6 de enero de 2025

DROGAS: PROBLEMA COMPLEJO


                                                                         Por: Octavio Díaz García de León

    El tráfico de drogas ilegales es un problema humanitario que causa decenas de miles de muertes al año, tanto por los efectos del consumo excesivo como por la violencia inherente a su comercio ilegal. Según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, en 2022 murieron más de 100,000 personas en Estados Unidos por sobredosis, en su mayoría relacionadas con opioides como el fentanilo. 

   Recientemente, un reportaje del New York Times ha puesto de relieve la producción de fentanilo en nuestro país, mientras que el gobierno de México se empeñó en desmentirlo, intentando ocultar lo evidente. Por otra parte, el presidente Donald Trump propuso designar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas. Ambas posiciones aportan poco a la solución del problema. 

  Para ser exitosos en combatir el tráfico de drogas todos los países involucrados tienen que cooperar entre sí y utilizar un enfoque integral atendiendo los diversos componentes del complejo problema. Algunos de estos elementos son:

   Prohibición del consumo. El hecho de que sea ilícita la producción y consumo de drogas ha creado un mercado negro en manos de organizaciones delictivas.  El legalizar algunas drogas desaparecería estos mercados ilícitos. 

   Alta demanda. Según el Observatorio Mundial de Drogas, en 2023 el consumo de drogas en Europa alcanzó los 30 millones de usuarios regulares, mientras que en Estados Unidos los opioides causaron el 75% de las muertes por sobredosis. Ayudaría a aliviar el problema que se instauraran programas eficaces de salud pública contra el consumo de estas drogas. 

   Producción multinacional. Los precursores químicos del fentanilo se producen principalmente en China y se transforman en laboratorios clandestinos en México. La cocaína, por otro lado, proviene de países como Colombia, Perú y Bolivia.  México por su parte tiene una producción significativa de heroína y marihuana. Las autoridades de los países productores deben impedir la producción ilegal de estas sustancias dentro de su territorio. 

   Logística. El tráfico de drogas implica el transporte de precursores y productos terminados a través de múltiples fronteras y hacia el interior de los países,  empleando rutas terrestres, marítimas y aéreas. Cortar esta logística requiere cooperación entre múltiples autoridades nacionales e internacionales y un uso intensivo de métodos de inteligencia. 

   Finanzas. El tráfico de drogas genera flujos financieros significativos. En 2022, se estimó que 292 millones de personas consumieron drogas a nivel mundial. Este consumo masivo implica transacciones financieras que van desde pagos al menudeo hasta grandes sumas destinadas a la producción y logística, incluyendo gastos en corrupción y mano de obra. El Departamento del Tesoro de Estados Unidos estima que los cárteles mexicanos generan entre 19,000 y 29,000 millones de dólares anuales solo por ventas en ese país.  Dado que el flujo de dinero viene de norte a sur se requiere que las autoridades de países consumidores intervengan para cortar estos flujos en el origen y los países de destino tengan mecanismos para detenerlos.  

  Lavado de dinero. Cada etapa del tráfico genera ganancias que deben integrarse a la economía formal. Para ello, los traficantes recurren a esquemas de lavado mediante redes sofisticadas que utilizan paraísos fiscales, empresas ficticias, bienes raíces y transacciones internacionales bancarias para ocultar el origen del dinero. Es importante evitar el lavado de ganancias creando mecanismos tales como evitar que los notarios sean cómplices e implementar controles más estrictos al sector financiero.  

  Red de protección. La operación ilegal requiere redes de protección a los cárteles. En México, esto incluye sicarios y halcones, así como funcionarios corruptos en todos los niveles de gobierno. Se requieren grandes operaciones de contrainteligencia para encarcelar a estos operadores. 

  Corrupción. Se estima que las organizaciones delictivas controlan una parte significativa del territorio mexicano a través de autoridades corruptas. En menor medida, también se observa corrupción en Estados Unidos y otros países afectados. El combate a la corrupción relacionada con el narcotráfico sigue siendo uno de los grandes pendientes en México y otros países.  

  Tráfico de armas. Los delincuentes necesitan armamento para proteger sus negocios y territorios. Según el Instituto de Estudios Internacionales de Ginebra, entre el 70% y el 90% de las armas confiscadas en México provienen de Estados Unidos. Es urgente que Estados Unidos tome medidas de fondo para combatir este tráfico ilegal de armas y del lado mexicano se implementen mecanismos eficaces para interceptarlos. 

    Para enfrentar este problema complejo se requiere un enfoque multifactorial y multinacional con un alto grado de cooperación entre las autoridades de los países involucrados. Debería agruparse bajo un solo mando en cada país a todas las autoridades involucradas, para lograr una estrategia conjunta e integral contra el tráfico de drogas.  En México, el Secretario de Seguridad y Protección Ciudadana podría ser dicha autoridad. Hoy solo tiene un mandato de coordinación que es insuficiente.


9 de diciembre de 2024

LA IMPORTANCIA DE ENTENDER LO MEXICANO

                                                                  Por: Octavio Díaz García de León

   

    Los mexicanos no acabamos de entendernos. Queremos una cosa y hacemos otra. Como nación, aspiramos a un desarrollo económico que nos posicione como potencia mundial, pero nuestra economía va en declive por decisiones gubernamentales erradas. Aspiramos a avanzar científicamente, pero se promueven creencias mágicas, se eliminan becas, se quita presupuesto y se desestima la ciencia.

     Buscamos una educación de primer nivel para nuestros niños, pero se evitan evaluaciones, se promueve el pase automático y se enseña ideología en lugar de ciencia. Soñamos con un sistema de salud mejor que el de Dinamarca, pero el gobierno es incapaz de comprar medicinas e insumos básicos y sus hospitales están saturados. Queremos paz y seguridad, pero estamos a merced de la delincuencia.  

     Nos aferramos a un "ideal", pero nuestras contradicciones nos impiden alcanzarlo. Esto no es algo nuevo. Desde la independencia, los mexicanos hemos sido nuestros propios enemigos, atrapados en un ciclo de confrontaciones y autosabotajes.

