Hace unos días,
se estrenó la nueva película de Batman
en un complejo de cines en Aurora, un suburbio de Denver, Colorado. Para poder
asistir a la premier de medianoche, se tenían que haber comprado los boletos
con anticipación; se esperaba un lleno total. En una de las salas de cine,
llena de adolescentes ruidosos, había
personas disfrazadas como los personajes de la película. Uno de ellos, un joven
con el pelo pintado de rojo, en lo que parecía una imitación del Guasón, estaba sentado en las filas delanteras. Los espectadores que acudían para distraerse y
tener un momento agradable de diversión,
estaban listos para disfrutar una película de acción. Lo que no sabían,
es que iban a vivir una historia de terror, no en la película, sino en la realidad.
Como a la media
hora de iniciada la película, el joven
de pelo rojo parece recibir una llamada por el celular y sale por la puerta de
emergencia. La deja abierta. Unos minutos después ingresa por esa puerta un
tipo vestido con chaleco antibalas provisto con un cuchillo de caza y bolsas
con cargadores para rifle; lleva también
una máscara antigás, y trae varias armas. Algunos piensan que es un promocional
de la película, otros no saben que pensar y otros mas ni cuenta se dan. Arroja
un par de granadas de gas lacrimógeno e
inicia su paseo de la muerte por los pasillos disparando indiscriminadamente
contra los asistentes. Para ello el
asesino llevaba un rifle de asalto semiautomático tipo AR-15 (Smith & Wesson
M&P 15), una escopeta Remington 870 calibre 12 y dos pistolas Glock calibre
.40. Como resultado de su ataque mueren 12 personas y hiere a otras 58.
El asesino
compró además de lo antes mencionado, 3 mil balas para pistola, 3 mil balas para rifle
semiautomático y 350 cartuchos para la escopeta. Su departamento lo convirtió
en una cámara letal llena de bombas con trampas ocultas para matar a cualquiera
que hubiese entrado descuidadamente. Todo ello con un gasto de alrededor de
15,000 dólares todo lo cual fue
adquirido de manera legal. Pareciera
que en Estados Unidos no llama la atención que alguien pueda reunir un arsenal
de este tamaño quizá porque miles de
personas lo hacen cotidianamente. El asesino, James Holmes, cuando lo capturan
dice que es el Guasón. Este joven era hasta hace unos meses estudiante del doctorado en neurociencias en la
Universidad de Arizona con una beca importante. Algunos dudan que el tipo está
demente, pero ¿quién en su sano juicio se convierte en el Guasón, personaje ficticio, y se pone a
asesinar indiscriminadamente?
En México desafortunadamente
se dan masacres más espectaculares y con mayor frecuencia. Por ejemplo tenemos
las siguientes: San Fernando, Tamaulipas en agosto de 2010: 72 ejecutados. Allí
mismo, meses después, se encuentran 40 fosas clandestinas con 193 cadáveres. En
el puerto de Veracruz en septiembre de 2011: 35 muertos. Más recientemente, en
mayo de este año, en Nuevo Laredo aparecen 23 ejecutados, 20 en Jalisco, y 49 en Nuevo
León; en junio, 14 muertos en Veracruz. A diferencia de la masacre de Holmes,
pareciera que las muertes en México obedecen a una guerra entre organizaciones
de delincuentes. La crueldad y el número
de muertos dan la nota en México. El
asesinato sin sentido da la nota en Estados Unidos.
En nuestro país existen
leyes muy estrictas para la posesión y portación de armas de fuego y las armas favoritas usadas en estas masacres
que son los rifles de asalto, están
prohibidos. Se sabe que la mayoría de estas armas proviene de Estados Unidos.
La facilidad que existe en Estados Unidos para conseguir legalmente armas ha
fomentado el tráfico ilegal de las mismas hacia nuestro país, lo cual, aunado a deficiencias en hacer cumplir las
leyes han propiciado la existencia de una gran cantidad de armas en México. Ellas
han servido para asesinar a más de 42,000 personas tan sólo entre 2010 y 2011.
El tráfico mundial de
armas es un negocio que ascendió a $1.8 billones de dólares en 2011 o el
equivalente al 2.5% del PIB mundial. Millones de personas y miles de empresas
viven de este negocio. Si bien no ayuda que el tráfico de muchos tipos de armas
sea legal en Estados Unidos y en México falle la aplicación de la Ley, este es
un problema que requiere de soluciones a nivel mundial. Si partimos de la
premisa de que las armas sólo sirven para herir o matar personas y para
destruir propiedades e infraestructura, es decir que no tienen usos útiles a la
humanidad, lo que debería lograrse es la prohibición de fabricar cualquier tipo
de armas. Se podrá pensar que es poco práctico, muy difícil de hacer por los
intereses que existen en juego, casi imposible por la violencia que es parte de
la naturaleza humana, etc. Pero cualquier solución intermedia, es solo un paliativo.
Para acabar con las guerras, masacres y los asesinatos usando armas, sólo
evitando su fabricación evitaremos las muertes y el daño asociado a estos
instrumentos.
1) Notas periodísticas en ABC News y otras.
2) SIPRI Yearbook 2012. Armaments, Disarmament and International Security. Summary.
3) Ley Federal de Armas de Fuego y Explosivos. DOF, 11 de enero de 1972.
4) "Las Peores Masacres en México" Por AFP. Zócalo Saltillo, 25 Nov. 2011.
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