9 de diciembre de 2016

ES LA ECONOMÍA…


Por: Octavio Díaz García de León


     Nuestro país enfrenta muchos problemas y valdría la pena intentar encontrar la causa raíz de los mismos. Me permito aventurar que existen por lo menos dos causas de las que se derivan la mayor parte de los problemas del país: el mal desempeño de la economía que no permite ofrecer niveles mínimos de bienestar a la mayoría de la población y la falta de instituciones fuertes que permitan el buen funcionamiento del país.

 En la encuesta de GEA-ISA de noviembre (http://www.isa.org.mx/contenido/GIMX1611p.pdf), los encuestados manifestaron que los principales problemas del país son, en ese orden, el económico, la inseguridad, el político y los servicios públicos. Estos se podrían subdividir a su vez en falta de empleo, bajos ingresos, empleo informal, asesinatos, robos, extorsiones, secuestros, corrupción, desconfianza hacia los políticos y sus partidos, malos servicios educativos, de salud, urbanos, etc.

     Por una parte, podemos advertir que hacen falta instituciones sólidas que le den rumbo y certeza a la conducción del país. En muchos aspectos apenas estamos construyendo instituciones y en otros, las existentes están afectadas por la corrupción, la ineficacia, la ineficiencia y por atender intereses particulares o clientelares. Esto se puede apreciar, por ejemplo, en la corrupción de los ex gobernadores de Veracruz, Sonora, Chihuahua, Zacatecas, Quintana Roo y un largo etcétera, o la incapacidad para gobernar a Guerrero, Oaxaca, Michoacán y Tamaulipas entre otros.

     Por otra parte, el que no tengamos una economía que ofrezca niveles mínimos de subsistencia u oportunidades para mejorar la calidad de vida y bienestar, ocasiona que las personas intenten conseguirlo recurriendo al empleo informal, la migración hacia Estados Unidos o incorporándose a la delincuencia. 

     Mientras que en otros países se han alcanzado niveles de ingreso y bienestar elevados de una manera relativamente rápida, como fue el caso de Japón, Singapur, Taiwán, Corea del Sur y más recientemente China, en México seguimos sin poder construir una economía que saque de la pobreza a la gran mayoría de la población y allí es donde debemos enfocar nuestros esfuerzos.

    Ya lo decía Bill Clinton en su campaña para la presidencia de su país en los años noventa: “Es la economía, estúpido”. A su esposa se le olvidó esto en las pasadas elecciones, mientras que Trump sí lo captó y en lugar de proponer soluciones razonadas (difíciles de entender por su electorado) de cómo resolver el problema económico apeló a los sentimientos echándole la culpa de sus males a chinos y mexicanos quienes, según él, les robaban sus trabajos. En realidad, la manufactura en el mundo desarrollado está evolucionando para sustituir a los seres humanos con robots y el 85% de la pérdida de empleos en Estados Unidos se debe a razones tecnológicas y no a que la manufactura se haya trasladado a otros países (http://theintellectualist.co/analysis-between-2000-and-2010-85-of-manufacturing-jobs-were-lost-to-technology-not-globalization/

    La economía en México no ha funcionado, por lo menos en las últimas 5 décadas y si me apuran un poco, desde que somos nación independiente, quizá con la excepción del “Porfiriato” y durante el “Desarrollo estabilizador”.  Basta ver algunas cifras: el 57.4% % de la población ocupada (29.1 millones de personas) (http://expansion.mx/economia/2016/05/13/mas-de-29-millones-de-mexicanos-trabajan-en-la-economia-informal) tienen trabajos informales y más de 16 millones de mexicanos emigraron hacia Estados Unidos entre 1965 y 2015 (http://www.pewhispanic.org/2015/09/28/modern-immigration-wave-brings-59-million-to-u-s-driving-population-growth-and-change-through-2065/).

    El que no funcione la economía ha servido también para alimentar a la delincuencia. Detrás de los altos índices de inseguridad está la falta de empleo y de oportunidades económicas satisfactorias. Hace unos años el Secretario de la Defensa estimaba en alrededor de medio millón de personas dedicada a la delincuencia organizada. A esta cifra habrá que agregar a quienes ya están en la cárcel (Alrededor de 238,000) y a otros delincuentes menores con lo que el número de personas dedicadas a actividades ilegales puede sobrepasar un millón (Casi equivalente a la población del estado de Aguascalientes).     

    Uno de los aspectos que ha impedido el desarrollo económico en México es el modelo manufacturero basado en maquiladoras. Este se inició en los años sesenta en México al mismo tiempo que en Japón, Corea y Taiwán entre otros. Pero mientras que los países del sureste asiático evolucionaron de ser países maquiladores a manufacturar productos con marcas y tecnología propia que las ha colocado entre las economías más desarrolladas del mundo, México se quedó estancado en este modelo e incluso se acentuó con el Tratado de Libre Comercio para América del Norte.

    Si bien en el corto plazo Trump puede ser una amenaza a la economía mexicana al tratar de llevarse estos trabajos repetitivos y de bajo valor agregado a su país, en el largo plazo la amenaza vendrá de la revolución tecnológica y se perderán de todas formas estos empleos de bajo valor agregado. Las maquiladoras no tardarán en desaparecer.

    Urge buscar un modelo de desarrollo económico de largo plazo que nos permitan generar empleos de mayor valor agregado, que paguen más y permitan competir mejor en el mundo. La solución no la debe dar solo el gobierno ya que es la iniciativa privada quien crea empresas para generar riqueza, empleo y pagar impuestos. Es muy importante que los empresarios tomen el liderazgo para crear nuevos modelos de negocios. El gobierno deberá proporcionar las instituciones sólidas que generen condiciones de estabilidad y seguridad y tener un papel meramente subsidiario que no estorbe a la iniciativa privada. El peligro para México no solo es Trump, sino nuestra incapacidad para crear una economía moderna.

________________________________________________________________

 Twitter: @octaviodiazg             http://heraldo.mx/tag/todo-terreno/                        Correo: odiazgl@gmail.com

No hay comentarios:

Publicar un comentario