     Tras la Revolución, un grupo de intelectuales intentó desentrañar el enigma del ser mexicano. Samuel Ramos fue pionero en este esfuerzo y planteó que: "Mientras no se defina el modo de ser del mexicano, cualquiera empresa de renovación será una obra ciega destinada al fracaso." Agrega Ramos: “A mi entender, no podremos elevar nuestra vida nacional al plano de la cultura si no precisamos concretamente lo que queremos.

     Sin embargo, existe un gran consenso sobre lo que deseamos para México: seguridad e ingresos dignos;  oportunidades de desarrollo intelectual, profesional, y empresarial; mejor educación y salud; prosperidad y libertad. A pesar de esta claridad, la realización de estas aspiraciones sigue siendo esquiva.

     ¿Qué es lo que falla? Durante las décadas de los treinta a los cincuenta del siglo pasado, filósofos como Samuel Ramos, Emilio Uranga, Octavio Paz y Jorge Portilla analizaron a fondo las deficiencias del mexicano. En menor medida, otros identificaron algunos aspectos positivos,  tales como José Vasconcelos, Antonio Caso y Leopoldo Zea quienes vislumbraron virtudes en el carácter del mexicano.

     La pregunta acerca de qué es lo mexicano sigue vigente en la actualidad para intentar mejorar a nuestro país. ¿Cómo abordar esta tarea tan compleja? La elección del método depende del propósito que se persiga. Si el objetivo es comprender cómo piensa el mexicano en un momento dado para fines prácticos, tales como vender productos, influir en sus creencias o asegurar el éxito de un partido político, se requiere un enfoque científico, que recurra a encuestas, grupos de enfoque y análisis de grandes bases de datos. Si el objetivo es obtener algo más permanente de lo que constituye lo mexicano, habrá que recurrir a una reflexión filosófica.

     Ejemplo de un enfoque filosófico es lo que hizo Emilio Uranga a mitad del siglo pasado. Describió al mexicano como un ser inacabado, incapaz de realizar plenamente todas sus potencialidades, moldeado por la incertidumbre, el azar y la contingencia. Esta falta de cierre existencial generaría zozobra, pero también abriría posibilidades infinitas de desarrollo. Según Uranga, este estado de incertidumbre explica comportamientos característicos como la desgana, la emotividad, la fragilidad, la insuficiencia, la melancolía y el machismo.

    Sorpresivamente, al describir al mexicano, Uranga describe al hombre de nuestros días. Por ello, si el mexicano padece desde hace mucho las tribulaciones que sufre el hombre contemporáneo, pareciera que estaría más preparado para afrontar al mundo actual.

     Pero no es así. El mexicano (hombres y mujeres),  tiende a refugiarse en su individualidad y en su presente, careciendo de una determinación por sacar al país de su atraso. Esta actitud se manifiesta con las expresiones  “a ver qué pasa…” o “ni modo…”, que se traducen en resignación e inmovilidad y le impiden transformar su realidad a fondo.

     Por otra parte, quienes emigran,  a menudo logran desarrollarse plenamente y contribuir al país que los acoge. Esto sugiere que no es el mexicano como individuo, sino las condiciones sociales, políticas y culturales del país las que lo constriñen.

     Para superarnos como nación habría que vencer la incompetencia de una clase política solo interesada en el poder, la indiferencia de una clase empresarial que solo ve por sus intereses y la falta de una élite intelectual capaz de movilizar a los mexicanos. Esto mantiene al país en un estado de ensimismamiento, atrapado en un pasado mítico, un presente problemático y careciendo de un proyecto verdaderamente transformador.

     La reflexión filosófica sobre lo mexicano sigue siendo necesaria porque nos puede dar pistas de como destrabar lo que nos impide lograr todas nuestras potencialidades como país. Aunque convertirla en acción concreta es un gran desafío, como buscaba Samuel Ramos, lograrlo ayudará a pasar de la resignación a la construcción de un proyecto que permita a México y a los mexicanos trascender sus limitaciones.

25 de noviembre de 2024

RETOS DEL CRECIMIENTO ECONÓMICO

 

Por: Octavio Díaz García de León


    México necesita un crecimiento económico acelerado para que las personas más desfavorecidas puedan salir de la pobreza y el resto de la población alcance mejores niveles de vida. La estrategia de repartir dinero en programas sociales sin contar con una fuente de ingresos creciente y sostenible para el gobierno que solo se logra con crecimiento económico, conduce a un endeudamiento cuyo límite ya estamos alcanzando.

    Este reto fue analizado en un seminario de perspectivas económicas en la Universidad Panamericana al que asistí. Una de las ponentes fue la empresaria Altagracia Gómez, cercana a la presidenta Sheinbaum y nombrada coordinadora del Consejo Nacional de Desarrollo Regional y Relocalización. Este organismo busca fungir como enlace entre el gobierno y el sector empresarial, promoviendo una política industrial que, entre otras tareas, define dónde y cómo deben instalarse ciertas industrias

    Es de señalarse que el colocar a empresarios destacados como representantes del gobierno puede no ser adecuado. Por un lado, su papel de defender políticas gubernamentales que podrían afectar al sector privado resulta incómodo, como lo experimentó Alfonso Romo durante la cancelación del aeropuerto de Texcoco, una decisión que fue muy perjudicial para todos. Por otro lado, la empresaria Gómez podría enfrentar cuestionamientos si sus empresas reciben beneficios por esa relación privilegiada con el gobierno.  Un modelo más transparente sería que esta interlocución recayera solo en el Secretario de Economía y este fuera el responsable del diseño de la política industrial.

    En el seminario, Altagracia Gómez, de 32 años, abogada, heredera y directiva de un importante conglomerado industrial jalisciense que incluye a MINSA, DINA, ALMER y Grupo PEO, propuso medidas clave para impulsar el crecimiento económico el cual, según otro panelista, el Dr. Julio Santaella, ha sido menos que mediocre al promediar solo un 1% anual entre 2017 y 2024.

  Para revertir esta tendencia, Gómez subrayó la necesidad de fortalecer el ecosistema empresarial, lo que requiere infraestructura adecuada, energía asequible, una fuerza laboral calificada y certeza jurídica. En cuanto a infraestructura, enfatizó que el país necesita carreteras modernas, ferrocarriles de carga, puertos marítimos funcionales y aeropuertos avanzados para garantizar la competitividad logística, ya que México ni siquiera está entre los 50 países más competitivos en este rubro.

