POR:
OCTAVIO DÍAZ GARCÍA DE LEÓN
@octaviodiazg
Testigos
presenciales dicen que el joven Michael
Brown de 18 años de edad, negro, vecino de Ferguson, suburbio de la Cd. de
Saint Louis, Missouri, levantó los brazos en señal de que iba desarmado cuando
fue interpelado por un policía blanco a
media calle el pasado 9 de agosto. Acto
seguido el policía le disparó seis veces, dos de ellos en la cabeza, los demás en los brazos, matándolo en el
acto. De acuerdo con la versión de la
policía, el joven Brown fue interceptado porque había robado una cajetilla de cigarros y
al oponerse por la fuerza e intentar despojar al policía de su arma, fue cuando
se dio el tiroteo donde Brown perdió la vida. Del policía que cometió este asesinato,
Darren Wilson, no se ha sabido nada al
momento de escribir estas líneas ni se le ha consignado ante la justicia. La
furia de los habitantes de esta ciudad no se hizo esperar y la violencia brotó
de inmediato misma que ha durado dos semanas.
Varios
aspectos llaman la atención:
1. La policía respondió a las protestas
con dureza extrema. Bombas de humo, gas lacrimógeno, balas de goma y un
despliegue de fuerza con tanquetas y francotiradores que más parece una intervención militar.
2. La dureza de la represión alcanzó
también a los reporteros que están cubriendo los acontecimientos, algunos de
ellos fueron arrestados y luego puestos en libertad. Pero se ha puesto de
manifiesto un intenso acoso hacia los medios de comunicación por parte de la
policía.
3. Los americanos se han sorprendido del
poder de fuego que tienen las policías municipales. No solo en esta ciudad sino
en muchas otras de Estados Unidos. Los departamentos de policía se han armado
con excedentes de armamento que los militares les han dado. En el caso de
Ferguson, han salido incluso tanques a
la calle. El presidente Obama ha pedido que “no se confunda lo que son fuerzas militares y las fuerzas policiales” y
pide “evitar que los departamentos de policía
compren más armamento del que necesitan”.
4. La incapacidad de las autoridades
policiales y los gobiernos local y estatal para contener los disturbios ha sido
lamentable. El gobernador impuso un toque de queda que fue inmediatamente
protestado y violado por los manifestantes. Llamó a la Guardia Nacional que son las milicias
estatales que se encargan de ayudar en
“asegurar la aplicación de la Ley,
suprimir insurrecciones y rechazar invasiones” para enfrentar a los manifestantes
desarmados.
5. Ni el presidente Obama ni su Procurador
General, Holder, ambos negros, han sido tampoco capaces de calmar los ánimos.
6. No se ha llevado a la justicia al
culpable del asesinato del joven Brown y los disturbios ya ocasionaron la
muerte de otro joven.
7. Esta ciudad está habitada en su
mayoría por negros pero gobernada por blancos, lo cual ha hecho más difícil
llevar a la justicia al policía que asesinó al joven.
No
es extraño que sucedan estas cosas. La discriminación en ciertos estados del
país vecino tiene historia. Hay que recordar que Estados Unidos abolió la esclavitud apenas en
1865 y eso después de una cruenta guerra civil. Pero casi cien años después de
la guerra, hasta 1954, todavía era legal
la segregación de negros y blancos en los otrora estados esclavistas del sur, no tan fuerte
como el Apartheid en Sudáfrica, pero tampoco tan distante de esas prácticas. Las
escuelas estaban segregadas; los restaurantes tenían lugares separados para
blancos y negros; los baños eran separados por raza; los negros solo podían
ocupar ciertos asientos en los autobuses; había segregación en hospitales; era
muy difícil que tuvieran puestos de elección o posiciones ejecutivas en las
empresas. El sur seguía dominado por una élite blanca que no dejaba progresar
a los negros. Tuvo que venir a mediados
de los años sesenta del siglo pasado el movimiento por los derechos civiles,
encabezado entre otros por Martin Luther King - asesinado poco después en
circunstancias nunca aclaradas - para
lograr avances importantes en reducir la discriminación contra los negros en
ese país. Se pensaba que el gran parte aguas contra la discriminación, era la elección de un presidente mulato como
el presidente Obama. Pero el racismo sigue vivo y a flor de piel en ese país
como se ha demostrado en el caso de Ferguson, Missouri.
En
México también existe discriminación. Se
discrimina a personas que no tienen rasgos blancos, desde oportunidades de trabajo, hasta en el
trato cotidiano. Pero no solo se discrimina por razones raciales. Se discrimina
por la apariencia física, por ejemplo a las personas que sufren de obesidad;
por razones de sexo: aún la mujer sufre para ser respetada en el lugar de
trabajo y para escalar posiciones; se discrimina por origen socioeconómico. Uno
de las vitrinas más grandes de la discriminación en nuestro país la dan las
secciones de empleo de los periódicos; por razones de edad los mayores de 35 años se vuelven
prácticamente inempleables sin importar experiencia o conocimientos; por género; por apariencia física; por la
escuela en que se estudió, se discrimina a quienes no fueron a universidades privadas, etc.
Parece
que de poco sirven las comisiones que el gobierno federal ha creado para combatir la discriminación.
Esta sigue allí y es de todo tipo. Pero es como una olla de presión esperando a
reventar en el momento menos pensado.
_________________________________________________________________
Blog:
octaviodiazgl.blogspot.com Correo: odiazgl@gmail.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario