29 de octubre de 2014

AYOTZINAPA: ¿CALLEJÓN SIN SALIDA?


POR: OCTAVIO DÍAZ G. L.
 @octaviodiazg

      Ya se cumplió más de un mes del asesinato de 6 personas, de haber resultado   20 heridos y  43 desaparecidos y sigue sin resolverse el caso aunque ya hay órdenes de aprehensión contra el alcalde de Iguala,  su esposa y el jefe de la policía de dicho municipio. Lo peor es que, al momento de escribir estas líneas, aún no se sabe el paradero de los 43 desaparecidos aunque su búsqueda se ha intensificado.

      La crisis política derivada de estos acontecimientos ya cobró sus primeras víctimas. No solo desapareció el alcalde de Iguala sino que también ya renunció el gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre - ambos miembros del PRD - por lo que ese Partido ha sufrido un grave deterioro en su imagen junto con prominentes personalidades de ese Partido que les dieron  apoyo para llegar a sus puestos. El gobierno federal, por su parte, ha enviado contingentes de policías federales, gendarmería y personal de la PGR a buscar a los desparecidos e investigar quienes fueron los autores de los lamentables hechos. Si bien el presidente Peña ha salido casi todos los días a condenar el lamentable acontecimiento y a darle seguimiento  desde Los Pinos con su gabinete de seguridad, una nota del “Financial Times” lo compara desfavorablemente con el ex presidente Calderón, quien, junto con su esposa, fue a Cd. Juárez y confrontó a los familiares de las víctimas cuando la masacre de Villas Salvárcar en donde perdieron la vida 16 estudiantes, mientras que el presidente Peña no se ha acercado a Guerrero para hablar con los familiares.

      Aunque lo que pasa en los estados no es la total responsabilidad del gobierno federal, la sociedad espera que el presidente Peña y su equipo ayuden a resolver los problemas de seguridad en Guerrero y especialmente que aparezcan los secuestrados. No ayudó el que saliera información de que el gobierno federal  sabía desde hace tiempo de los vínculos del alcalde de Iguala y especialmente de su esposa, con el grupo delincuencial Guerreros Unidos. También se había  acusado al alcalde de otros asesinatos que quedaron impunes. Si ya se sabía todo esto, la pregunta  es ¿por qué no se actuó antes contra estas personas? También es importante saber porqué  y quienes, movilizaron a los estudiantes de la Normal de Ayotzinapa hasta  Iguala, que se encuentra a más de 100 kilómetros. De acuerdo con declaraciones de un líder de Guerreros Unidos - capturado recientemente - el ataque contra los estudiantes fue porque supuestamente habían sido infiltrados por  un grupo de criminales de la banda rival de “Los Rojos”, aspecto que ya investiga la PGR.

     La desaparición de los 43 normalistas ha generado movimientos de protesta en todo el país y en el extranjero como no se había visto antes durante  este sexenio. La prensa internacional se ha volcado contra el presidente Peña. Una campaña de imagen positiva que había sido muy exitosa en los medios extranjeros se ha derrumbado repentinamente y ha puesto por los suelos la imagen del país en tan solo unos cuantos días. Por lo pronto, los escenarios son difíciles  para el gobierno federal:

a)    Si ya están muertos los 43 secuestrados como dice el padre Solalinde y  diversos testigos, entonces puede haber un movimiento de radicalización estudiantil,  aprovechado por otros actores sociales interesados en causar problemas. Difícil de saber hasta dónde podría llegar este movimiento. A diferencia de las protestas que encabezó el poeta Javier Sicilia con otros líderes sociales por los muertos del sexenio pasado, cuyas manifestaciones  fueron vehementes pero pacíficas, en el caso de Guerrero es posible que se dé una reacción más violenta. Ya el grupo guerrillero ERPI declaró la guerra contra  Guerreros Unidos. Es difícil que la escalada de violencia en Guerrero se extienda a otras partes del país pero en ese estado la situación podría alcanzar niveles todavía más preocupantes.

b)    Si siguen vivos y sólo están secuestrados, es una hipótesis poco probable, ya que tener secuestrado un contingente tan grande cuando todo mundo los busca, no es fácil de ocultar; alguien los hubiera visto o quizá alguno de ellos podría haber escapado. En todo caso, el Secretario de Gobernación ha indicado que los buscan en más de 100 lugares. Si los llegasen a encontrar vivos – y todos esperamos que así sea - este sería uno de los mayores triunfos de esta Administración y la amenaza de inestabilidad se desinflaría.

      Una de las consecuencias inesperadas de estos acontecimientos fue el encontrar decenas de fosas clandestinas con al menos 30 cadáveres. Aunque las autoridades han dicho que no se trata de los normalistas,  por otra parte dicen que  necesitan varias semanas para identificarlos, por lo que quedan más dudas que certezas. A los normalistas desaparecidos se suman ahora estos otros asesinados que nadie sabe de quién se trata aunque era sabido por los vecinos que esa zona era un camposanto clandestino ¿Quiénes fueron los culpables de esas muertes? ¿Se les va a perseguir y se va a investigar a fondo o simplemente regresará al olvido en que esos crímenes estaban?

      La estrategia del gobierno federal parece ser ganar tiempo en la identificación de cadáveres y esperar que se calmen un poco las cosas, cosa que no ha sucedido. Habrá una fuerte reacción si se encuentran muertos y habrá que estar preparados. Pero se tienen que encontrar –vivos o muertos - ya que el gobierno difícilmente seguirá resistiendo  la presión nacional e internacional  si siguen desaparecidos.
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