Por:
Octavio Díaz García de León
Ha estado circulando en los medios de
comunicación y en las redes sociales el lamentable caso ocurrido en el puerto
de Veracruz, de una jovencita violada por una banda de cuatro “juniors”
conocidos como “Los Porkys”. Ante la incompetencia o complicidad de la Fiscalía
General de dicho estado, el padre de la joven se vio obligado a buscar hacerse
justicia por propia mano y para ello decidió hacer público su agravio.
Los agresores y la víctima eran estudiantes
de una escuela católica de prestigio, el Instituto Rougier, de la Congregación
de las Hijas del Espíritu Santo. Este Instituto se describe como “…una
comunidad educativa católica, integrada por religiosas y laicos comprometidos
en la misión de educar integralmente a las personas, despertando en ellas un
profundo sentido de vida que las lleve a realizar su vocación específica, en el
compromiso por una sociedad más justa, fraterna y solidaria.” (http://www.rougier.edu.mx/somos.html). Desafortunadamente los cuatro agresores
encontraron su vocación en abusar de jóvenes indefensas.
Los violadores, hijos de reconocidos
empresarios del puerto, obligaron a subir a su Mercedes Benz a la joven
agraviada al salir de una discoteca, la llevaron a una de las casas de los
victimarios y abusaron de ella en uno de los baños. Ahora que ha salido a la
luz pública la agresión, otros padres de familia del Rougier indican que por lo
menos han sido otros cuatro casos más de jovencitas abusadas sexualmente por
esta banda de delincuentes. (http://www.elfinanciero.com.mx/nacional/habria-al-menos-otras-victimas-de-abuso-sexual-de-los-porkys.html).
El asunto
es muy lamentable en varios sentidos:
- Por el daño físico y psicológico que se
le hizo a la joven con ese brutal acto.
- Porque el padre de la joven tuvo que
salir a los medios para denunciar el caso al no encontrar que se hiciera
justicia por este delito.
- Porque la joven fue re victimizada al
salir su caso a la luz pública y se ha convertido en un infierno para ella y su
familia.
- Porque los cuatro jóvenes fueron
linchados ante la opinión pública sin haberlos sometido a un juicio justo.
- Porque los agresores “huyeron” a Estados
Unidos y a Europa protegidos por sus papás, con lo cual difícilmente serán procesados
en México. Por ello, no tendrán oportunidad tampoco de defenderse.
Está
fallando gravemente el estado de derecho en nuestro país y los agraviados deben
buscar hacerse justicia por su propia mano. Lo hemos visto con los casos de las
autodefensas, con los linchamientos de delincuentes que ocurren con frecuencia,
pero también con el asesinato de personas inocentes como ocurrió recientemente
con unos encuestadores en el estado de Puebla.
¿Quién
ha fallado en este caso?
- Los papás de los jóvenes, al no haber
educado a sus hijos con valores mínimos de convivencia y respeto a los demás;
por permitirles sus tropelías y protegerlos a pesar de sus andanzas.
- Quienes fueron testigos del secuestro, por
no haberlo denunciado a la policía. ¿No
se recurre a la policía porque no se le tiene confianza? ¿Se pensó que la joven
no iba a correr peligro porque eran “mirreyes” de “buenas” familias, y
compañeros suyos?
- Los medios de comunicación y la sociedad
a través de las redes sociales, al propiciar un linchamiento mediático de los
agresores, quienes, aún si son culpables como todo parece indicarlo, deben ser procesados
ante la justicia y no sometidos a un juicio mediático que ya los condenó.
- La escuela a donde acudían, por su incapacidad
de formar seres humanos con un mínimo de ética, respeto por la Ley y a las
personas.
- Pero, sobre todo, una vez más, la
impartición de justicia en nuestro país.
Si las autoridades responsables de la procuración de justicia hubieran
realizado su trabajo como debían, el padre de la joven no hubiera elegido
someter a su hija y a su familia al calvario de ver expuesto su caso a la luz
pública y a preferir el enjuiciamiento mediático de los agresores que a un
proceso judicial incierto.
El
estado de derecho en Veracruz se ha deteriorado significativamente en los
últimos meses. Allí está el caso de los 5 jóvenes asesinados por la policía
estatal y los tres jóvenes desaparecidos en Papantla a manos de la policía
municipal. A eso se le agrega que durante el gobierno de Duarte más de 20 periodistas
han sido asesinados. (http://regeneracion.mx/los-15-periodistas-asesinados-en-veracruz-con-duarte/). Además de que dicho gobierno se ha
caracterizado por otros malos manejos como el haber duplicado la deuda estatal,
también se le acusa de que la Fiscalía local está protegiendo a los jóvenes
delincuentes.
Es lamentable que a falta de estado de derecho las víctimas
y sus familiares tengan que recurrir a hacerse justicia por su propia mano donde
igual mueren justos y pecadores. Aunque hay muchas evidencias que apuntan a la
culpabilidad de “Los Porkys”, no han sido juzgados por quienes debían hacerlo:
ni imputados por la Fiscalía ni procesados ante un juez. La opinión púbica es
quien ya los juzgó culpables con todos los riesgos que ello conlleva.
Hace falta que predomine el estado de derecho, donde las
jóvenes afectadas por la violencia de género tengan la protección que merecen.
La justicia por propia mano y los linchamientos, ya sean mediáticos o físicos, no
son la solución. Es tiempo de que las autoridades cumplan con su papel.
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Twitter: @octaviodiazg http://heraldo.mx/tag/todo-terreno/ Correo: odiazgl@gmail.com
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