  Gómez señaló que la articulación de los elementos antes mencionados, incluyendo energía barata, puede crear un ecosistema favorable para la inversión. Sin embargo, no mencionó otros aspectos igualmente fundamentales, tales como garantizar la seguridad jurídica, el estado de derecho, el combate a la corrupción, una educación básica de alta calidad, una mejor seguridad pública y un sistema de salud eficiente, los cuales también son condiciones indispensables para el crecimiento económico.

   Dijo que es conveniente desarrollar corredores industriales, como el Bajío, y polos de desarrollo en ciudades atractivas para industrias específicas, como Aguascalientes en el sector automotriz o Querétaro en el aeroespacial y desarrollar proveedores locales para que las empresas que manufacturan en México utilicen insumos nacionales, cumpliendo con los estándares de calidad, precio y logística exigidos por las grandes multinacionales.

    El gobierno,  por su parte,  debe reforzar su banca de desarrollo para apoyar a las PYMES y simplificar los trámites administrativos, los cuales, según comentó la Lic. Gómez, ascienden a más de 22,000, y que actualmente son un obstáculo para el crecimiento empresarial y fomentan la corrupción, por lo que urge un programa ambicioso de simplificación administrativa.

   Sugiere la empresaria el que empresas y gobierno compren de manera preferente a PYMES. A este respecto hay que señalar que desde hace años se incorporó esta obligación para el gobierno en la Ley de Adquisiciones y con ello ha surgido el fenómeno de favorecer a PYMES que no tienen las capacidades y que son fachada para realizar actos de corrupción, aspecto que habrá que evitar.

   En cuanto a la relación con Estados Unidos, Gómez se mostró optimista respecto al presidente Trump, confiando en que muchas de sus promesas de campaña que son perjudiciales para México, no se materializarán, aduciendo que tampoco cumplió sus amenazas en su administración anterior y que las economías de ambos países son complementarias, lo que favorece acuerdos como el TMEC.

   Finalmente, subrayó que son los empresarios nacionales quienes mueven la economía de México, implicando que no es el gobierno quien lo hace, por lo que será importante dar los apoyos necesarios a la iniciativa privada.

   Aunque las propuestas de Gómez no son novedosas y han sido intentadas en administraciones previas, con su experiencia empresarial, Altagracia Gómez tiene claridad sobre lo que México necesita para crecer. Si bien su papel podría asemejarse al de Alfonso Romo como interlocutora entre la iniciativa privada y el gobierno, queda por ver si desde su encargo podrá realmente impulsar el crecimiento económico que el país requiere.

9 de noviembre de 2024

LOS COSTOS DE LA RADICALIZACIÓN

 

Por: Octavio Díaz García de León

   Desde hace varias décadas, ningún presidente en México había concentrado tanto poder como la actual administración. Esto se debe a las reformas judiciales y de supremacía constitucional, así como a la mayoría que mantiene en el Congreso y en los gobiernos de las entidades federativas. Esta combinación le otorga una capacidad notable para intervenir en la ley y la Constitución.

   Si el gobierno de la presidenta Sheinbaum optara por una agenda de corte radical que afecte a amplios sectores de la población, aumentaría el riesgo de fracturas sociales. Ejemplos históricos demuestran las consecuencias de estas divisiones, como la Guerra Cristera en México (1926-1929) o la rebelión de la Vendée en Francia (1792). Ambos conflictos surgieron de imposiciones ideológicas que desconocían los valores y tradiciones de la sociedad en su momento.

   La Constitución de 1917 introdujo medidas radicales que reflejaban la visión de una élite intelectual, pero no el sentir popular. Dentro de estas medidas se incluyeron las que imponían restricciones a la libertad religiosa en un país eminentemente católico. La educación fue declarada laica, prohibiendo la participación de instituciones religiosas en la enseñanza (artículo 3), y las órdenes religiosas quedaron proscritas (artículo 5). Además, el artículo 24 restringió la libertad de culto, mientras que el artículo 27 estableció que el Estado podría controlar las propiedades de la Iglesia. Finalmente, el artículo 130 limitó los derechos políticos del clero y restringió el número de sacerdotes por región.

   Inicialmente estas leyes se aplicaron con moderación, salvo en casos como los gobiernos de Tomás Garrido Canabal en Tabasco o Adalberto Tejeda en Veracruz. Sin embargo, el frágil equilibrio se rompió en 1926, cuando el presidente Plutarco Elías Calles decidió regular los artículos anticlericales con la llamada "Ley Calles". Esta legislación impuso severas restricciones a la Iglesia Católica. La reacción de la Iglesia fue inmediata: en julio de 1926, suspendió el culto público en México, a lo que el gobierno respondió cerrando templos y prohibiendo el culto en hogares.

   Como consecuencia de estas acciones, el 3 de agosto de 1926 ocurrió el primer enfrentamiento entre campesinos católicos y el ejército, iniciando la Guerra Cristera. Este conflicto se extendió principalmente por Jalisco, Michoacán, Zacatecas y Guanajuato, aunque el descontento se esparcía por todo el país. Esta guerra duró tres años, dejando entre 150,000 y 250,000 muertos.

   Finalmente, el conflicto se estancó militarmente, hasta que el Papa ordenó una negociación. El gobierno mexicano, que buscaba evitar que el movimiento armado apoyara la candidatura opositora de José Vasconcelos y quería consolidar al candidato oficial, Ortiz Rubio, aceptó la negociación que acabó con la guerra en 1929. Sin embargo, el anticlericalismo gubernamental persistió hasta que el presidente Lázaro Cárdenas, en 1938, logró contener a los sectores más radicales de su administración. (Referencia: “La Cristiada” de Jean Meyer)

   Consciente de las posibles consecuencias de una política radical, Cárdenas eligió como sucesor a Manuel Ávila Camacho, evitando a Francisco Mújica, un candidato que quizás hubiera dividido más al país y así logró estabilidad política y religiosa.

