14 de noviembre de 2012

IMPORTA LA INVERSIÓN NO SU NACIONALIDAD




      El Gobernador Lozano ha realizado una fuerte promoción de Aguascalientes en el extranjero, especialmente en Japón, para atraer inversión  de ese país. Escuché recientemente en una charla que se ponía en duda las ventajas de que llegara inversión extranjera a Aguascalientes porque se decía que es preferible y beneficia más al país la inversión nacional. No es así. La política de favorecer a inversionistas nacionales se dio por décadas y ella no le trajo más beneficios al país. Al contrario. El consumidor se vio obligado a pagar precios más altos que en el extranjero por bienes de menor calidad. Tampoco se generó el crecimiento económico que se esperaba de este proteccionismo.

       Hoy en día la discusión ha revivido porque se mira el éxito económico que ha tenido Brasil en los últimos años y a que se atribuye dicho éxito a las políticas proteccionistas de su gobierno. Sin embargo la economía de Brasil prosperó recientemente gracias a la demanda de sus materias primas por parte de  China y el resto del mundo. Ahora que esa demanda ha disminuido, así también se ha desacelerado la economía brasileña. Algunas de las políticas brasileñas de fomento a su industria se quedaron ancladas en los sesentas, con excepciones tales como  en lo que respecta a la explotación petrolera, en donde gracias a la entrada de capital extranjero se ha vuelto un país exitoso. México ya vivió y superó  las medidas que restringen el libre comercio y el libre flujo de capitales. No es tiempo de regresar a un modelo económico ya  superado. 

       Al contrario, más que proteccionismo,  si hay algo que falta en México es concluir la  liberación de la economía. Por ejemplo, en materia de políticas de inversión en el campo de la energía, México se ha quedado al nivel de los países más atrasados del mundo. No sólo no se permite la inversión extranjera en la explotación, refinación y distribución de petróleo y sus derivados sino que ni siquiera el sector privado puede hacerlo. Lo mismo pasa con la generación y distribución de electricidad y en las limitaciones a la inversión extranjera en telecomunicaciones. La economía mexicana no acaba de funcionar como debiera porque no se han completado las reformas que requiere nuestro país para liberalizar sectores aún protegidos, no se ha terminado de  privatizar empresas estatales y falta aumentar la competencia en mercados oligopólicos;  por esto y no porque se requiera mayor protección a la industria nacional o que el gobierno dirija más a la economía. La intervención del gobierno debería ser  para permitir que funcionen mejor los mercados, proveer seguridad pública y social e infraestructura.


      En cuanto a la discusión de si es preferible la inversión nacional a la extranjera, ninguna de las dos es mala. Quienes invierten en empresas lo hacen para mantener o incrementar sus inversiones y obtener ganancias. Esas ganancias se pueden usar para crear nuevas empresas, reinvertir en las empresas propias,  invertir en otros instrumentos financieros o para sus gastos familiares. Sólo en el caso de la inversión en empresas nacionales se garantiza que las ganancias se quedarán en el país. Todo esto  sin importar la nacionalidad de los inversionistas.

      Cuando hablamos de inversión nacional, hay que recordar quién está detrás de ella. Primero, los más conservadores son quienes invierten sus ahorros por ejemplo en inmuebles o instrumentos financieros que no tienen riesgo y no contribuyen a la creación de empresas. Luego tenemos a los pequeños y medianos empresarios  y a quienes apenas les alcanzan  sus ganancias para reinvertir en sus propias empresas o para sus  gastos.  Por último tenemos a quienes disponen de grandes capitales para invertir, los cuales son empresarios muy sofisticados con posibilidades de invertir en todo el mundo y que buscan las  mejores opciones que no necesariamente están en México. Por ejemplo: ¿Qué van a hacer las familias  Fernández,   Aramburuzabala, Díez Morodo, González y Sánchez Navarro con los 13.3 mil millones de dólares  que obtuvieron de la venta de Cervecería Modelo? No lo sé, pero seguramente buscarán por todo el mundo las mejores opciones de inversión. Ellos,  como  otros capitalistas nacionales,  no por ser mexicanos lo invertirán o gastarán en México. Además este tipo de inversionistas cuentan con sofisticados métodos para optimizar impuestos al depositar sus capitales  en paraísos fiscales y otros lugares donde están más seguros que en nuestro país.

     En el caso de la Nissan que viene a invertir en Aguascalientes, esta empresa japonesa cotiza en la Bolsa de Tokio. Si inversionistas nacionales quisieran beneficiarse de las ganancias que tendrán las inversiones que realizará en nuestro estado,  podrían comprar acciones de esta empresa.

      Aguascalientes necesita inversión no importa de donde provenga. Las inversiones en empresas generan no solo empleos y los gastos asociados a la nómina, sino una derrama económica importante en insumos,  servicios e impuestos. El tener estas plantas japonesas en el estado  representa además una oportunidad enorme para venderles partes y componentes. Es más fácil entrar a este mercado que ya está aquí que andarlo buscando en  otras partes del mundo.  Ojalá sigan llegando más inversiones a Aguascalientes y si es mexicana, que bueno y si no, también: bienvenida.


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