Los ciudadanos de
países con ambiciones imperiales tienen mayor claridad acerca de la importancia
de la seguridad nacional para sus países y apoyan los esfuerzos de sus
gobiernos por preservarla. En México, que no ha sido nunca una potencia
imperial, este tema es conocido principalmente por militares, funcionarios del
gobierno y académicos; el público en general no tiene mucha información al
respecto. Afortunadamente hay contadas razones que pudieran afectar hoy en día
la Seguridad Nacional de nuestro país pero no siempre fue así y esto puede cambiar. Recientemente se ha generado un
debate respecto a la pertinencia de la intervención del Ejército Nacional y la
Marina Armada en actividades de seguridad pública ya que su tarea está enfocada al resguardo de la
Seguridad Nacional por lo que es oportuno conocer más del tema.
Es importante
destacar la diferencia entre seguridad pública y seguridad nacional. La seguridad
pública se encarga de velar por la seguridad de los individuos y sus
propiedades mientras que la seguridad nacional
consiste en garantizar la permanencia e integridad del territorio,
población e instituciones de una nación. La Ley de Seguridad Nacional
promulgada el 31 de enero de 2005 la define como las acciones destinadas a mantener la
integridad, estabilidad y permanencia del Estado Mexicano.
Para la mayoría de
las naciones las amenazas a la seguridad nacional provienen del exterior:
países que desean intervenir en otros países para arrebatar territorios o derrocar gobiernos. En este sentido las
amenazas del exterior para México se dieron principalmente en el siglo XIX y
principios del XX. Primero a raíz de la independencia cuando estaba la amenaza
de la reconquista por parte de España. Luego provino de Francia que invadió un par de veces a nuestro
país; y la más dañina que fue la guerra contra Estados Unidos en donde México
perdió la mitad de su territorio. Durante la Revolución, Estados Unidos invadió nuestro país en varias
ocasiones y su embajador alentó el derrocamiento del Presidente Madero. Durante
la Segunda Guerra Mundial, México declaró la guerra el 28 de mayo de 1942 a las
potencias del Eje Berlín-Roma-Tokio, afortunadamente sin mayores consecuencias.
A partir del final de esa guerra, las amenazas provenientes del exterior prácticamente
han desaparecido.
Por la frontera sur,
Belice, Guatemala y el resto de los
países Centroamericanos conviven pacíficamente
con México; si bien Guatemala pudiera tener aún aspiraciones históricas a
recuperar la región del Soconusco e incluso Chiapas, esto no representa una
amenaza a nuestro país. Al norte, Estados Unidos no ha mostrado ambiciones territoriales
sobre México desde el siglo XIX y actualmente se da una convivencia pacífica
entre ambos países. Con los países del Caribe y el resto del mundo, se da
también una convivencia respetuosa. Las más recientes controversias
territoriales en que se ha visto involucrado nuestro país se dan en relación a ciertas
zonas del Golfo de México que contienen importantes reservas petroleras; estas
controversias se han atendido por la vía diplomática.
Otras amenazas vienen
del ámbito interno por parte de grupos subversivos que intentan derrocar a las
instituciones democráticamente constituidas. En los años treinta del siglo XX tuvimos el levantamiento del Gral. Saturnino
Cedillo como el último intento de rebelión militar. Luego en los años sesentas
y setentas, a raíz de la Revolución Cubana y la Guerra Fría, se dio el
surgimiento de grupos guerrilleros de ideología comunista quienes propugnaban
por un cambio de régimen por la vía
violenta. Existen aún este tipo de grupos armados pero son muy
pequeños y no representan una amenaza al Estado Mexicano. La última amenaza subversiva
de importancia fue el levantamiento del
EZLN en Chiapas en 1994 la cual fue
contenida en unos cuantos días.
También se puede dar
el que haya intentos separatistas por parte de los estados de la República. Sin
embargo, desde el siglo XIX con los casos de los estados de Texas que se perdió
y Yucatán que se conservó, no ha vuelto a ser un problema para nuestro país.
Las instituciones
encargadas de velar por la Seguridad Nacional son las Secretarías de la Defensa
Nacional, la Secretaría de Marina Armada de México y la Secretaría de
Gobernación a través del Centro de Investigación y Seguridad Nacional (CISEN); participan
además en estas tareas a través del Consejo de Seguridad Nacional, las
Secretarías de Seguridad Pública, Hacienda, Función Pública, Relaciones
Exteriores, Comunicaciones y Transportes y la Procuraduría General de la
República. Por otra parte existe la Comisión Bicameral de Seguridad Nacional en
donde el Congreso se informa de las actividades en la materia. El Poder
Judicial por su parte, cuenta con jueces encargados en autorizar intervenciones
de las comunicaciones a solicitud de las instancias de Seguridad Nacional
autorizadas.
A partir del 2007
debido a la violencia desatada por bandas criminales y la poca capacidad de las instituciones de
seguridad pública, se planteó la necesidad de la intervención del Ejército y la
Marina en tareas de seguridad pública. Sin embargo, la actuación de estas
instituciones está siendo cuestionada desde el punto de vista legal. Falta ver
si la próxima Administración Federal continuará utilizando a las fuerzas
armadas en esta lucha y de ser así, será necesario que su actuación se sustente
en garantizar la seguridad interior o bien se determine que se trata de un
problema de Seguridad Nacional.
Referencias:
1. Ley de Seguridad Nacional.
2. www.cisen.gob.mx
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