Por: Octavio Díaz García de León
A un año del cambio del gobierno federal se perciben síntomas de enojo
y división en la sociedad mexicana y sus élites. Pareciera que los consensos se
han roto y se siente una efervescencia negativa en el ambiente. Lo peor que
podría pasar es que el encono se transformara en violencia y eso no debemos
permitirlo.
Este sexenio inició con muy buenos augurios. La oposición a AMLO hizo
posible que el PRI regresara a los Pinos. Las élites y una parte de la
población, después de 12 años de gobiernos panistas, le apostaron a un regreso del
PRI, partido que vendió bien la idea de que ellos sí sabían gobernar, ante la debacle
de la candidatura del PAN y la posibilidad de que AMLO ganara. A estas alturas
del sexenio, los bajos índices de popularidad del presidente Peña parecen
indicar que hubo una gran decepción.
El presidente Peña fue elegido con un mandato menos cuestionado que el
de Calderón y logró armar el Pacto por México con todos los partidos para
impulsar una agenda reformista de gran calado. Tan exitoso fue el arranque de su
administración que un posible bombazo en enero de 2013 en las oficinas
centrales de PEMEX, el cual cobró 32 vidas y 121 heridos, pasó
desapercibido (La versión oficial fue que se trató de una explosión derivada de
una fuga de gas) (https://octaviodiazgl.blogspot.mx/2013/02/la-tragedia-en-el-edificio-de-pemex.html). La luna de miel de
esta administración acabó entre el 26 de septiembre de 2014 con la tragedia de
Ayotzinapa y el 9 de noviembre de ese año al darse a conocer la existencia de
la “Casa Blanca de Las Lomas”, propiedad de la primera dama. A partir de allí, la
polarización y el encono contra el gobierno se han agudizado y los medios de
comunicación y las redes sociales han dado cuenta del malestar de un gran
segmento de la población.
Luego del éxito del Pacto, ahora también la clase política está
enfrentada. El Congreso, paralizado, es incapaz de nombrar a funcionarios clave
del gobierno: los de la PGR y el Sistema Anticorrupción. Los partidos, por su
parte, están en crisis.
El PAN no supo procesar el caso de Margarita Zavala quien, con su
salida, ha provocado el enojo y el posible abandono del PAN de sus seguidores. Ricardo
Anaya logrará su objetivo de ser candidato a la presidencia, por un partido dividido,
aunque en alianza con el PRD y MC. El PRI ya está por designar a su candidato y
eso generará tensión y divisiones, aunque ese partido tiene sus formas de
procesar las disidencias y poco sale a la luz pública. Tradicionalmente se han
dividido entre políticos y tecnócratas y todo parece indicar que ganarán los
tecnócratas con la candidatura de Meade.
Falta ver que harán los otros, cuyas figuras emblemáticas Beltrones y
Gamboa podrían poner nuevamente en riesgo la unidad al interior de ese partido.
En MORENA, pese al gran control que ejerce AMLO, Monreal podría representar una
fractura y la inconformidad por el reparto de puestos ya los enfrenta. Por lo
que respecta al PRD, la desbandada de miembros de ese partido hacia MORENA, muestra
las divisiones a su interior.
Pero hay otro fenómeno que llama la atención: la polarización en las
redes sociales. Preocupa el tono agresivo y fanático que manifiestan, por ejemplo,
quienes apoyan a los diferentes partidos y candidatos en Twitter.
Como pequeña muestra, hace poco le di un retuit a una entrevista que el periódico español,
El País, le hizo a Roger Bartra (https://elpais.com/internacional/2017/11/07/mexico/1510095586_738424.html) y cuyo encabezado decía “López Obrador representa la nostalgia por el
viejo PRI”. Inmediatamente una tuitera me contestó: “Digan lo que digan los
defensores a ultranza del neoliberalismo, no hay prueba fehaciente que sustente
esas patrañas. El D.F. fue gobernado por AMLO de la mejor forma q se ha hecho
en los últimos 50 años… Es la UNICA opción viable hoy por hoy”. Salvo el gobierno
de Ebrard, los demás gobiernos del PRD en la CDMX, incluido el de AMLO, han
sido bastante malos, pero acusar a Roger Bartra de defensor a ultranza del neoliberalismo
se me hizo un exceso. El Dr. Bartra es una de las voces más lúcidas de la izquierda
mexicana, habiendo militado en el partido comunista y hasta en la guerrilla,
además de ser un extraordinario conocedor de la política de nuestro país (http://www.elfinanciero.com.mx/retrato-hablado/yo-naci-en-la-izquierda.html). Esta muestra (Aunque hay otros tuiteros
seguidores de AMLO que son mucho peores) nos da idea del paupérrimo nivel de
discusión en redes sociales, el fanatismo, la ignorancia y, sobre todo, la
violencia.
La polarización que estamos viviendo nos podría llevar a
confrontaciones internas que recuerdan la época más trágica de México: la
secesión de Texas en 1836 y la invasión norteamericana en 1847 que nos encontró
siendo un país sumamente dividido, con un pésimo gobierno, el de Santa Anna, e
incapaz de defender lo más elemental: su territorio. Ante un cambio de
gobierno, lo peor que nos puede pasar es que no sepamos conciliar nuestras
diferencias y pasemos de enfrentarnos en redes sociales a hacerlo en las calles
Las
opiniones vertidas en esta columna son exclusivamente a título personal y no
representan puntos de vista de ninguna institución.
http://heraldo.mx/tag/todo-terreno/ Correo: odiazgl@gmail.com Twitter:
@octaviodiazg
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