@octaviodiazg
Nuestra Constitución tomó
aspectos del sistema de gobierno americano: la división del gobierno en tres
poderes y el federalismo, entre otros. No
quiere decir que esas ideas hayan nacido solo en Estados Unidos pues ya se
discutían en Europa, pero sí fueron de los primeros que la pusieron en práctica
con bastante éxito.
Pero a casi 200 años de distancia de la Constitución de
1824, nuestro Congreso no ha podido funcionar como es debido en nuestro país. Aún
no tenemos un Congreso que produzca las mejores leyes y
cuyos integrantes respondan verdaderamente al mandato de sus representados y no
al de sus partidos políticos. Tuve la oportunidad de hacer un internado en el
Congreso de Estados Unidos y esa estadía me mostró diferencias importantes
entre los Congresos de los dos países. Algunas de ellas son:
1.
El Congreso de Estados Unidos cuenta con dos cámaras.
La de senadores con 100 senadores –dos por estado- y la de representantes con 435 miembros, uno por cada distrito en que está dividido
aquél país. Todos son elegidos de manera directa y no como nuestros congresistas
plurinominales que son nombrados por los partidos políticos.
2.
Allá el equivalente a nuestra Cámara de Diputados se
llama Cámara de Representantes. Un buen nombre porque aunque defiendan líneas
partidistas - Republicanos o Demócratas casi todos –, en caso de no responder a los intereses de sus
representados son rápidamente echados de sus curules ya sea por la vía interna
en las elecciones primarias o en las
elecciones abiertas.
3.
Cada representante es elegido por un periodo de dos
años y por ello la Cámara se renueva cada dos años. Por su parte cada senador es
elegido por un periodo de seis años pero en este caso dicha Cámara renueva solo
a un tercio de los senadores cada dos años.
4.
Los congresistas
americanos tienen la posibilidad de hacer una
carrera larga mediante la reelección. El congresista con el que colaboré
– John Conyers de Michigan- es
representante desde 1965. Es decir tiene casi 50 años en el Congreso.
5.
Nunca pierden contacto con sus distritos. Esto lo
logran porque cada voto de los representantes y senadores es ampliamente
publicitado en sus distritos o estados y así los electores saben si ellos están
realmente protegiendo los intereses, principios y valores de su comunidad. Los ciudadanos escriben con frecuencia a sus
representantes para impulsar ciertas
leyes o para que voten en cierto sentido por lo que los congresistas tienen un
buen pulso de lo que desean sus comunidades.
6.
Cuentan con un número importante de asesores. Eso hace
que cada congresista, dependiendo de su antigüedad e importancia, pueda llegar
a tener decenas de asesores de muy alta calidad con presencia no solo en
Washington sino también en sus distritos o estados.
7.
Cada comité y
subcomité del Congreso cuenta también con un número importante de asesores de
tal forma que la legislación que allí se discute recibe un muy buen análisis de
técnica jurídica y de políticas públicas.
8.
Cuentan con la
Biblioteca del Congreso a la que los legisladores y su personal tienen acceso ilimitado. Probablemente sea la más
grande del mundo. Tiene un acervo de 158 millones de elementos entre los que se
encuentran 36 millones de libros en 460 idiomas, 69 millones de manuscritos, la
más grande colección de material legal, partituras, mapas, material de audio
grabado y películas. Todo empezó cuando por ley se obligó a entregar a la
biblioteca dos copias de cualquier material sobre el que se solicitara el
registro de derechos de autor.
9.
También tienen al Servicio de Investigación del
Congreso (Congressional Research Service), que es parte de la Biblioteca del
Congreso y cuenta con un cuerpo de
investigadores que realizan trabajos en políticas públicas y aspectos legales
sobre cualquier tema de interés para el Congreso. Su enfoque no es partidista y
tiene 600 empleados de los cuales 400 son analistas, investigadores y abogados.
10. El Congreso de Estados Unidos tiene la fuerza
para someter a juicio político a cualquier presidente. Allí están los casos de
Nixon y de Clinton en donde el primero
tuvo que dejar la presidencia antes de que se llevara el juicio y con el
segundo no prosperó.
El contraste con México no puede
ser mayor. Allá el Congreso federal cuenta con recursos extraordinarios para
hacer sus tareas, los congresistas tienen la posibilidad de hacer una carrera
mediante la reelección, rinden cuentas a sus representados más que a sus
partidos y no existen los plurinominales
que no son elegidos por los ciudadanos sino por los partidos políticos.
Desafortunadamente
en México se entiende poco lo que hace nuestro Congreso o para que sirve; el
divorcio con sus representados es casi total y se trivializa y critica el que
tengan recursos para trabajar. No basta con la reelección de diputados y
senadores: hace falta una profesionalización a fondo del Congreso y eso cuesta.
Pero invertir en el Poder Legislativo es muy importante si queremos vivir en un país de
buenas leyes y en un estado de derecho.
Ojalá se le asignen más recursos y tenga legisladores profesionales para que
hagan mejor su trabajo.
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Blog: octaviodiazgl.blogspot.com Correo: odiazgl@gmail.com
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