  Las leyes anticlericales continuaron vigentes, pero su aplicación se relajó mediante la práctica virreinal de "Obedézcase, pero no se cumpla". Este sistema de simulación legal continuó hasta las reformas de 1992 impulsadas por el presidente Carlos Salinas de Gortari, quien adecuó los artículos anticlericales de la Constitución y estableció un régimen de tolerancia más acorde con la realidad del país.

   Estas reformas pusieron fin a una simulación de 75 años y corrigieron las tensiones originadas en 1917, que habían costado muchas vidas y generado una constante fricción entre el gobierno y una sociedad mayoritariamente católica. La Guerra Cristera advierte sobre los riesgos de imponer reformas sin tener en cuenta la opinión y las costumbres de la mayoría,  e incluso, de minorías numerosas.

   Hoy en día, aunque el riesgo de una rebelión armada es menor porque la población que se pueda ver afectada no está armada, como sí estaba al final de la Revolución, factores tales como el acceso a armas provenientes de Estados Unidos y el contexto de violencia relacionado con el crimen organizado complican el panorama.

   Actualmente, vivimos en una guerra de baja intensidad que, solo en el sexenio anterior, dejó alrededor de 200,000 muertos. Se estima que unos 175,000 individuos forman parte de grupos delictivos, la mayoría de ellos con acceso a armamento militar, lo que hace viable la posibilidad de armar y alimentar una revuelta en el país.

   Si la presidenta Sheinbaum utilizara su poder para imponer reformas radicales, o si no lograra controlar a los sectores más extremos de su administración, el país podría enfrentarse a una fragmentación interna similar a la de la Guerra Cristera.

  Concentrar un poder tan amplio en una sola persona implica la gran responsabilidad de utilizarlo con moderación y respeto hacia el sentir de la población. De lo contrario, el país podría enfrentarse a una crisis social y humanitaria, cuyos costos serían incalculables.

28 de octubre de 2024

SE AGRAVA EL DESEMPLEO

 

Por: Octavio Díaz García de León


    La reciente reforma judicial y los cambios administrativos están dejando a miles de profesionales del sector público en México en una situación de incertidumbre laboral. Abogados que han dedicado años a ascender dentro del Poder Judicial, siguiendo procedimientos estrictos como exámenes, concursos, y continuando su formación académica con maestrías y doctorados, ven ahora su futuro profesional comprometido. Estos trabajadores, muchos de los cuales han arriesgado incluso su seguridad en el ejercicio de su labor, enfrentarán despidos masivos.

   Una situación similar ocurre en otras instituciones con autonomía constitucional, como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información y Protección de Datos Personales (INAI), cuya desaparición ha sido anunciada. A pesar de los esfuerzos por consolidar un servicio profesional de carrera, su disolución afectará a cientos de especialistas en transparencia y protección de datos personales que perderán su empleo.

    Además, vienen despidos por los cambios sexenales y un recorte del 10% en la nómina, que afectará a decenas de miles de empleados gubernamentales. El Servicio Profesional de Carrera, que alguna vez garantizaba estabilidad laboral en el sector público, ha quedado prácticamente inoperante. A muchos funcionarios pertenecientes a este Servicio se les pide la renuncia, la cual entregan para evitar represalias o el cierre de oportunidades futuras dentro del gobierno.

    Pero el desempleo no solo se da en el gobierno.  Según datos de la OCDE, en 2023 se graduaron más de 1.1 millones de universitarios en México, de los cuales aproximadamente un tercio, cerca de 400 mil, no ha logrado conseguir empleo. Esto sin contar los miles de egresados de años anteriores que aún siguen en búsqueda de oportunidades laborales.

    La angustia es palpable entre quienes son el sustento de sus familias y no pueden generar ingresos, al enfrentar esta situación de falta de empleo y despidos. Esto es exacerbado por el bajo crecimiento económico del país en los últimos seis años, con un promedio anual de crecimiento del PIB de apenas 0.6%, el más bajo en un sexenio en la historia reciente del país. Este crecimiento de la economía no alcanza para absorber al 1.3% de la población que se incorpora anualmente a la población económicamente activa.

    El mercado laboral en México también presenta otros desafíos estructurales. Muchas carreras universitarias, como las relacionadas con comunicación, ecología y diseño, no cuentan con una demanda suficiente en el mercado laboral. Al mismo tiempo, profesiones saturadas, como derecho y administración de empresas, enfrentan dificultades similares, al producir más egresados de los que el mercado puede absorber. Además, la falta de experiencia, combinada con las deficiencias educativas, coloca a muchos jóvenes en una posición de desventaja frente a las demandas de las empresas. Esto sin incluir a aquellos que no alcanzan educación universitaria, quienes tienen aún más dificultades para encontrar un trabajo bien remunerado.

    Para quienes tienen experiencia profesional especializada, la situación también es compleja. Por ejemplo, ¿qué opciones de empleo tienen quienes se han dedicado a garantizar la transparencia en las instituciones del gobierno? Sus habilidades no son fácilmente transferibles a otros sectores.

    Otro factor a considerar es la discriminación por edad en el sector privado. A partir de los 45 años, las oportunidades laborales disminuyen considerablemente, y en muchos casos, las empresas prefieren despedir a empleados a partir de esta edad,  en favor de trabajadores más jóvenes y con salarios más bajos.

    El gobierno federal, además, ha dejado de ser una opción atractiva para profesionales bien capacitados. Los recortes salariales, la eliminación de prestaciones y la falta de competencia en los liderazgos han transformado el sector público en un refugio para universitarios con poca experiencia o recién egresados de universidades públicas que aceptan condiciones laborales mínimas. Las excepciones, como Pemex y CFE, siguen siendo atractivas, pero sin las conexiones adecuadas, es difícil acceder a estas instituciones.

   Ante la falta de empleo formal, muchos se ven obligados a integrarse a la economía informal. Actualmente, el 54.1% de la población económicamente activa se encuentra en la informalidad, lo que representa alrededor de 32 millones de personas. Estos trabajadores, a menudo subempleados o autoempleados, no cuentan con seguridad social ni beneficios laborales. Quizá este sea el único camino que les quede a quienes enfrentan el desempleo.  

