Por: Octavio Díaz García de León
Margarita Zavala renunció al PAN después de 33 años de militancia en
ese partido (Entró a los 16 años). Desde que en julio de 2015 se anunció como
aspirante a la candidatura presidencial, se lanzó a una precampaña que la llevó
por todo el país en busca de apoyos y algo ha de haber encontrado en el camino
pues las encuestas la colocan consistentemente en un segundo lugar o en empate
técnico con AMLO en las preferencias de los votantes. El pasado jueves 12 se
registró ya como aspirante a la presidencia de México por una candidatura
independiente. Tendrá que reunir más de 800 mil firmas para lograrlo.
Abandonar al PAN no ha de haber sido una decisión fácil pues allí
adentro, en teoría, hubiera tenido todas las ventajas que conlleva el tener el
apoyo de un partido que ya ha ganado dos veces la presidencia de la república y
cuenta con estructura, organización, conocimiento de marca, militantes,
recursos públicos y millones de spots en medios de comunicación, aspectos que su
presidente Anaya sí ha aprovechado para proyectar su propia candidatura. (¿Sería
por eso que se salió Margarita, que en el PAN todo el apoyo era para la
precampaña de Anaya y para nadie más?)
Pero Margarita ya ha vivido esto al lado de su esposo. Hay que recordar
que el presidente Fox le pidió al entonces secretario de Energía, Felipe
Calderón, dejar sus aspiraciones presidenciales o dejar el gabinete. Calderón
optó por dejar el gabinete para lanzarse a una campaña en condiciones muy desventajosas,
pero pudo imponerse primero, al precandidato del presidente, Fox, el gris secretario
de Gobernación, Santiago Creel, para luego ganarle a AMLO en la contienda
presidencial.
Me ha sorprendido la virulencia de las reacciones contra la salida de
Margarita del PAN por un amplio segmento de articulistas y comentaristas. Por
ejemplo, el de Jesús Silva-Herzog Márquez en el periódico Reforma, (http://www.reforma.com/aplicaciones/editoriales/editorial.aspx?id=121542), donde la acusa de falta de méritos, de una
precampaña fallida, de falta de inteligencia estratégica, de balbuciente e
incoherente en entrevistas. Opiniones a las que no aporta datos más allá de la
anécdota. Hubo otras voces que le criticaron a Margarita su falta de docilidad
para acatar las decisiones del líder de su partido, crítica que se parece a las
que los partidarios de AMLO hicieron ante la rebeldía de Monreal, que no quiso
aceptar el dedazo de su líder, quien nombró a Sheinbaum como su candidata a la
CDMX.
Pero también hubo quien puso al desnudo lo mezquino de los argumentos
de quienes intentaron linchar mediáticamente a Margarita. Tal es el caso del ingenioso artículo de Luis Antonio Espino en Letras
Libres (http://www.letraslibres.com/mexico/politica/como-escribir-una-columna-anti-margarita-zavala-en-10-simples-pasos).
Sin duda la abogada Zavala tiene sus defectos, aunque no creo que
mayores que otros precandidatos que se perfilan y desde luego, también tiene sus
méritos. Un importante segmento del electorado, que seguramente no piensa como
los comentaristas de la ciudad de México, ha encontrado algo que les gusta de ella
y que la ha posicionado consistentemente en el primer o segundo lugar de las
preferencias electorales.
¿Qué explica el fenómeno de la alta intención de voto por la
candidatura de Margarita Zavala? Se me
ocurren algunas razones. No es una política que ha andado en todos los puestos
que ha podido, al acecho del siguiente “hueso”. Su forma de vida es acorde con sus
ingresos de clase media y está a la vista de quien quiera darse una vuelta por
Las Águilas en la CDMX. Puede ser también la sencillez y calor humano con la
que se desempeñó como primera dama. Su espontaneidad y lo sencillo de su
mensaje la hace conectar con las personas comunes y corrientes, en contraste
con el populismo de unos, la arrogancia tecnócrata de otros o las promesas
huecas de los políticos tradicionales.
No es una política típica y en eso se diferencia mucho, hasta de su
esposo. Habla de valores tradicionales, familiares y católicos, que apelan a un
segmento importante de la población, pero, además, lo predica con el ejemplo,
es decir, es una persona congruente. Y
concuerdo con lo que dice Espino en su artículo: un segmento muy importante del
electorado, refleja en el apoyo que le da a Margarita, la aprobación que tiene
todavía la gestión del expresidente Calderón, en todo el país.
La salida de Margarita del PAN enriquece la contienda electoral al
darle al electorado una alternativa que no le hubiera dado el PAN, ya que la
dirigencia de ese partido prefirió seguir la estrategia de unir a tres partidos
muy disímbolos, con lo cual probablemente se decidirá cupularmente a su
candidato y no a través de una consulta a la militancia de los tres partidos.
¿Ganará Margarita las elecciones? Nadie lo sabe, aunque haya quien
opine al respecto. Seguramente en las campañas influirá mucho la mercadotecnia
y eso requiere mucho dinero; por lo pronto, quienes tienen el dinero son los
partidos. Si bien ya demostró el Bronco que se puede ganar una campaña a base
de redes sociales y un poco de ayuda de amigos empresarios, para Margarita será
una campaña cuesta arriba. Lo que no hay que hacer, es descartarla de antemano.
Las
opiniones vertidas en esta columna son exclusivamente a título personal y no
representan puntos de vista de ninguna institución.
http://heraldo.mx/tag/todo-terreno/ Correo: odiazgl@gmail.com Twitter:
@octaviodiazg
No hay comentarios:
Publicar un comentario