10 de agosto de 2013

PRODUCTIVIDAD

En mi artículo anterior hice la aseveración de que fomentar la productividad  no incrementa el empleo. Un amigo economista estuvo en desacuerdo conmigo. No siendo economista,  a continuación voy a citar a Jeremy Rifkin de su libro "El Fin del Trabajo" en la introducción a su libro que data del 2004.


"Ya no es válido el viejo principio lógico de que el desarrollo tecnológico y el aumento de la productividad destruye los antiguos puestos de trabajo pero crean otros tantos nuevos. La productividad siempre ha sido considerada como motor de la creación de empleo y la prosperidad. Los economistas sostienen desde hace tiempo que la productividad permite a las empresas producir mas artículos con menores costes. Los productos más baratos, a su vez, estimulan la demanda. El incremento en la demanda contribuye al aumento de la producción y de la productividad, lo cual a su vez incrementa aún mas la demanda, reanudando así un ciclo inacabable. De modo que aunque las innovaciones tecnológicas conlleven numerosos despidos a corto plazo, el aumento de la demanda de productos más baratos garantizará una contratación adicional de trabajadores con el fin de satisfacer la creciente demanda de producción.  Y si bien los adelantos tecnológicos provocan despidos considerables, al final el desempleo aumenta y los salarios disminuyen hasta el punto de que llega a ser mas barato recontratar a los trabajadores que invertir en nueva tecnología que reduzca la mano de obra. 


El problema es que este principio fundamental de la teoría económica capitalista ya no parece válido. La productividad aumenta rápidamente en los Estados Unidos  y cada incremento da lugar a nuevos despidos.



Aquí radica la principal incógnita. Si el drástico incremento en la productividad, en forma de tecnología mas barata y eficiente y mejores métodos de organización del trabajo, puede sustituir cada vez más la mano de obra humana, provocando la salida de mas trabajadores del mercado laboral, ¿de donde puede provenir la demanda de consumo para adquirir todos los nuevos productos  y servicios potenciales disponibles como consecuencia del aumento de productividad? 


Las nuevas tecnologías inteligentes pueden sustituir gran parte de la mano de obra humana, tanto física  como mental. Aunque la introducción de nuevas tecnologías que permiten ahorrar tiempo y mano de obra ha incrementado notablemente la productividad, lo ha hecho a expensas del despido o la marginalización de más trabajadores en empleos a tiempo parcial.  Pero la mengua de la población activa conlleva a la disminución de los ingresos, la reducción de la demanda de consumo y la incapacidad de la economía para seguir creciendo. Esta es la nueva realidad estructural que los líderes gubernamentales y empresariales se resisten a reconocer. "

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