LA
SILLA ROTA
Por: Octavio Díaz García de León
Los integrantes del Comité de Participación
Ciudadana (CPC) del Sistema Nacional
Anticorrupción (SNA) dieron una entrevista al New
York Times en donde se quejan, palabras
más o menos, de que no los dejan hacer
nada y las instituciones del gobierno que forman parte del Comité Coordinador
del SNA se unen contra ellos para bloquearlos.
La
verdad esto no debería ser una sorpresa. La reforma anticorrupción contempló en
el diseño del SNA, que el CPC tuviera una influencia limitada, aunque uno de
sus integrantes presida al Comité Coordinador del SNA.
Llama la atención que hayan recurrido a un
medio de comunicación internacional, para quejarse, aunque quizás es muestra de
frustración. Pero lo importante es que el CPC considera que no está funcionando
el SNA.
El SNA enfrenta muchos retos. Sigue sin
nombrarse Procurador General, Fiscal Anticorrupción, 18 magistrados
especializados en corrupción en el Tribunal Federal de Justicia Administrativa,
las entidades del país van muy lentas en la implementación de sus sistemas
anticorrupción, siguen sin ser nombrados titulares de órganos internos de control
en organismos autónomos y hay casos muy relevantes de corrupción sin resolver.
No falta quien diga que los nombramientos no
son importantes mientras las instituciones funcionen, pero siempre hace falta
un líder y en el caso del Tribunal es grave porque se pueden perder los casos
de corrupción que lleguen allí, al no haber magistrados nombrados. Ni que decir
de los riesgos que corren organismos como COFECE, IFETEL, INEGI, INAI y otros,
que tienen años sin contralores que los vigilen.
Para añadir otro elemento que afecta al
combate a la corrupción, se viene el cambio de Auditor Superior de la
Federación y si bien entre los 41 candidatos había buenos perfiles, la terna
propuesta no fue del agrado de los diputados de oposición. Los tres son
funcionarios de la ASF, pero se les ha ligado con políticos del PRI.
Al momento de escribir estas líneas no se
había elegido al nuevo Auditor Superior y dados los tiempos, es posible que no
se haga hasta el año que viene. Por otra
parte, es muy importante que la persona nombrada tenga la independencia y el
perfil necesarios para el trabajo.
Otro aspecto que pone en riesgo la lucha
anticorrupción es la Ley General de Responsabilidades Administrativas, de la
cual hablé en un artículo anterior y donde menciono que es una ley garantista que
beneficia más a los acusados en detrimento de un combate a la corrupción
efectivo.
Además, tiene errores que hacen muy difícil su
aplicación. Afortunadamente, el Comité Coordinador del SNA ya formó un grupo de
trabajo para reformar dicha Ley y aunque no creo que se le quite su carácter garantista,
por lo menos que se eliminen los errores que impiden que funcione
adecuadamente.
Los casos de corrupción siguen saliendo a la
luz casi todos los días. Por ejemplo, la revelación de los videos de ejecutivos
de Odebrecht donde admiten haberle entregado dinero al ex director de Pemex,
Emilio Lozoya Austin a cambio de favores; la llamada Estafa Maestra que
realizaron universidades públicas; el socavón en Cuernavaca; la posible demanda
de la compañía china que ganó la licitación del tren a Querétaro por haberse
suspendido intempestivamente y un largo etcétera.
Para rematar, la Suprema Corte de Justicia de
la Nación acaba de emitir una sentencia en donde declara que es inconstitucional
que un Ministerio Público, investigando a un presunto delincuente, pida datos
de sus cuentas bancarias a la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, como lo permite
la Ley. Esto pondrá en un brete las investigaciones de la PGR, pero también es
un golpe al SNA.
Y es que la Ley General de Responsabilidades
Administrativas prevé que las autoridades investigadoras podrán solicitar dicha
información. Pero como la SCJN ya dijo que el solicitarla directamente es una
violación de los derechos humanos del investigado, podría ser impugnada esa
información y se le tendría que desechar. Según la sentencia de la Suprema
Corte deberá ser un juez quien autorice solicitar la información, lo que
representa un obstáculo más para una buena investigación anticorrupción.
Por ello, no es de extrañar que los
integrantes del CPC hayan salido a quejarse ante un medio extranjero de que no
pueden hacer nada y que el SNA no está funcionando. Incluso han extendido el plazo para nombrar a un nuevo integrante de este CPC. Quizá no haya quien se anime a formar parte de un Sistema que arranca co tantos problemas.
Falta ver que hará el próximo presidente, pero
si los candidatos no hacen propuestas que satisfagan a la gente, ya muy molesta
con la corrupción, seguramente no votarán por ellos. Ojalá haya buenas
propuestas y se combata a la corrupción inmediatamente al iniciar el próximo
sexenio.
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