26 de enero de 2014

EL OTRO MICHOACÁN


 
@octaviodiazg

 

     Michoacán no es los Templarios, ni la Tuta y sus secuaces. Su historia, íntimamente ligada a la historia de México, nos muestra su otra faceta. Vale la pena hacer un pequeño repaso de ella.
      “Michoacán” deriva del náhuatl y quiere decir “Lugar de los que poseen pescado”. La etnia que dominó estos lugares fue la Purépecha a la cual nunca pudieron conquistar los aztecas. Su historia se remonta a 1500 años A.C. Las grandes capitales del reino fueron Tzintzuntzan, Ihuatzio y Pátzcuaro.  Vestigio de esta civilización es el centro ceremonial con cinco  yácatas en una loma frente al pueblo de Tzintzuntzan con magnífica vista al lago de Pátzcuaro.
     Ya durante la colonia, Michoacán tuvo la fortuna de que su primer obispo fuera Don Vasco de Quiroga. Su obra perdura aún después de casi 500 años. Miles de familias aún viven de los oficios que les enseñó a los indígenas Don Vasco. El Colegio de San Nicolás que fundó en 1540 continúa. Si hubiese terminado de construir su catedral en Pátzcuaro, de la que hoy solo existe una nave (iban a ser cinco) sería quizá la mas grande de América. Sus pueblos-hospitales de Santa Fe en donde puso en práctica la Utopía de Santo Tomás Moro fue un experimento social que le sobrevivió varios siglos y vale la pena estudiar. La obra de Don Vasco es vasta y aún vigente.  Recientemente la Iglesia Católica ha iniciado un proceso para canonizarlo.
    Luego la lucha por la independencia se gestó en  Michoacán. La primera conspiración independentista se dio en su capital, la entonces Valladolid, hoy Morelia, en 1808.  Don Miguel Hidalgo fue rector del Colegio de San Nicolás en esta ciudad; aquí nació José María Morelos quien en 1814 promulgó, en la ahora tristemente célebre Apatzingán, nuestra primera Constitución. Finalmente el primer emperador de México,  Agustín de Iturbide,  quien también nació en Valladolid  fue quien logró la independencia de nuestro país. Por cierto, Michoacán le ha dado a México  tres presidentes: Ortiz Rubio, Cárdenas y Calderón.
     Años después, uno de los grandes protagonistas de la Guerra de Reforma fue Don Melchor Ocampo, originario de Michoacán. Fue gobernador y luchó contra la intervención norteamericana. Fue liberal destacado y uno de los artífices de las Leyes de Reforma. También fue  ministro  en el gobierno del presidente Juárez. En Michoacán la disputa fue bastante agria entre liberales y conservadores por el poder económico y los privilegios que tenía el clero católico. Esa guerra dividió a la sociedad por los siguientes setenta años. Aún hoy persisten ecos de esa lucha ideológica.

     La Revolución no se sintió mayormente en Michoacán de no ser por las salvajes incursiones en diversas ciudades  del bandido y semi revolucionario José Inés García Chávez. Al final de la contienda, los socialistas Lázaro Cárdenas y Francisco Mújica empezaron a ser actores relevantes en el estado. Especialmente Cárdenas cuya influencia pervive a casi cien años de distancia. Después de la Revolución, la familia Cárdenas ha gobernado este estado o dejado sentir su influencia, en uno de los cacicazgos de mayor duración en nuestra historia.  El general Cárdenas, su hermano Dámaso, su hijo Cuauhtémoc y su nieto Lázaro fueron gobernadores de este estado y cuando no han gobernado los Cárdenas,  muchos de los gobernadores han sido afines a ellos. Desafortunadamente todos estos gobiernos han sido mediocres o incompetentes lo que ha llevado a que el estado esté entre los más atrasados de la república y en manos de criminales que han operado con libertad. Quizá la excepción fue el gobernador Agustín Arriaga. Lo que hoy vive ese estado es  producto de la descomposición de su clase política  y  sus liderazgos sociales en los últimos 80 años.

    No obstante,  Morelia es un centro cultural por excelencia. Su destacado pintor Alfredo Zalce no solo dejó huella en los murales que pintó, como el del Palacio de Gobierno, sino por su incursión en muchas otras técnicas de la plástica. La música ha sido parte integral de la cultura de Morelia desde hace siglos. En el ex convento de las Rosas, hoy conservatorio, se encontraron importantes composiciones de la época colonial. Aquí nació y desarrolló su extraordinaria carrera el compositor Miguel Bernal Jiménez. También destacó Alfonso Vega Núñez quien fue organista de la Catedral de Morelia. Por cierto ésta Catedral cuenta con un extraordinario órgano el cual es protagonista en los  festivales anuales de ese instrumento. También hay un  festival internacional de  guitarra y el estado ha acogido a pianistas de la talla del alemán Gerhart Münch, también compositor,  quien radicó en estas tierras muchos años y murió en Tacámbaro. Finalmente también Michoacán ha dado extraordinarios escritores y poetas como José Rubén Romero, escritor costumbrista y el sacerdote y poeta Manuel Ponce. La ciudad cuenta con un acervo arquitectónico colonial extraordinario, empezando por su Catedral, quizá la tercera de mayor esplendor en nuestro país. También la ciudad tiene un festival internacional de cine que ya es reconocido en todo el mundo.

     Michoacán debe  recobrar el lustre que tuvo en el pasado. El estado es rico en recursos tales como lagos, bosques, fauna como la mariposa monarca, minerales y bellezas naturales. Agobiado hoy por la delincuencia, los únicos que podrán recuperar Michoacán son los michoacanos. Ninguna intervención externa hará ese milagro. Lástima que sea tomando las armas como tengan  que hacerlo. _______________________________________________________________

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