    La falta de empleo es un reto constante, y en el actual contexto político y económico de México, las perspectivas no parecen mejorar. La continuidad de las políticas del sexenio anterior por el actual gobierno ha generado un ambiente de incertidumbre que frena la inversión y, con ello, el crecimiento económico. Los profesionales despedidos, los nuevos egresados universitarios y millones más que se incorporan a la fuerza de trabajo enfrentarán grandes dificultades para encontrar empleo. Sin crecimiento económico, las soluciones parecen lejanas.

12 de octubre de 2024

LA ESTRATEGIA DE SEGURIDAD PÚBLICA DE SHEINBAUM

 

Por: Octavio Díaz García de León

 

    El país enfrenta una grave crisis de seguridad pública, al culminar el sexenio más violento de su historia reciente, con casi 200 mil homicidios dolosos y más de 50 mil personas desaparecidas. Este nuevo sexenio comienza con episodios de gran violencia en lugares como Chilpancingo, Villahermosa, Culiacán, Durango, Guanajuato y Michoacán, entre otros.

    Ante este reto, el nuevo secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, García Harfuch, ha presentado su programa para abordar la seguridad pública, basado en cuatro ejes.

   El primer eje se centrará en atacar las causas subyacentes de la violencia, una estrategia que fue prioritaria en el sexenio de Calderón, aunque sin lograr una reducción significativa en los niveles de criminalidad. Este enfoque requiere constancia y recursos considerables para ofrecer alternativas viables frente a los beneficios económicos que la delincuencia organizada brinda a sus reclutas. Los resultados, de alcanzarse, serían a largo plazo y dependen de un compromiso sostenido.

   El segundo eje busca la consolidación de la Guardia Nacional, que, a pesar de haber sido creada hace cinco años, aún no ha cumplido con las expectativas en materia de seguridad. Este organismo está bajo control militar, lo que limita la influencia directa que el Secretario de Seguridad puede tener en su operación por lo que la efectividad de este eje dependerá en gran medida de las acciones que realicen las fuerzas armadas.

   El tercer eje se enfocará en fortalecer la inteligencia y la investigación sobre la delincuencia organizada, fortaleciendo a las instituciones civiles en este ámbito. Durante el sexenio pasado, esta tarea estuvo mayormente en manos de la inteligencia militar. Para abordar esta área, se planea crear una Subsecretaría de Inteligencia e Investigación, que posiblemente supervise al antiguo CISEN, ahora conocido como el Centro Nacional de Inteligencia (CNI). Aunque no está claro si la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) se integrará a este esfuerzo, su participación será crucial para las investigaciones.

    A lo largo de la historia, las instituciones de inteligencia civil han operado con luces y sombras. Por ejemplo, la Dirección Federal de Seguridad, predecesora del CISEN y el CNI, se convirtió en una policía política y estuvo implicada en actividades ilegales, incluyendo el tráfico de drogas. El reto será evitar que se repitan estos errores, estableciendo controles de confianza rigurosos para mantener la integridad de estas instituciones.

   El cuarto eje se centrará en la coordinación entre el gabinete de seguridad y las autoridades estatales, una estrategia que ha sido intentada desde el sexenio de Zedillo con resultados limitados. El programa también destaca la intención de enfocar esfuerzos en los estados y municipios más violentos, buscando su pacificación y reducción de actos delictivos. Sin embargo, no se han detallado las acciones específicas para lograrlo y ya se ha visto que no basta la presencia de numerosas fuerzas militares, como en Sinaloa,  para disminuir la violencia.

  Expertos en seguridad han señalado que este programa no presenta innovaciones ni detalles claros sobre cómo se implementarán estos cuatro ejes. No obstante, el hecho de que ya no se mencione la estrategia de “abrazos, no balazos” es considerado un avance significativo.

  El fortalecimiento de la inteligencia debe ser una prioridad. Aunque la inteligencia actualmente está dominada por las fuerzas armadas, es crucial reconstruir la inteligencia civil y policial para llevar a juicio a los delincuentes de manera efectiva.

   La reforma judicial podría apoyar estos esfuerzos al permitirle al Poder Ejecutivo colocar jueces menos estrictos en cuanto a la solidez de las carpetas de investigación y menos garantistas de los derechos humanos de los acusados,  con lo cual se facilitaría el encarcelamiento de estos,  aunque con ello se podrían violentar sus derechos humanos.

  La posible ratificación de la Titular de la Comisión de Derechos Humanos también podría facilitar el trabajo de las fiscalías, al estar más orientada a apoyar al gobierno en turno  que a la defensa de los derechos humanos.

  En este contexto, la población podría estar más dispuesta a aceptar una estrategia similar a la de Bukele en El Salvador, enfocada en un control más firme sobre el crimen, que a seguir permitiendo la impunidad de los delincuentes.

  Aún queda por ver cómo se reclutarán miles de investigadores de campo, analistas y expertos en técnicas de investigación, así como la creación de plataformas tecnológicas que conviertan la información en pruebas utilizables en procesos judiciales. El presupuesto de 2025 será un indicador clave del compromiso del gobierno con la reconstrucción de la inteligencia civil.

  La nueva administración hereda una situación extremadamente difícil en términos de seguridad pública y corrupción. Se requieren acciones inmediatas y contundentes para recuperar los territorios controlados por el crimen organizado. El programa anunciado por el Secretario de Seguridad es solo el primer paso; el éxito dependerá de la capacidad del gobierno para implementar medidas eficaces y sostenidas que lleguen a la raíz del problema.

28 de septiembre de 2024

LA POSIBLE RUTA DEL DESLINDE DE LA PRESIDENTA

 

Por: Octavio Díaz García de León

 

    Es improbable que dos personas compartan el poder en la presidencia. Si la presidenta Sheinbaum desea asumir plenamente el control, deberá desmantelar los pilares que sostienen la influencia transexenal de López Obrador. Aplicando los principios de la Realpolitik, las siguientes acciones podrían ser necesarias:

    Gabinete. Sustituir a los funcionarios que AMLO designó en posiciones clave, tanto en el gabinete como en las paraestatales, comenzando por la Secretaría de Gobernación. Una posible estrategia sería colocar en niveles inmediatos inferiores a personas leales a Sheinbaum, esperando el momento oportuno para reemplazarlos, como ante una tragedia mal manejada, similar al huracán John.

