La guerra de las comunicaciones ha alcanzado recientemente gran intensidad aunque se fue incubando a lo largo de los años. Ustedes lo habrán notado en desplegados en periódicos, en editoriales disfrazados de noticias en las televisoras, en cancelación de anuncios de Telmex y Telcel en las televisoras, etc. Televisa se enfrenta al periódico Reforma, Televisa y TV Azteca van contra Telmex y Telcel. Todos los proveedores de servicios de telecomunicaciones se unen en la lucha contra Telmex y Telcel. ¿Qué está sucediendo? Hay tres factores en disputa: la disminución de las tarifas de interconexión entre las empresas telefónicas; el permitir que las empresas que ofrecen servicios de telecomunicaciones ofrezcan también televisión y viceversa que las televisoras ofrezcan telecomunicaciones; y la obtención de más espectro radioeléctrico para poder proveer servicios de comunicaciones tanto de televisión como de telefonía. Todo ello permitiría una mayor competencia. En este artículo hablaré del mercado de telecomunicaciones.
La historia se remonta a una privatización mal hecha. En noviembre de 1990 al arranque de su campaña privatizadora, el Presidente Salinas de Gortari pone en manos de un grupo de inversionistas encabezados por Carlos Slim el monopolio telefónico garantizándole que no tenga competencia por 6 años. Con alrededor del 5% de las acciones de la empresa que le costaron cerca de 430 millones de dólares, Carlos Slim se hace del control de una de las empresas más rentables del mundo: Teléfonos de México. Para que se den una idea de su rentabilidad, en 2010 tuvo una utilidad de operación de $28,417 millones de pesos equivalente a un 25% de sus ingresos y un flujo de efectivo por $39,476 millones de pesos que puesto en dólares alcanzarían para pagar 2 veces lo que costó el control de la empresa en 1991. Con estos flujos de efectivo, la adquisición de cada vez más acciones de Telmex e inversiones por todo el mundo, le han permitido al ingeniero Slim llegar a ser el hombre más rico del planeta de acuerdo con la revista Forbes.
Para que una empresa sea tan rentable necesita no tener competencia y cobrar precios excesivamente altos, entre otras cosas. La privatización estuvo mal hecha porque Telmex pasó de ser un monopolio público a ser uno privado con todas las ventajas del caso. Al abrirse la competencia en el mercado de telecomunicaciones después de los 6 años de protección que le dio el régimen de Salinas de Gortari a Telmex, se publica en 1996 la nueva Ley de Telecomunicaciones. Contradicciones entre leyes y una Comisión Federal de Telecomunicaciones sin atribuciones suficientes para lograr un mercado competitivo dejan en desventaja a los competidores. Otro error grave fue abrir a la competencia la larga distancia, al tiempo que se dejó el monopolio de la telefonía local en manos de Telmex. Fue un error porque las llamadas de larga distancia recorren un tramo local y allí es donde el costo de esa interconexión que cobra Telmex por completar llamadas ha evitado una competencia sana en larga distancia y ha perjudicado al usuario que sigue teniendo que pagar altas tarifas.
En el caso de la telefonía celular se estableció un duopolio a principios de los noventas: por un lado Telcel en todo el país y por otro lado otras compañías como Iusacell compitiendo en diferentes regiones. Gracias a esa presencia en todo el territorio nacional Telcel gozó de grandes ventajas desde el principio. En 1997 se hacen las primeras subastas de espectro para incentivar el que haya nuevos proveedores de telefonía celular. El espectro se vende demasiado caro. Unas empresas ni siquiera pagan y las que pagan tardan más de 10 años en tener utilidades. En ese tiempo cierran empresas celulares o se venden. Telcel por su parte sigue creciendo.
Los competidores de Telmex y Telcel en larga distancia y en telefonía celular no fueron exitosos. En larga distancia la empresa Avantel desaparece del mercado, comprado por Axtel. Alestra-AT&T ha sobrevivido con mucho trabajo pero en un mercado de nicho, sin competir de cerca con Telmex. Otros proveedores de servicio de larga distancia desaparecieron o fueron comprados (Bestel y Protel entre otras). En telefonía celular el fracaso fue similar para la competencia. Unefon nunca despegó, Iusacell fue vendido en quiebra habiendo perdido su condición de segundo jugador más importante del mercado. Pegaso PCS no pudo sobrevivir y fue vendida a Telefónica de España. En el 2010, después de 20 años en el mercado, Telcel tenía el 70% de los suscriptores de telefonía celular.
En telefonía local la historia no ha sido mejor: apenas unos pocos competidores le han quitado una parte pequeña del mercado a Telmex, quien sigue teniendo el 79.4% de las líneas fijas.
El mercado evoluciona pero la competencia sigue siendo muy imperfecta. Telmex y Telcel siguen teniendo las mayores ventajas en el mercado de telecomunicaciones. Sus competidores ya se cansaron de la falta de condiciones para competir y han emprendido una batalla que llena noticieros y periódicos.
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Guerra de comunicaciones sí, pero también puede llamarse guerra de monopolios. Interesante retrospectiva, ¿en qué acabará?
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