POR:
OCTAVIO DÍAZ GARCÍA DE LEÓN
@octaviodiazg
Ya
no se va a repetir el “michoacanazo”, aquél acto fallido del gobierno del
presidente Calderón en donde se detuvo a once alcaldes michoacanos, 16
funcionarios estatales y a un juez; posteriormente se detuvo a otros 11
funcionarios involucrados con el crimen
organizado, todos los cuales fueron
liberados por el Poder Judicial. Ahora intuimos que aquellos detenidos probablemente eran culpables, pero la red de
protección que los cubría en el poder judicial y en el ejecutivo estatal no se había
desmantelado.
Ahora
con la intervención federal, la toma del
poder por parte del Comisionado Castillo y la renuncia del gobernador Vallejo, las redes de protección local se han
debilitado. Por lo pronto ya se detuvo a los alcaldes de Apatzingán, Lázaro
Cárdenas, Huetamo y está pendiente la
captura del de Tacámbaro; además ya se
dio el encarcelamiento del ex–secretario de gobierno, del empresario y político líder de los
transportistas del estado y del hijo del ex gobernador Vallejo.
También
a diferencia del caso anterior, la
filtración de videos grabados por Servando Gómez “La Tuta”, ha influenciado a la opinión pública previo a la detención de
los personajes que allí aparecen. Por lo
pronto este ha sido el mayor “reality show” de la temporada de verano y un éxito
en las pantallas de televisión y redes sociales. No queda claro si los videos han sido
filtrados por La Tuta o por el propio gobierno federal. Pero en este “reality show” donde personaje
tras personaje de Michoacán se da a conocer en sus complicidades con el crimen
organizado (¿Cuántos más videos habrá y cuales inimaginados protagonistas
aparecerán en ellos?) lo que se está evidenciando es algo que ya sabía todo mundo: políticos, empresarios,
funcionarios de gobierno y tantos otros eran parte de un narco estado en Michoacán.
Es
una pena que la federación haya tenido que enviar a un gobernador disfrazado de
Comisionado a tratar de restablecer el orden en esa entidad. Lamentable porque
demuestra que no hay liderazgos locales interesados o capaces de romper el yugo
de la delincuencia organizada. No es para culparlos. El poder de los criminales
creció a niveles inconcebibles. Pero dignidades aparte, la labor del Comisionado Castillo podría
empezar a dar frutos si logra quitar del poder a los funcionarios y políticos
cooptados por los criminales, en cuyo caso los michoacanos y el resto de los
mexicanos sabrán agradecerle al presidente Peña una intervención tan decidida
para recuperar ese estado.
Por
lo pronto ningún alcalde michoacano ha de poder dormir tranquilo después de la
captura reciente de la alcaldesa de Huetamo y del video donde la alcaldesa de Pátzcuaro,
Salma Karrum Cervantes, aparece sobando la
mano del jefe de plaza de Los Templarios pidiéndole justicia por el asesinato
de su yerno y diciendo que ella ha estado dispuesta a cooperar de la mejor forma
posible con los delincuentes a través de darles posiciones en puestos
directivos del ayuntamiento y vaya usted a saber que otras cosas. Posiciones
que seguramente permiten extraer recursos del municipio, generar corrupción en
los contratos de obras y obtener protección de la policía municipal para poder
realizar extorsiones, secuestros y asesinatos, entre otras cosas. Este video
muestra a una alcaldesa elegida para defender el bienestar de sus gobernados,
entregando la plaza para que delincuentes puedan explotar y abusar de ellos. Pero se ve que tiene miedo la alcaldesa. Si le
pueden matar a su yerno impunemente, seguramente podrán hacer algo similar con
el resto de su familia. A pesar de todo, ni ha renunciado ni hay una acción
judicial en su contra. Sigue gobernando.
El
otro capítulo del “reality show” armado en Michoacán a través de los videos de
La Tuta es el caso de Rodrigo Vallejo Mora, hijo del ex gobernador Fausto Vallejo.
El apodado “El Gerber” aparece en ese video como el junior capaz de hacer y
decidir lo que quiera. Ponerse de acuerdo con La Tuta, negociar con él,
ofrecerle crear grupos de élite para la “empresa” – alias del grupo
delincuencial -. Pareciera que el exhibido se siente parte de la “empresa”, un
socio más que está buscando formas de colaborar para crecer el negocio del
crimen. Por lo pronto ya está en la cárcel.
Alguien
decidió llevar a las pantallas de la televisión
este “reality show” de lo que es la corrupción y el crimen organizado en
Michoacán. Pudo haber sido La Tuta quien está libre para hacer lo que siempre
ha sabido hacer. Pero ¿qué se gana con exhibir a sus antiguos aliados?
Seguramente eso le hará perder algunas redes de protección o bien, lo hizo para
amenazar a quienes no quieran ayudarlo con subirlos al “reality show” de los
videos.
¿O
será que en realidad es un “reality” armado por el Comisionado para ganarse a
la opinión pública y evitar que jueces corruptos repitan el “michoacanazo”? Apoyado
por los servicios de inteligencia federales está mandando mensajes de que va en
serio la limpia. Si el Comisionado no se
tentó el corazón para mandar a la cárcel al líder de las autodefensas Mireles a
pesar del apoyo social que este había logrado, seguramente no se va a detener
contra nadie que se oponga a su tarea. A
lo mejor es lo que necesitaba Michoacán, pero ciertamente su gente y su
historia no lo merecen. ¿El próximo gobernador tendrá el poder del Comisionado
Castillo? Lo dudo. Quizá el gobierno paralelo de la federación vaya para muy largo plazo.
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