La
idea: Recientemente el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) publicó
su Índice de Riesgos de Corrupción (IRC) en materia de compras públicas. Este
índice y el estudio que lo respalda constituye una buena herramienta para
combatir la corrupción. Ojalá las autoridades responsables analicen estos
hallazgos y tomen cartas en el asunto.
El estudio realizado por el IMCO
es muy exhaustivo pues analizó medio millón de procesos de compra entre 2018 y
2020 que representan un monto de 1.18 billones de pesos. Para
construir el índice lo hizo en base a tres grandes rubros: favorecer
licitaciones públicas (Competencia); cumplir con obligaciones de transparencia
(Transparencia); y cumplimiento con la Ley (Legalidad).
El resultado
más relevante de este estudio fue que “entre 2018 y 2020 aumentó el riesgo de
corrupción en las compras públicas en 147 de 247 instituciones federales (59%)
por la falta de competencia, poca transparencia e incumplimiento de la ley.”
Algunos aspectos
del estudio del IMCO y que podrían ser materia de una reforma a la Ley de Adquisiciones
Arrendamientos y Servicios del Sector Público (LAASSP) son los siguientes:
Artículo
primero.
El artículo primero de la LAASSP prevé diversas excepciones para la no aplicación
de esta Ley. La utilización de las excepciones que plantea este artículo dio
origen al mecanismo de la “Estafa Maestra”. Esto sucedió al utilizar
instituciones públicas de educación superior, las cuales no tenían la capacidad
para proveer bienes y servicios o realizar las obras públicas para las que
fueron contratadas. Por ello, estas instituciones a su vez subcontrataron dichas
adquisiciones, en algunos casos en violación a las limitaciones que fija dicho
artículo y en otras, en abiertos actos de defraudación. El año pasado se
reformó dicho artículo con el único propósito de dar entrada a las compras de
insumos médicos vía la UNOPS , lo cual también
representa un riesgo de corrupción por la opacidad de estas adquisiciones y
porque dicha institución no cumple con las leyes mexicanas. Esta reforma está
siendo analizada para su posible invalidación por parte de la Suprema Corte de
Justicia de la Nación.
Adjudicaciones
directas.
Con la información que tiene el IMCO valdría la pena realizar un análisis de las
causas de excepción a la licitación invocadas por las instituciones del
gobierno, para diferenciar el riesgo de corrupción. Por ejemplo, se ha abusado
de las excepciones por razones de seguridad nacional, pero, por otra parte, algunas
otras permiten atender emergencias por lo que sería importante no eliminarlas. Cualquier
reforma a la LAASSP se debería consultar con quienes la operan y la fiscalizan,
para evitar problemas de implementación como las que se ha dado, por ejemplo, con
la Ley General de Responsabilidades Administrativas que se diseñó sin tener
suficiente conocimiento de su operación y ha resultado ineficaz.
Invitación
a cuando menos tres. Esta modalidad presenta riesgos de corrupción similares
a la de adjudicación directa. Se suele usar para disimular la adjudicación directa
al estar predeterminado quien va a ser el proveedor adjudicado. Incluso se dan casos
de empresas que solo dan cotizaciones sin tener intención de ser proveedores
para simular el procedimiento, ya sea a cambio de un pago o con el compromiso
de ser adjudicadas en la próxima adquisición.
Licitaciones
públicas.
Este mecanismo es más transparente y bien aplicado reduce riesgos de corrupción,
pero también se dan muchos casos de licitaciones dirigidas o amañadas. Una manera de detectar esta situación es analizando
las inconformidades que presentan los proveedores y ver como resuelve al
respecto la Secretaría de la Función Pública. Hay otros casos en donde
simplemente se niegan a participar los proveedores en la licitación porque
saben que no resultarán ganadores y esto se detecta al saber quiénes piden
acceso a las bases y quienes finalmente participan. Se dan casos en que pocas
empresas, a veces solo una, participan en las licitaciones porque las demás prefieren
no ser comparsas de procedimientos dirigidos.
Del
estudio del IMCO resulta muy importante que todos los incumplimientos a la ley
detectados en este estudio sean denunciados a la Secretaría de la
Función Pública y a las contralorías internas de los organismos autónomos,
quienes tendrán la obligación de investigarlos para, en su caso, sancionar a
los funcionarios públicos.
En el
caso de la UNOPS habría que pedir a las autoridades que la contrataron,
soliciten que se transparentan las adquisiciones que ha realizado. También que reconsideren
la contratación de este organismo ya que podría contravenir el artículo 134 de
la Constitución, resulta demasiado caro y no se justifica, pues desde hace
décadas que existe en el gobierno capacidad para realizar las compras de
insumos médicos a nivel internacional.
En un
futuro también sería conveniente incluir en el Índice de Riesgos de Corrupción al
Poder Legislativo, al Poder Judicial y continuar el trabajo
realizado por el IMCO en las entidades federativas pues en estos casos también
existen altos riesgos de corrupción.
Es de
agradecer al IMCO que realice este tipo de estudios para ayudar a combatir la corrupción
por ser un problema que daña la competitividad del país al generar distorsiones en los mercados.
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