    Militares. Retirarles las tareas civiles y redirigirlos al combate contra el crimen organizado, apelando a la emergencia de violencia y la recuperación de territorios bajo control delictivo, que ya podría abarcar más de un tercio del país. Se deberá asegurar el futuro económico de los militares para evitar que extrañen los presupuestos que manejan, dejando claro que su lealtad es hacia el presidente en funciones.

    Seguridad. Con la Guardia Nacional bajo control militar, el nuevo secretario de seguridad federal carecerá de una fuerza armada para operar. La coordinación será su única función, volviéndose irrelevante. Será necesario crear una policía civil para transferir la seguridad pública a manos de civiles, mientras que la seguridad nacional quedará con los militares.

   MORENA. La presidenta no controla MORENA. Para consolidar su poder político, deberá formar un nuevo partido y restar militantes a MORENA, replicando lo que este partido hizo con el PRD y el PRI. El Verde, PT y MC apoyarán al partido en el poder, como siempre.

    Presupuesto. Habrá que redirigir recursos a las nuevas prioridades, relegando los proyectos de AMLO. Las finanzas públicas están lo suficientemente frágiles como para que una crisis económica en 2025 permita justificar la toma de control de las finanzas públicas y reemplazar al Secretario de Hacienda. Con el control del presupuesto, será más fácil tomar el mando de otras áreas del gobierno.

   T-MEC.  La renegociación del T-MEC en 2026 podría ser una buena coyuntura para   sacudirse a su adversario político, Ebrard, y poner a una persona de su confianza,  o, si decide abandonar el tratado, dejar a Ebrard allí para que sea él quien le dé sepultura al Tratado.  

   Congreso. Podría comenzar a ganar aliados en el Congreso acudiendo al mercado de legisladores, donde siempre hay mercancía disponible.  Para las elecciones intermedias, ya con un nuevo partido y una oposición débil, podría obtener el control del Poder Legislativo.

    Poder Judicial. Urge crear su propia maquinaria política para influir en la elección de jueces, evitando que MORENA o el Congreso acaparen esos nombramientos.

   Inteligencia. La presidenta deberá tomar control de las instituciones de inteligencia civil, como el Centro Nacional de Inteligencia, dirigido actualmente por militares, para proteger su proyecto. Esta institución, junto con la UIF, será clave para crear expedientes contra opositores políticos, como se hizo en el sexenio que termina.

    Empresarios. Ganar el apoyo empresarial es más sencillo: una vez controlado el presupuesto, los empresarios seguirán la pista del dinero.

   Delincuencia Organizada. Para controlar al crimen organizado, la presidenta debe tener control firme de las fuerzas de seguridad, imponiendo las reglas del juego y, de ser necesario, rompiendo compromisos previos para establecer nuevos pactos de convivencia.

   As bajo la manga. Así como Zedillo encarceló al hermano de Salinas, Sheinbaum podría fortalecer investigaciones periodísticas sobre actos de corrupción de los hijos mayores de AMLO, creando expedientes judiciales y dejándolos como una espada de Damocles sobre la familia López.

   El deslinde de la presidenta no será fácil si decide recorrer este camino, pero si desea gobernar y dejar un legado propio, deberá tomar medidas decisivas para asumir el control de su presidencia.

   Esperamos que su gestión sea competente y libre de corrupción, y que traiga prosperidad, libertad, seguridad, unión, mejor educación y salud para los mexicanos. ¡Por el bien de México,  le deseo éxito a la presidenta Sheinbaum!

15 de septiembre de 2024

CONTINÚA LA CUARTA TRANSFORMACIÓN

 

Por: Octavio Díaz García de León

 

     Según la narrativa del presidente López Obrador, México, en su corta vida como nación independiente, ha atravesado por tres grandes transformaciones. Cada una de ellas ha estado acompañada por cambios constitucionales que reflejan las principales características del régimen en turno.

     Durante la primera transformación México experimentó tres formas de gobierno y perdió más de la mitad de su territorio. Inició en 1821 con un imperio efímero encabezado por el consumador de la independencia, Agustín de Iturbide. Este Primer Imperio concluyó con la proclamación de una república federal y la promulgación de la Constitución de 1824. En 1836 se adoptó un régimen centralista con una nueva constitución que duró hasta 1846,  cuando se restauró la Constitución de 1824. Ese periodo se caracterizó por la presencia de un caudillo: Antonio López de Santa Anna,  quien fue presidente once veces,  entre 1833 y 1855.

    La segunda transformación comenzó en 1857 con la promulgación de la Constitución liberal, que provocó una intensa disputa ideológica, llevando a la Guerra de Reforma y al establecimiento del Segundo Imperio Mexicano. Este periodo trajo consigo la invasión francesa, un nuevo imperio y dos figuras políticas que gobernaron México durante 42 años: Benito Juárez y Porfirio Díaz. Juárez fue reconocido como presidente por los liberales desde 1860 y luego, tras la derrota del Imperio en 1867, se mantuvo en la presidencia hasta 1872, prevaleciendo la Constitución de 1857. Posteriormente Díaz gobernó entre 1876 y 1911, salvo un intervalo entre 1880 y 1884.

    La tercera transformación surgió como resultado de la Revolución, tras la renuncia de Díaz y la usurpación de Victoriano Huerta. En 1917 se promulgó una nueva constitución, la misma que sigue vigente, aunque ha sido modificada más de 760 veces. Esta etapa dejó alrededor de un millón de muertos y consolidó a dos caudillos: Álvaro Obregón y Plutarco Elías Calles. Además,  dio paso a una dictadura de partido que, según Vargas Llosa, sería conocida como la "dictadura perfecta" del PRI, un sistema que perduró 70 años, caracterizado por presidencias sexenales imperiales. Esta transformación terminó con un breve intento de democracia que duró 21 años.

    La “cuarta transformación” está en marcha desde hace seis años encabezada por el presidente López Obrador. Paradójicamente, los cambios más relevantes parecen estar ocurriendo en los últimos días de su mandato, lo que sugiere que estamos ante un proyecto transexenal que podría extenderse durante varios sexenios.

