que no funcione la economía ha servido también para alimentar a la delincuencia. Detrás de los altos índices de inseguridad está la falta de empleo y de oportunidades económicas satisfactorias. Hace unos años el Secretario de la Defensa estimaba en alrededor de medio millón de personas dedicada a la delincuencia organizada. A esta cifra habrá que agregar a quienes ya están en la cárcel (Alrededor de 238,000) y a otros delincuentes menores con lo que el número de personas dedicadas a actividades ilegales puede sobrepasar un millón (Casi equivalente a la población del estado de Aguascalientes).     

    Uno de los aspectos que ha impedido el desarrollo económico en México es el modelo manufacturero basado en maquiladoras. Este se inició en los años sesenta en México al mismo tiempo que en Japón, Corea y Taiwán entre otros. Pero mientras que los países del sureste asiático evolucionaron de ser países maquiladores a manufacturar productos con marcas y tecnología propia que las ha colocado entre las economías más desarrolladas del mundo, México se quedó estancado en este modelo e incluso se acentuó con el Tratado de Libre Comercio para América del Norte.

    Si bien en el corto plazo Trump puede ser una amenaza a la economía mexicana al tratar de llevarse estos trabajos repetitivos y de bajo valor agregado a su país, en el largo plazo la amenaza vendrá de la revolución tecnológica y se perderán de todas formas estos empleos de bajo valor agregado. Las maquiladoras no tardarán en desaparecer.

    Urge buscar un modelo de desarrollo económico de largo plazo que nos permitan generar empleos de mayor valor agregado, que paguen más y permitan competir mejor en el mundo. La solución no la debe dar solo el gobierno ya que es la iniciativa privada quien crea empresas para generar riqueza, empleo y pagar impuestos. Es muy importante que los empresarios tomen el liderazgo para crear nuevos modelos de negocios. El gobierno deberá proporcionar las instituciones sólidas que generen condiciones de estabilidad y seguridad y tener un papel meramente subsidiario que no estorbe a la iniciativa privada. El peligro para México no solo es Trump, sino nuestra incapacidad para crear una economía moderna.

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