El endeudamiento
excesivo de algunos estados y municipios ha causado alarma en medios de opinión nacional y entre
los actores políticos. Sin embargo las autoridades hacendarias federales han
indicado que no es un problema que afecte la viabilidad del país y que la federación no va a entrar al rescate de aquellos
que tengan problemas debido al endeudamiento. Para entender porqué se ha dicho esto, hagamos
algunas comparaciones del tamaño de esta
deuda. La deuda de estados y municipios, también llamada deuda subnacional, ascendió a fines de 2011 a 390,775 millones de
pesos (MDP) lo que representó un 7.1%
del total de la deuda pública del país. A los municipios correspondió el 11.3% de la deuda subnacional o el 0.8% del
total nacional. Cuando toda la deuda pública nacional equivalió al 36.5% del
PIB, la subnacional tan sólo representó
el 2.6%. del PIB. Si bien, vista así, la deuda subnacional no representa un problema
para el país, en algunos estados y municipios ha llegado a niveles críticos.
De acuerdo al
estudio “Análisis de la Deuda Pública de las Entidades Federativas y
Municipios” publicado por la Auditoría Superior de la Federación (ASF) en
agosto de 2012, las causas del incremento de la deuda subnacional se debieron
principalmente a la crisis financiera del 2008 y 2009 lo que ocasionó la disminución
de las participaciones federales, el incremento del déficit público en estos
órdenes de gobierno y algunas contingencias debidas a desastres naturales y
otros factores.
Las cinco
entidades con más deuda son: Distrito Federal, Nuevo León, Estado de México,
Coahuila y Veracruz. Pero esto no nos
dice mucho. Un mejor indicador es la deuda per cápita; así, los estados más
endeudados son: Coahuila, Quintana Roo, Nuevo León, Distrito Federal y Sonora. Otro
indicador es el crecimiento de la deuda entre 2008 y 2011; las entidades que más crecieron su deuda fueron: Campeche (28.9 veces), Coahuila (19.9
veces), Tamaulipas (7.5 veces), Morelos (5.9 veces) y Zacatecas (5.8 veces). El
caso que más ha llamado la atención es Coahuila ya que incrementó su deuda en 34,677
MDP entre 2008 y 2011 pasando su deuda per cápita de 701 a 12,997 pesos en ese
período. Por lo que respecta a los
municipios, 566 municipios en 10 estados
concentran el 75% de la deuda municipal y tan sólo 22 concentran el 46.1%. Los
más endeudados son: Guadalajara, Monterrey, Tijuana, Benito Juárez (Q.R.) y
León.
Cualquier
financiero dirá que la deuda en sí misma no es mala. Al contrario, es un
instrumento que sirve para multiplicar los recursos propios. Pero la deuda
tiene riesgos: el no tener el flujo de efectivo para pagarla; el usar esos
recursos en gastos de operación y no en proyectos productivos; el exceso de
endeudamiento; las condiciones de interés y plazo desfavorables, etc. Se
requiere que estos factores sean bien evaluados tanto por los que piden el
crédito como por quienes lo otorgan. En la crisis que aqueja a algunos estados
y municipios hubo quizá irresponsabilidad de ambas partes.
Para saber
cuáles entidades pudieran tener problemas de solvencia la ASF ha medido el
nivel de riesgo de las mismas en base a 25 indicadores de vulnerabilidad,
sustentabilidad y financieros, con énfasis en 6 de estos indicadores. De esta
forma identificó nueve entidades altamente endeudadas y en situación crítica en
ese orden: Coahuila, Quintana Roo, Nuevo León, Nayarit, Michoacán, Sonora,
Veracruz, Tamaulipas y Zacatecas; Cuatro
entidades altamente endeudadas pero en situación controlable: Chihuahua,
Distrito Federal, Jalisco y Guerrero; en estas trece entidades es donde se
concentra el mayor riesgo y representan el 68.3% de la deuda subnacional; ocho
entidades con deuda sostenible son: Baja California, Durango, Aguascalientes,
Baja California Sur, San Luis Potosí, Puebla, Sinaloa y Yucatán; y finalmente
once entidades con un nivel de deuda reducido y bajo nivel de riesgo: Chiapas,
Colima, Estado de México, Guanajuato, Oaxaca, Morelos, Hidalgo, Querétaro, Campeche,
Tabasco y Tlaxcala.
¿A quién le
deben los estados? El 51.3% a la banca
comercial, el 23.5% a la banca de desarrollo el 14.3% al público tenedor de
emisiones bursátiles y el 10.3% a otros. Los estados cuya deuda a la banca
comercial es más del 90% son: Coahuila (96.3%), Zacatecas (95.2%), Morelos
(93.2%) y San Luis Potosí (92.7).
Si bien el
endeudamiento subnacional es manejable,
es muy importante que en las 13 entidades con alto riesgo la federación
no entre al rescate. Primero, porque los gobiernos locales, tanto el
legislativo que aprobó la deuda como el ejecutivo que la gastó deben asumir su responsabilidad y responder
ante sus ciudadanos. Segundo, porque quienes les prestaron de manera
irresponsable también tienen que asumir las consecuencias, de otra manera a quienes se estaría rescatando
no es a los estados y municipios sino a los bancos que les prestaron. Tercero, porque
los gobernantes locales tienen que
aprender a tomar medidas difíciles como aumentar impuestos, mejorar sus sistemas
de recaudación y reducir gastos
superfluos para no estar atenidos a lo que les pueda dar la federación o
apostarle al endeudamiento.
Ya es tiempo de
tener un modelo federal maduro en donde los gobiernos de estados y municipios, al
ejercer su autonomía, asuman la responsabilidad que ello implica, que sus ciudadanos les
exijan cuentas y que gobernantes
y gobernados no esperen que todo lo resuelva el gobierno federal.
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