   Para coronar esta “transformación”, la presidenta electa, quien controlará los tres poderes federales y la mayoría de los gobiernos locales, podría fácilmente emitir una nueva carta magna,  consolidando la visión de país  de López Obrador, y cuya influencia política probablemente continúe los siguientes sexenios.

    Pero ¿es necesaria una nueva constitución? En la historia de México, las élites gobernantes han tendido a emitir nuevas leyes como si estas tuvieran el poder de transformar el país. Sin embargo, la realidad es que los gobernantes han utilizado las leyes como herramientas para negociar con oponentes o asegurar apoyos.

 La frase atribuida a Juárez: "A los amigos, justicia y gracia; a los enemigos, justicia a secas", y la expresión de López Obrador: "No me vengan con que la ley es la ley", ilustran cómo el poder se ha ejercido en México, acomodando la ley a los intereses de quienes gobiernan.

   La creación de una nueva constitución o la promulgación de más leyes no cambiaría sustancialmente la realidad del país. En este contexto, quienes necesiten algo del gobierno seguirán recurriendo a la vieja estrategia: "Lo que importa es a quién conoces; la ley y todo lo demás, salen sobrando".

    En un sistema donde la corrupción se concentra en pocas manos, las decisiones se simplifican pues se toman en la cúspide. Así se pueden obtener contratos, eludir leyes o asegurar apoyos, algo que no es ninguna novedad.

   Quienes sepan navegar este sistema piramidal no deberán preocuparse por los cambios en las leyes anunciados recientemente. Los que carecen de contactos o recursos para mover las cosas a su favor, seguirán estando en desventaja, como siempre.  

    Más que verdaderas transformaciones, México ha transitado por una constante histórica en la que el estado de derecho es débil, las instituciones son frágiles, y el Estado no ha logrado consolidarse plenamente. En este escenario, los caudillos y los intereses que los sostienen han predominado sobre las leyes y las instituciones.

    Las reformas promovidas por el gobierno de la “cuarta transformación” parecen más un retroceso que nos aleja de la democracia y el desarrollo económico. Esto es lo que se vislumbra para los próximos sexenios: un México gradualmente más pobre bajo un gobierno paulatinamente más autoritario y con cada vez mayor injerencia de la delincuencia organizada.

2 de septiembre de 2024

INICIA EL SEXENIO DE LA CONTINUIDAD

 

Por: Octavio Díaz García de León

 

     A lo largo de la historia, cuando había un cambio de administración federal,  los presidentes entrantes trataban de marcar diferencias con su predecesor. Desde cambios en el estilo personal, como construir una cabaña en Los Pinos para parecer menos ostentosos, hasta vivir en Palacio Nacional a la usanza de los virreyes. Además, ponían a personas de su equipo en lugares clave del nuevo gobierno.

   Los periodos de transición y los inicios de sexenio daban oportunidad a profesionales de otros grupos políticos para incorporarse a la nueva administración y se abandonaban prácticas que habían dejado de ser populares o perjudicaban a la población. También permitían a los ciudadanos descansar de ciertas costumbres que ya los fatigaban, como los discursos del Tercer Mundo o las mañaneras, así como de los estribillos característicos de los presidentes en turno.

     Muy poco de eso observamos en la actual transición. Quizá desde que Porfirio Díaz entregó el poder a Manuel González y este se lo devolvió, o desde la época de Calles, cuando los presidentes en turno solo eran la fachada del caudillo, no se había visto tanta continuidad en un cambio de gobierno.

    Las señales están a la vista:

    Gabinete: De los nombramientos realizados por la presidenta electa Sheinbaum, la mitad de las personas están muy identificadas con AMLO.

        Agenda legislativa: Las reformas constitucionales que están por aprobarse en septiembre provienen en su mayoría del presidente López Obrador. De las aproximadamente 20 iniciativas, solo tres o cuatro provienen de Sheinbaum. Incluso algunas de las propuestas de AMLO son una manzana envenenada para la próxima presidenta,  como ya se ha observado por las reacciones de mercados financieros, socios comerciales y las protestas populares.

      Disputas internacionales: A un mes de su partida, el presidente López Obrador sigue abriendo frentes de confrontación, ahora con los principales socios comerciales de México: Estados Unidos y Canadá.

         Presupuesto: El presupuesto de 2025 está siendo decidido por el presidente López Obrador con alguna participación de Sheinbaum. Es de esperarse que el Secretario de Hacienda, nombrado por AMLO y ratificado por Sheinbaum, asegure recursos para los proyectos inacabados del presidente saliente (Tren Maya, Dos Bocas, Transístmico, etc. ) y para continuar con los programas de apoyos en efectivo a la población que tan redituables resultaron electoralmente.

     De aprobarse las reformas constitucionales propuestas, que es casi un hecho, le espera al país un sexenio con la mayor concentración de poder en la presidencia. Por su parte, el expresidente gozará también de un gran poder gracias a su dominio del partido MORENA, del Congreso, de los militares y de la mitad del gabinete,   como no se había visto desde los tiempos de Plutarco Elías Calles.

     Estas reformas plantean la posibilidad de desmantelar la democracia en México.  A ello contribuyen:  la mayoría absoluta obtenida en el Congreso por MORENA debido a la sobrerrepresentación; la destrucción del Poder Judicial; el sometimiento de los poderes locales al poder central; la subordinación de los militares, ahora ocupados en tareas civiles, las cuales ofrecen oportunidades de corrupción muy lucrativas; y la desaparición de organismos con autonomía constitucional o la toma de los mismos por personas afines a la presidencia de la república.

      El desencanto con la democracia no es un fenómeno exclusivo de México. En diversos países del mundo, las sociedades rechazan la democracia y eligen a dictadores para que los gobiernen. Además, han surgido regímenes populistas y autoritarios que concentran todo el poder en sus dirigentes.

    De esta forma la destrucción de la democracia avanza en el mundo, sometiendo a los países a la voluntad unipersonal de los caudillos. En estos sistemas, las minorías dejan de tener influencia en la vida pública, y las masas, cooptadas, apoyan su propia destrucción.

