12 de mayo de 2017

UN VOTO SENSATO EN FRANCIA



Por: Octavio Díaz García de León

Para Paty

     La razón triunfó en Francia en la segunda ronda de las elecciones para presidente de ese país, el pasado 7 de mayo, cuando el electorado salió a votar en su mayoría por un candidato sensato, Emmanuel Macron. Y es que el panorama electoral en el mundo se ha llenado de candidatos populistas con una agenda desastrosa para sus países, como la opositora a Macron, Marine Le Pen, quien afortunadamente perdió. 

     En la primera ronda electoral, Macron obtuvo el 23.8%, Marine Le Pen, la candidata de la extrema derecha y émula de Trump, un 21.5%, François Fillon, candidato del partido Republicano de tendencias conservadoras, obtuvo 19.9% y Jean-Luc Melenchon un ex comunista que encabezó una coalición de izquierda logró un 19.6%. Otros dos obtuvieron menos del 6% del voto entre los que se encontraba el candidato del Partido Socialista. Los dos partidos que han gobernado Francia por 60 años, el Socialista y el Republicano fueron derrotados ampliamente en las urnas. Los electores franceses manifestaron así su descontento contra los partidos tradicionales.

     En la segunda ronda electoral compitieron Macron y Le Pen. Esta última proponía que Francia saliera de la Unión Europea, abandonar el euro, salir de la OTAN, acercarse a Rusia y Putin (¿Por qué a los populistas les atrae tanto Putin? Quizá porque en el fondo les gustaría ser dictadores), limitar la inmigración al mínimo posible, tomar medidas contra los musulmanes en su país, cerrar fronteras comerciales para defender su industria mediante el proteccionismo. Además, comparte con Trump una ideología de extrema derecha nacionalista, racista y xenófoba. 

    Macron es un caso fresco para la política. Hijo de dos médicos ateos no tuvo formación religiosa, pero a los 12 años pidió ser bautizado en la Iglesia Católica. Estudió en una escuela de jesuitas donde se enamoró de una de sus maestras, 24 años mayor que él, y quien es su actual esposa. Sus padres lo enviaron a Paris para romper la relación con su maestra, terminando en esta ciudad el bachillerato, para luego estudiar filosofía en la Universidad de Paris. Posteriormente realizó una maestría en políticas públicas y finalmente se graduó de la Escuela Nacional de Administración de donde pasó al servicio público como inspector de finanzas. En 1999 trabajó como asistente editorial de uno de los filósofos más destacados de su país, Paul Ricoeur. Entre 2004 y 2008 estuvo en una comisión dirigida por Jacques Attali. Entre 2008 y 2012 pasó a la iniciativa privada trabajando para el Banco Rotschild donde pronto hizo una fortuna como experto en fusiones y adquisiciones. En 2012 regresó como subsecretario general del Palacio del Elíseo, un puesto muy cercano al entonces presidente Hollande. En agosto de 2014 fue nombrado ministro de finanzas para luego en 2015 abandonar el partido socialista al que pertenecía, e iniciar su carrera presidencial fundando el partido independiente En Marcha! . Se dice además que es un pianista consumado. (https://en.wikipedia.org/wiki/Emmanuel_Macron)

    El mérito de Macron, aparte de alejarse de los partidos tradicionales y presentar una cara fresca, fue el aprovecharse del descontento de la población contra los partidos y políticos tradicionales. Logró colocarse en el “centro del espectro político con lo mejor de la izquierda, lo mejor de la derecha y lo mejor del centro” como el diría. Entre sus propuestas se encuentran fortalecer la Unión Europea, darle  presupuesto propio y un ministro de finanzas; extender la cobertura del seguro de desempleo a más personas; reducir en 120,000 el número de trabajadores del gobierno para reducir gasto, sin afectar servicios esenciales; mejorar la educación primaria limitando a 12 el número de alumnos por salón en los primeros años y dando un subsidio a los jóvenes de 500 euros para gasto en cultura;  agilizar las solicitudes de asilo, a la vez que aumentar el número de policías anti inmigración;   reducir los impuestos las empresas de un 32% al 25%;  invertir 50 mil millones de euros en la modernización de la industria y  5 mil  millones de euros al campo; y tomar medidas anticorrupción para evitar nepotismo en el parlamento. (http://www.elmundo.es/internacional/2017/04/22/58f617aae5fdea22458b466d.html)
    
     Su triunfo electoral lo logró gracias a la movilización de centenas de miles de jóvenes activistas que se sumaron a su proyecto y que se dedicaron a tocar casa por casa y hacer una campaña fresca, un poco caótica, pero con mucho entusiasmo.  Esto a pesar de que sufrió ataques cibernéticos como los que sufrió Clinton, atribuidos a los rusos.

   De la elección francesa podríamos extraer algunas lecciones para México:

1.    Debería haber segunda vuelta electoral en las elecciones presidenciales para garantizar la gobernabilidad. Es probable que en 2018 el candidato ganador no tenga más del 25% del voto.
2.    El electorado deberá evitar que su voto de castigo se convierta en autocastigo al elegir una opción radical y populista que acabe destruyendo al país como a Venezuela. Ojalá elija a un candidato que tome lo mejor del espectro político con sensatez y esté comprometido en mejorar la seguridad, abatir la corrupción y reducir la pobreza.  
3.    Impulsar el surgimiento de caras frescas en la política, alejadas de los intereses que agobian a los actores políticos tradicionales. Un buen ejemplo es Pedro Kumamoto, el diputado local independiente de Jalisco.

Ojalá que en 2018 triunfe un candidato o candidata sensato como en Francia, que sepa unificar al país y sepa gobernar.
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