Por: Octavio Díaz García de León
A principios de abril la candidata presidencial por MORENA, Claudia
Sheinbaum, presentó su propuesta anticorrupción. Lo hizo rodeada por el equipo que
preparó la propuesta, encabezado por Javier Corral y el cual incluye personas conocedoras
de los temas.
Existen algunos paralelismos entre Corral y Barrio, primer Secretario
de la Contraloría con Fox: ambos son chihuahuenses y ex gobernadores de su
estado, y a los dos se les encargó el tema de cómo combatir la corrupción. Esperemos que, de ganar Sheinbaum y ser Corral
el encargado, el paralelismo no se dé
como en el caso de Barrio, cuando este prefirió buscar la presidencia de México, renunciando a la Secretaría de la Contraloría a medio sexenio.
Al nuevo responsable de combatir la corrupción le tocará investigar y, de
ser procedente, sancionar los innumerables casos que se han descubierto en la
presente Administración, los cuales incluyen asuntos que involucran a la
familia del presidente López Obrador y a varios de sus allegados, de tal forma
que este sexenio pinta peor en materia de corrupción que el de Peña Nieto. Tan
solo el desfalco a Segalmex rebasa por mucho cualquier caso de corrupción de
sexenios anteriores. La pregunta es si tendrá los arrestos y el apoyo necesario
para hacerlo.
En cuanto a la propuesta anticorrupción de Sheinbaum hay aspectos
positivos y carencias. Por lo pronto, ya ni siquiera menciona al Sistema
Nacional Anticorrupción que demostró su inutilidad y al que quizá le dé
sepultura. Tampoco menciona una posible desaparición del INAI, institución a la que tanto ha combatido el
presidente López Obrador.
La propuesta abarca temas ya conocidos tales como digitalización de
trámites, mejorar contrataciones públicas, mejorar coordinación entre órdenes de gobierno,
favorecer las licitaciones públicas, registrar socios de empresas licitantes
como beneficiarios finales, combatir a empresas fantasma y de fachada, hacer
delito la simulación en contrataciones públicas, entre otras.
Entre las carencias de la propuesta se puede mencionar el que no se le
dé prioridad al servicio profesional de carrera; el que no se le dé un apoyo
decidido a la transparencia; y el insistir en combatir a la corrupción por la
vía administrativa en lugar de la penal. Tampoco se define cual será el papel
de los órganos internos de control, entre
muchas otras.
Como novedades se pueden mencionar: el revisar el sistema de fe pública
y transparentar y promover la integridad de los notarios públicos; el aumentar el
plazo de prescripción de las faltas administrativas; el eliminar las
exclusiones a la aplicación de la ley de adquisiciones; y el someter a los
responsables de adquisiciones a controles de confianza, entre otras.
Comentaré aquí tres aspectos de la propuesta de Sheinbaum:
1.
Agencia Federal Anticorrupción. A diferencia del
Sistema Nacional Anticorrupción que no tiene capacidad operativa, esta Agencia
estaría especializada en combatir la corrupción desde el punto de vista
administrativo, con herramientas para
investigar y perseguir este tipo de faltas administrativas. Para crear esta Agencia
se continuaría desmantelando a la Secretaria de la Función Pública, quitándole
funciones, al trasladar a la Agencia la capacidad de investigar faltas
administrativas graves. Esta Agencia a su vez turnaría los
expedientes al Tribunal Federal de Justicia Administrativa para su
substanciación, resolución y en su caso, sanción.
2.
Secretaria de la Función Pública. Al quitársele las
funciones de investigar faltas administrativas graves, se quedaría con el control interno del
gobierno federal, de su desarrollo administrativo y continuaría con la
investigación y sanción, en su caso, de faltas administrativas no
graves. Esto último plantea que muy pocos servidores públicos se podrían trasladar
a la Agencia. También continuaría a cargo de nombrar titulares de Unidades de
Administración y Finanzas (Antes oficiales mayores) en el gobierno federal, con
el consecuente conflicto de interés. También
se contemplan modificaciones a la Ley General de Responsabilidades
Administrativas.
3.
Delitos de Corrupción. Se propone
desarrollar un modelo nacional para investigar delitos de corrupción, respaldado
por una Ley General para Investigar y Sancionar Delitos por Hechos de
Corrupción. Esta ley ahondaría en la tipificación de conductas delictivas que
actualmente quedan impunes. Además, se
fortalecerían fiscalías y tribunales anticorrupción y se haría responsables
penalmente a las empresas. Algo muy importante es que se propone el desarrollo
de un sistema de inteligencia anticorrupción, herramienta clave para
combatirla.
Pero lo fundamental no es si la propuesta de la candidata Sheinbaum es
buena o mala, sino que, en caso de
llegar al poder, saber si verdaderamente combatirá la corrupción de este
sexenio. Esto no podremos saberlo por ahora.
Sabemos que la candidata Sheinbaum no ha dicho que combatirá la
corrupción de la actual Administración e incluso ha salido a defender a algunos
de los actores. Es así como, sin voluntad política, las mejores propuestas
fracasan. Por ello, la alternancia de los partidos en el poder es una buena
forma de combatir a la corrupción.
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