Por: Octavio Díaz García de León
2. No publicar sanciones de servidores públicos del Poder Judicial hasta que queden firmes, para evitar un daño reputacional a los procesados.
3. Emitir un nuevo acuerdo general en materia de responsabilidades administrativas que garantice la autonomía y separación de funciones en las etapas de investigación, substanciación y resolución evitando la interacción entre las instancias responsables de cada etapa. También agregar herramientas tecnológicas para acelerar estos procesos.
4. Emitir normatividad para regular las obligaciones a cargo de los servidores públicos tales como las declaraciones patrimoniales y las actas entrega-recepción.
5. Incentivar la presentación de quejas y denuncias mediante la emisión de un catálogo amplio de medidas cautelares que protejan a los denunciantes.
6. Emitir un nuevo código de ética tomando en consideración que de acuerdo con la Ley General de Responsabilidades Administrativas, la violación de dicho código constituye una falta administrativa no grave.
7. Fortalecer la Visitaduría Judicial proponiendo la emisión de un acuerdo general que se ocupe de sus funciones.
Me parece importante que la ahora presidente de la SCJN haya enfatizado en su propuesta de trabajo el combate a la corrupción como una de sus prioridades, especialmente a través de formar una Comisión Anticorrupción que abarque a todos los órganos del Poder Judicial.
Existen áreas de oportunidad para mejorar el combate a la corrupción en el Poder Judicial. Por ejemplo, sería conveniente la separación de las funciones de control interno de las de combate a la corrupción. Por lo que se refiere al control interno, estas actividades son importantes para el cumplimiento de los objetivos institucionales y hoy recaen parcialmente en los órganos internos de control (OIC) del Poder Judicial. Sin embargo, a los OIC se les ha enfocado al control administrativo, siendo que es más importante el cumplimiento de objetivos de las áreas jurisdiccionales, por lo que habría que reforzar el control interno jurisdiccional.
He presentado en esta columna las áreas de oportunidad y lo complejo que resulta el régimen de responsabilidades del TEPJF, el cual tiene muchas similitudes con lo que aplica a todo el Poder Judicial, por lo que vale la pena revisarlo de manera integral como lo propone la ministra presidente Piña, emitiendo un acuerdo general en materia de responsabilidades administrativas que abarque a todo el Poder Judicial. Hay que recordar que el Acuerdo General en esta materia para el TEPJF no ha sido emitido, siendo que el plazo para hacerlo se venció en diciembre de 2018.
Un aspecto a revisar podría ser el que actualmente se da un trato diferenciado al personal jurisdiccional y al personal administrativo, cosa que no ocurre en otros ámbitos de gobierno. También existen diferencias en cuanto al procedimiento de responsabilidades, dependiendo del rango de los servidores públicos, lo cual podría plantear posibles conflictos de interés y trato discriminatorio.
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