     Este proceso tiene un alto costo en términos de derechos humanos, represión, cancelación de derechos políticos y el sometimiento de la población a élites profundamente corruptas. Como ya se ha visto en Venezuela, Nicaragua o Cuba,  ello puede llevar a la destrucción de un país

    Todavía no sabemos cómo actuará la nueva presidenta Sheinbaum teniendo tanto poder, y si el presidente saliente, López Obrador, lo permitirá. Las herramientas para la instauración de un régimen no democrático están por aprobarse o ya se cuenta con ellas. Falta ver si se utilizarán o habrá prudencia.

    Aún existen algunos contrapesos frente al poder absoluto que se avizora para la nueva presidenta y el expresidente: el de la delincuencia organizada, que ya controla grandes territorios del país,  y la presión de Estados Unidos, en caso de que afecte a sus intereses.  Lo más probable es que, tanto con la delincuencia organizada como con Estados Unidos, se continuarán haciendo pactos de convivencia.

    Estamos ante un cambio de sexenio con la mayor continuidad y concentración de poder desde que Calles ponía y quitaba presidentes. Habrá que ver si será para bien o para mal.

17 de agosto de 2024

LA INMORTALIDAD QUE VIENE

 

Por: Octavio Díaz García de León


   Ser inmortal es uno de los anhelos más antiguos de la humanidad. Muchas religiones se han construido sobre la promesa de otorgar la inmortalidad a sus fieles. Hoy en día, con los avances de la ciencia, la posibilidad de alargar radicalmente la vida humana podría estar a solo unas cuantas generaciones de distancia. Quizás, al final del siglo XXI, la expectativa de vida sea varias veces mayor a la actual, que ronda entre los 75 y los 80 años.

    La inmortalidad ha sido estudiada con mayor rigor en las últimas cuatro décadas por académicos de renombre. Entre ellos,  el profesor Stephen Cave, Director del Instituto para Tecnología y Humanidad de la Universidad de Cambridge, quien publicó el libro Inmortalidad en 2012 y, el año pasado, otro en colaboración,  en el cual actualiza sus puntos de vista respecto al tema.

     El profesor Cave señala que existen cuatro vías hacia la inmortalidad:

    Mantenerse vivos o evitar la muerte:  Esto incluye la búsqueda de elíxires mágicos que proporcionen inmortalidad, la ingesta masiva de vitamina C, el transhumanismo y la prolongación de la vida por medios científicos bajo un enfoque ingenieril, entre otros métodos.

   La resurrección:  Esto consiste en la creencia de que, aún si morimos, podemos resurgir en el futuro físicamente en nuestros cuerpos. Las grandes religiones abrahámicas---judaísmo, cristianismo e islam---creen literalmente en la resurrección física de los cuerpos,  y esta constituye una de sus doctrinas centrales. Otra manera de resurrección es la criogenia, en la que se congela a las personas con la esperanza de que puedan revivir en el futuro.

    La inmortalidad del alma: La inmortalidad se alcanza no a través de vivir para siempre de manera física, sino a través de un ente espiritual, como el alma. La mayoría de la humanidad cree que las personas tienen alma. Esta creencia es central en el cristianismo, el budismo, el hinduismo y muchas otras religiones. Se considera que el alma puede vivir de manera independiente del cuerpo y ser inmortal.

    El legado:   Esta es una forma indirecta de extender la vida de las personas a través de sus obras. La más tangible es tener hijos, pero también puede lograrse mediante la creación artística, la fama como un político destacado o incluso como un criminal aberrante.

    El autor afirma que ninguna civilización ha sobrevivido sin el respaldo de alguna de estas narrativas, pero concluye que ninguna de las cuatro es verdadera, factible ni deseable.

   A lo largo de los siglos, muchos escritores han tratado el tema de la inmortalidad. Karl S. Guthke en su libro La Vida sin Fin, reseña más de 22 obras que abordan la inmortalidad. Por ejemplo, El Inmortal de Borges y Todos los Hombres son Mortales de Simone de Beauvoir.

   Un artículo escrito en 1973 por Bernard Williams, de la Universidad de Cambridge, sobre la obra de teatro del autor checo Karel Čapek, adaptada a ópera por Leoš Janáček, El secreto de Makropulos, ha tenido una gran influencia en la discusión reciente sobre la inmortalidad, tanto en Cave como en otros autores, al argumentar que el aburrimiento es la razón más relevante para no desearla.

   En su libro más reciente, coescrito con Fisher, ¿Deberías elegir vivir para siempre? Un debate, Cave identifica cuatro problemas asociados con la inmortalidad, basándose en la especulación derivada de los textos de Borges y Čapek, dado que no existen casos de inmortalidad que se puedan investigar:

   Aburrimiento: Si la vida no tiene fin, cualquier actividad placentera acabaría por volverse aburrida.

   Ennui (Tedio, apatía): Incluso antes de volverse aburrida, la repetición de actividades puede llevar a la depresión.

  Falta de sentido:  Si las personas vivieran eternamente, realizarían una cantidad inmensa de actividades, incluidas aquellas que son contradictorias, contrapuestas o repetitivas. Por ello, los proyectos individuales perderían sentido, cada persona perdería su identidad y desparecerían las categorías de bien y mal.

  Procrastinación:  El hecho de tener una vida mortal nos obliga a tomar decisiones considerando el tiempo limitado que tenemos. Tener tiempo sin restricción hace que pierda su valor y, por lo tanto, el tomar decisiones sobre cómo usarlo se vuelve imposible, lo que podría llevar a la parálisis.

    Existen otros problemas relacionados con la inmortalidad, como definir qué es el ser y la identidad cuando se alcanza mediante el “descargar” nuestra conciencia en un dispositivo electrónico. También están los problemas asociados con la sobrepoblación, la justicia social, el trabajo, entre otros.

    El reto será encontrar soluciones a estos problemas ante la posibilidad de que pronto se pueda alcanzar una longevidad varias veces mayor a la actual.

  Por ello, es oportuno profundizar en la investigación filosófica sobre la prolongación radical de la vida. Incluso, esta investigación podría ayudar a encontrar mejores formas de vivir dentro del tiempo que hoy abarca nuestras vidas. Por lo pronto, la pregunta sería: ¿Desearía usted ser inmortal?